Nota de la Redacción: En virtud del 160º aniversario del nacimiento de Clara Zetkin, destacada dirigente del Partido Comunista de Alemania y de la Internacional Comunista, publicamos a continuación una adaptación del artículo “160º natalicio de Clara Zetkin” publicado en el periódico El Pueblo, órgano de la prensa popular y democrática de Chile.
Clara Zetkin, registrada Clara Eissner, nació en Alemania en 5 de julio de 1857. Su padre era profesor y su madre provenía de una familia burguesa. Estudió en un colegio universitario para ser profesora y allí entró en contacto con diversos miembros del movimiento obrero de Alemania, además de conocer varios revolucionarios rusos exiliados. Luego se vio atraída por las ideas comunistas y, en 1881, se unió al Partido Socialista de los Trabajadores, que después cambiaría el nombre para Partido Socialdemócrata Alemán. Un año después conoció Ossip Zetkin, revolucionario ruso exiliado, con el cual tuvo dos hijos.
En la década de 1880, el canciller de Alemania, Otto von Bismarck, prohibió toda asociación y actividad relacionada con el comunismo en el país, razón por la cual Clara y su esposo fueron obligados a refugiarse en Zúrich [Suiza] y después en París [Francia]. Durante el destierro, Clara entró en contacto con dirigentes del movimiento obrero francés, incluyendo las hijas de Marx y sus maridos, vivenciando el duro día a día de las mujeres proletarias. Sostenía sus dos hijos, trabajaba como profesora y continuaba reclutando mujeres para la causa comunista y para lucha femenina revolucionaria. Casi diez años después regresaría a Alemania natal (en 1891).
Su propia experiencia marcaría su trabajo político posterior. Convencida de la importancia de las mujeres en el movimiento revolucionario, Clara afirmaba con tenacidad que la lucha de las mujeres y la lucha comunista debían marchar juntas, lo que repercutía profundamente, como sus discursos incisivos, en sus compañeros y compañeras de partido. De esa forma, las ideas de la lucha femenina revolucionaria fueron imponiéndose, teniendo como norte la liberación de la clase y la emancipación de las mujeres a través de la revolución proletaria, ideas doblemente revolucionarias para la época. En la década de 1890, Clara fundó la Secretaría de Mujeres para reclutar miles para el Partido Comunista.
Para plasmar sus ideas, Clara Zetkin se hizo editora del periódico de mujeres Igualdad, publicado entre 1892 y 1917. En sus páginas defendió la importancia del trabajo como una condición indispensable para la independencia económica de la mujer.
Clara Zetkin fue también una fervorosa enemiga del feminismo burgués, y consideraba: “Acerca de la mujer proletaria, es la necesidad del capitalismo de explotar y buscar incesantemente mano de obra barata, lo que dio lugar a la cuestión femenina […] Por lo tanto, la batalla de la mujer proletaria no puede ser igual a la que la mujer burguesa traba con el varón de su clase”.
En medio a la Primera Guerra Mundial, Zetkin, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht se opusieron a la política chauvinista y pro-imperialista del Partido Socialdemócrata Alemán, pues el partido hizo un pacto con el gobierno para suprimir las huelgas obreras durante la guerra. En 1915, Zetkin organizó una conferencia internacional de mujeres socialistas contra la guerra y, por eso, fue detenida varias veces. Ya en 1916 se separan del partido revisionista liderado por Bernstein y fundan la Liga Espartaquista y el Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania.
Tras la Revolución de Noviembre de 1918 en Alemania, se siguió la fundación del Partido Comunista de Alemania en 1º de enero de 1919. Clara y otras compañeras, tales como la revolucionaria Rosa Luxemburgo, se unieron al partido revolucionario en el embalo de la experiencia de Rusia de los soviets, fundada en 1917. Entre 5 y 12 de enero ocurrió una serie de huelgas y luchas armadas en Berlín, conocidas como Levantamiento Espartaquista, aplastado por las fuerzas del gobierno con la cooperación de los revisionistas del Partido Socialdemócrata Alemán.
Clara Zetkin fue miembro del Comité Central del Partido Comunista hasta 1929, así como participó del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista de 1921 hasta 1933. Además, tuvo un destacado papel en el internacionalismo proletario al ser presidente de la asociación de solidaridad Socorro Rojo. En 1932, presidió la sesión inaugural del parlamento alemán por ser la persona más vieja a convocar el enfrentamiento a los nazis, que se encontraban en el salón.
La revolucionaria también es mundialmente conocida por haber propuesto la proclamación del día 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, realizada en 1910. Esa iniciativa fue aprobada unánimemente por las cien delegadas provenientes de los 17 países participantes.
Clara Zetkin falleció en 20 de junio de 1933, a los 76 años, en la Unión Soviética, exiliada por los nazis después que el Partido Comunista fue colocado en la ilegalidad por Hitler.