17 de mayo de 1980 – se inicia en el Perú la guerra popular dirigida por el PCP – Partido Comunista del Perú, tratado por el monopolio de la prensa y por la reacción como "Sendero Luminoso"1. Hoy, pasados 30 años, prosigue una intensa campaña afirmando que la guerra popular habría concluido en 2000 y que a partir de la prisión, en septiembre de 1992, del Dr. Abimael Guzman Reynoso (el Presidente Gonzalo), y de gran parte de su Comité Central, esta dirección habría pedido para conversar con Fujimori para un acuerdo de paz. Sin embargo, esto se debe únicamente a que las acciones armadas, que nunca dejaron de ocurrir, volvieron a asumir gran envergadura. Para tentar comprender este proceso aún tan oculto y su real significado, AND publica el artículo de José Antonio Fonseca, del Núcleo de Estudios del Marxismo-Leninismo-Maoísmo, recientemente enviado a nuestra redacción.
La Guerra Popular en el Perú sigue combatiendo heroica e invencible
Formação guerrilheira na serra peruana
Durante las elecciones generales de 1980, en el poblado de Chusqui, estado de Ayacucho, una columna de guerrilleros realizó agitación y propaganda revolucionaria en un local de votación. Después de denunciar la farsa electoral, quemaron las urnas y se retiraron. Esta era la declaración pública de guerra al Estado peruano por el Partido Comunista del Perú — PCP, dando inicio a la guerra popular, el desencadenar de un largo proceso que produjo grandes cambios y recambios en el destino de las masas del Perú, pero también un gran aliento y convocación a los comunistas, revolucionarios y pueblos oprimidos de todo el mundo. Pasados sólo cuatro años de la derrota de la gran Revolución Cultural y del inicio de la restauración capitalista en la China, las llamas de la Guerra Popular en los Andes hicieron estremecer las huestes imperialistas y de la reacción en todo el mundo.
El monopolio de la prensa trató de ocultar el proceso revolucionario peruano, de la misma forma que lo hace hoy con la guerra popular en la India, siempre tergiversando sobre los más monstruosos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas armadas del Estado. Finalmente, ¿cuál es la razón de haber tantos libros, de haber surgido verdaderos batallones de especialistas "senderólogos"2 para la tarea de desinformar y confundir con campañas de mentiras? Nada de eso fue capaz de ocultar de todo el proceso revolucionario más profundo de la historia de la América Latina y mucho menos aniquilarlo como soñaba toda la reacción.
Las acciones hablan por sí
En el segundo semestre de 2009, los vehículos del monopolio de la prensa peruano informaron por lo menos 58 acciones del Ejército Guerrillero Popular — EGP, dirigido por el PCP.
En julio, el EGP realizó una amplia campaña de agitación y propaganda armada en los departamentos de Ayacucho y Cusco.
En agosto el EGP aplicó contundentes ataques contra diferentes bases militares en los departamentos de Ayacucho y Junín ejecutando 11 militares. Ese mismo mes el EGP fijó decenas de banderas rojas con la hoz y el martillo a lo largo de diez kilómetros de la carretera Fernando Belaúnde Terry, entre Santo Domingo de Anda y San Francisco.
En septiembre en el distrito de Santo Domingo de Acobamba, departamento de Junín, una compañía del EGP emboscó una patrulla del ejército reaccionario hiriendo tres militares. Cuando la reacción envió refuerzos, los guerrilleros atacaron y derrumbaron un helicóptero MI-17, matando dos militares e hiriendo cuatro oficiales. Los combatientes del EGP tomaron armamentos y harta munición.
Ya en octubre unidades del EGP atacaron una base militar en la sierra San Judas, en la región del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), tomaron las instalaciones de una radio de Huanta (Ayacucho) y difundieron el contenido de un boletín del PCP. Hubo aún ataques contra bases militares en Vizcatán.
En noviembre, en Lima, combatientes del EGP izaron banderas rojas con la hoz y el martillo. En Cerro Tinkuya, en el VRAE, un ataque del EGP mató un soldado e hirió cuatro sargentos.
En diciembre, fueron realizadas acciones en celebración al aniversario de nacimiento de Mao Tsetung en distritos de Alto Huallaga y en el poblado de Huancas, departamento de Apurímac, con comicios y pintadas.
Estas acciones confirman incontestablemente que la Guerra Popular sigue firme y fuerte, derrotando seguidas operaciones de cerco y aniquilamiento del Estado peruano que ya no cuentan apenas con la presencia de especialistas israelíes y asesores militares yanquis, pero de contingentes de marines estacionados en Ayacucho bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
Guerra popular y contrarrevolución
Cuando las urnas electorales ardieron en Chusqui, el Estado Peruano llegó a subestimar el PCP. El gobierno pro-yanqui de la Acción Popular llegó a decir que "bastarían 60 días para las fuerzas policiales liquidaren el bando de delincuentes subversivos." Se pasaron dos años y el gobierno, amedrentado con el crecimiento de la guerra popular, ordenó la intervención de las fuerzas armadas.
A mediados de los años de 1980 el PCP actuaba en 22 de los 24 estados del país. Hasta 1985 el EGP había llevado a cabo más de 20 mil acciones. En 1986 ese número ya superaba 30 mil.
Los días 18 y 19 de junio de 1986, Alan García ordenó el bombardeo por tierra, mar y aire de los presidios políticos de Lurigancho, Callao y en la isla de Frontón, asesinando cerca de 300 prisioneros de guerra y miembros del Partido Comunista del Perú. Una Resolución del PCP proclama el 19 de junio como el Día de la heroicidad, reconocido por varios partidos en todos los continentes.
En 1988 las acciones armadas ya superan 50 mil. Ese año, en medio a la guerra, el PCP realiza su I Congreso estableciendo un gran salto, consolidando su base de unidad partidaria.
A finales de los años de 1980 es desencadenada una ofensiva contra el PCP y sus bases de apoyo, promoviendo masacres de campesinos en el departamento de Ayacucho en los poblados de Accomarca, asesinando 69 campesinos, y en Cayara, asesinando más de 40 campesinos. El ejército Peruano y la prensa de la burguesía divulgaron ampliamente esas matanzas como siendo "obra del Sendero". En respuesta a estos baños de sangre el PCP realizó una serie de acciones recuperando áreas donde el ejército reaccionario había hecho estas operaciones.
En 1990/91, la contraofensiva de la reacción, bajo dirección más concentrada de los yanquis a través del Departamento de Estado de USA y de la CIA, localiza y prende el Dr. Abimael Guzmán y gran parte del Comité Central del PCP. El Dr. Abimael, presentado a la prensa internacional en una jaula, con uniforme de presidiario, con el objetivo de desmoralizarlo y humillarlo, reacciona con un vigoroso discurso exhortando los comunistas y el pueblo peruano a proseguir con la guerra popular.
A él, que desde entonces se encuentra preso e incomunicable, fue atribuida la autoría de las "Cartas de Paz", presentadas por Fujimori desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, y de las posiciones de capitulación de la guerra, por un acuerdo de paz y reconciliación "nacional". Pero la falta de comprobación cabal de esos hechos, así como las negativas sucesivas del Estado peruano en presentarlo públicamente, sólo sirven para comprobar las reiteradas denuncias de que todo no pasa de una maquinación.
Bajo el efecto de esos acontecimientos, una parte de los prisioneros de guerra y de la dirección histórica del PCP cayó en el juego del enemigo, difundiendo la capitulación. Esto queda patente en la publicación del libro "De puño y letra" por los defensores de los acuerdos de paz (los "acuerdistas"). Este libro, cuya autoría es atribuida a Abimael Guzman (sin que él haya asumido eso públicamente), fue organizado por uno de los liderazgos del PCP, declaradamente la acuerdista Mirian, y es otra tentativa de los acuerdistas de utilizar el Presidente Gonzalo y asociarlo a la Línea Oportunista derechista – LOD, del partido.
Toda esa patraña es una tentativa de frenar el avance de la guerra popular delante de la imposibilidad de derrotar un proceso revolucionario por medios convencionales, dada su fuerza y solidez ideológica. Esta ha sido la estrategia contrainsurgente del imperialismo yanqui frente a los procesos revolucionarios dirigidos por partidos maoístas, tomando como ejemplo Nepal, donde obtuvieron grandes resultados con la capitulación de la dirección del Partido Comunista de Nepal (Maoísta) después de diez años de guerra popular.
Enfrentando mil dificultades y persistiendo en la aplicación de su base de unidad partidaria, el PCP se recobró de esos golpes profundos. La heroica guerra popular jamás dejó de combatir y conjurar los planes de cerco y aniquilamiento lanzados por las fuerzas de la contrarrevolución.
Como comprender la Revolución Peruana y la guerra popular
José Antonio Fonseca
Núcleo de Estudios del Marxismo-leninismo-maoísmo-Brasil
En torno a la correcta evaluación y balance de la Guerra Popular en el Perú residen los problemas cruciales y principales desafíos para el movimiento comunista internacional en la actualidad, particularmente en cuanto a la comprensión y aplicación del maoísmo, tomándolo a partir de su centro, el problema del poder, el poder para el proletariado en diferentes tipos de revolución, a través de una fuerza armada dirigida por el partido comunista. Poder conquistado y defendido con Guerra Popular.
Por eso nos detendremos sobre esta cuestión crucial para el desarrollo o no de cualquier proceso revolucionario en el mundo, el problema de la ideología que lo guía, exponiendo aunque sintéticamente el significado e importancia del Pensamiento Gonzalo como farol y guía de la guerra popular y su papel para la comprensión del maoísmo en el Perú y en todo el mundo.
Reconstitución y Guerra Popular
Hace 30 años el pueblo Peruano, dirigido por el Partido Comunista del Perú, enfrenta una durísima represión, incluyendo el genocidio, masacres en las cárceles, guerra psicológica y tergiversación de los objetivos y el carácter de la guerra dirigida por el PCP. En estos años el principal marco de la contrarrevolución fue la detención de gran parte del comité Central del PCP y su jefatura, el Presidente Gonzalo, en 1992. Bajo su dirección se reconstituyó el partido guiado por el marxismo-leninismo-maoísmo, se trazó la línea política general de la Revolución de Nueva Democracia, se inició y se desarrolló la guerra popular hasta llevarla al equilibrio estratégico3 en 1991.
Con el duro golpe recibido en 1992 la guerra popular sufrió un retroceso, con caídas de comités enteros del partido, reflujo de las acciones en la capital y en el campo bajo seguidas campañas de arrasamiento por las fuerzas armadas reaccionarias con todo el poder concentrado en sus manos. Las áreas y bases de apoyo de la revolución se vieron reducidas drásticamente. Pero en medio de la ofensiva más feroz de la contrarrevolución, bajo las campañas de guerra psicológica de una verdadera "operación capitulación", el partido se vino recomponiendo, siempre manteniendo la guerra como centro de su actividad bajo la guía del marxismo-leninismo-maoísmo pensamiento Gonzalo.
La importancia del Presidente Gonzalo para la revolución peruana había quedado demostrada aún antes de la guerra y con ella quedó evidente. Por esto aún, desde su detención, es foco de una polémica en el Perú e internacionalmente acerca de su papel en la Guerra Popular y de las actuales tentativas de desbaratarla.
En el centro de esta polémica se encuentran las conocidas "Cartas de Paz", proponiendo acuerdo con el viejo Estado peruano para poner fin a la Guerra Popular. El Presidente Gonzalo, por su parte, completamente aislado y a merced de todo tipo de patrañas montadas por los servicios de inteligencia (SIN del Perú y CIA de USA), con excepción de su famoso "discurso de la jaula"4 quince días después de su encarcelamiento, jamás pudo manifestarse públicamente, a cualquier organismo mínimamente confiable.
La reconstitución del PCP
Abimael Guzmán Reynoso ingresó en el partido en el fin de la década de 1950 y en el comienzo de los años de 1960 dio inicio al desarrollo de la Fracción Roja en el Comité Regional de Ayacucho, aplicando decididamente la definición de fracción hecha por Lenin: un grupo de hombres unidos por una comunidad de ideas, con el objetivo fundamental de influir sobre el Partido para aplicar los principios de la forma más pura posible.
Estos años el Presidente Mao Tsetung, dirección de la Revolución China, conducía también una decidida lucha contra el revisionismo contemporáneo (principalmente de la dirección del PCUS después de la muerte de Stalin), conocida como "la gran Polémica" en el interior del Movimiento Comunista Internacional.
Es así que en el Perú el Presidente Gonzalo y los revolucionarios peruanos se colocaron la imperiosa tarea de retomar el rumbo del partido y convertirlo en un verdadero partido comunista levantando la bandera de su reconstitución.
El centro de la lucha era la reanudación del carácter y programa adoptados por el Partido en su fundación – conquista histórica de la clase obrera y del pueblo peruano – volviendo a centrar el trabajo de masas entre los campesinos, obreros de la construcción, intelectuales y masas pobres de los barrios y favelas, siendo de gran transcendencia la I Convención Regional de Campesinos de Ayacucho en 1969, donde se estableció el programa agrario.
En este proceso de lucha ideológica el PCP será uno de los pocos casos en la América Latina en que se consiguió expulsar la minoría revisionista de sus hileras.
El proceso de reconstitución en el PCP se consolidó ideológica, política y orgánicamente, saliendo fortalecido después de cada lucha de líneas que resultaba en una nueva unidad sobre nuevas bases. Este proceso perdura por casi diecisiete años, culminando a finales de 1979 e inicio de 1980.
En el terreno ideológico, la lucha de líneas impulsada por la Fracción Roja contra el oportunismo se desarrolló sobre la base de la defensa de la ideología del proletariado, que hasta el año de 1966 se condensaba en marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, profundizándose en 1979 con la consigna "Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung" hasta que, en 1981, con el inicio de la guerra popular se propuso marchar "Para el maoísmo!" En 1982 el PCP pasa a defender el maoísmo como parte integrante y superior del desarrollo de la ideología del proletariado internacional.
Nuevo impulso al MCI
En la década de 1980 los partidos revisionistas justificaban su línea oportunista derechista, de eterna "acumulación de fuerzas", argumentando que no había condiciones objetivas para hacer la revolución debido a la ausencia de la "retaguardia estratégica mundial" representada por el bloque socialista. Desmintiendo este discurso con hechos, los comunistas peruanos inician junto al pueblo la Guerra Popular en 1980.
En aquellos años algunos partidos comunistas que habían asumido el pensamiento Mao Tsetung se batían por desarrollar la lucha armada revolucionaria como guerra popular, tal el caso del Partido Comunista de las Filipinas, del Partido Comunista de la Turquía (ML) y diferentes fracciones derivadas del Partido Comunista de la India (ML) después de la derrota del Levantamiento de Naxalbari. Sin embargo, con la contundencia y el enarbolar vigoroso del maoísmo por la Guerra Popular en el Perú, el PCP se constituirá en el más importante impulsador y reagrupador del movimiento comunista internacional. Por la intervención del PCP, la iniciativa de partidos comunistas que se definían por el pensamiento Mao Tsetung de crear el Movimiento Revolucionario Internacionalista – MRI (1984) dará un nuevo salto por su definición por enarbolar, defender y aplicar el maoísmo.
Como el propio MRI irá a registrar en 1993 con la declaración Viva el maoísmo, la experiencia peruana, en su lucha por desarrollar la Guerra Popular, fue uno de los hechos más importantes para la comprensión de la profundidad del maoísmo, aún para aquellos partidos cuya guerra popular ya se encontraba en curso.
La guerra popular y la curva "en el camino"
La Guerra Popular en el Perú, según los documentos del PCP, recorrió once años en la defensiva estratégica (de 1980 a 1991), cuando el año de 1991 entró en la etapa de equilibrio estratégico. En este periodo el PCP venía construyendo una nueva política, nueva economía y nueva cultura en más de la mitad del territorio peruano a través de la edificación del Estado de Nueva Democracia, sostenido en los comités populares en las bases de apoyo.
Este tremendo golpe hizo que las clases dominantes y el imperialismo pasasen al régimen fascista declarado, a través de Fujimori, elegido con un furibundo discurso anti-neoliberalismo, pero que después de un año de gobierno promueve un "autogolpe". Este episodio marca una nueva fase en la revolución y en la guerra, dando inicio a una de las más sangrientas escaladas represivas y crímenes de guerra contra las masas y la dirección del PCP, con nuevas masacres de presos políticos y prisioneros de guerra.
Con la prisión de la mayor parte del comité Central y del Presidente Gonzalo en este periodo, surgió lo que él aún llamará una "curva en el camino". Fue el famoso discurso en la jaula, en 24 de septiembre de 1992, en el cual el Presidente Gonzalo exhorta los revolucionarios a persistir en la Guerra Popular, insistiendo que la revolución es una necesidad histórica, que es el deber de los comunistas superar la curva "en el camino", prosiguiendo la guerra popular.
El significado internacional
Un correcto balance de esos 30 años debe ser aún objeto del movimiento comunista internacional, pues sólo puede ser hecho a partir de una clara posición de clase, a decir, partiendo de la ideología del proletariado en su más alta etapa de desarrollo, el maoísmo; comprendiendo su trayectoria como unidad desde las bases que permitieron el surgimiento y estruendoso desarrollo de la guerra popular hasta alcanzar el equilibrio estratégico y toda la lucha por conjurar la ofensiva de la contrarrevolución a través del proseguimiento de la guerra popular.
Haciendo un paralelo del proceso peruano con el nepalés en lo tocante a sus desemboques, es necesario destacar algunas semejanzas y diferencias.
En ambos aparecieron una línea oportunista derechista a partir del surgimiento de una nueva situación: en el caso del PCP, la prisión de la mayoría de su comité Central, cuando parte de esta dirección aboga que la revolución mundial entró en reflujo general y que no hay dirección proletaria para continuar la guerra. En el caso de Nepal, la dirección del PCN(M) pasa a defender la existencia de correlación de fuerzas internacional y regional desfavorables para el triunfo de la revolución. La similitud es que en ambos procesos una línea oportunista derechista propuso negociaciones para terminar con la guerra popular. La diferencia es que en el caso de Nepal el principal liderazgo del partido encabeza la LOD, mientras en el Perú nunca fue probado que el Presidente Gonzalo formara parte de la misma, además de la LOD ser instrumentalizada por los servicios de inteligencia del enemigo y encabezada por la mayoría de la dirección encarcelada. Otra diferencia importante y que puede ser reveladora del carácter y esencia de la línea ideológico-política de cada uno es el hecho de que en el Perú la Guerra Popular prosiguió combatiendo y derrotando la línea oportunista derechista y la reacción, mientras que en Nepal la capitulación de la dirección empantanó la revolución y ninguna fuerza divergente logró, por lo menos hasta el momento, retomar la guerra popular.
¿Qué es lo que dieron al proceso revolucionario internacional los treinta años de Guerra Popular en el Perú y el Pensamiento Gonzalo? Lo principal del Pensamiento Gonzalo es la comprensión del maoísmo como el desarrollo del marxismo-leninismo y su elevación a una nueva, tercera y superior etapa. Revela y comprueba la universalidad del maoísmo y lo aplica a la especificidad del Perú, como pensamiento guía de la Revolución Peruana y que a cierta altura deviene en pensamiento Gonzalo.
Recordemos que fue con la defensa y todo el trabajo de sistematización de la obra de Lenin hechas por el camarada Stalin que se sintetizó y arboló el leninismo como segunda etapa del marxismo. Ninguna nueva etapa del marxismo fue producida por encomienda, sino por el conocimiento de la verdad, en lo concreto de la lucha de clases y del proceso revolucionario de cada país y de la revolución proletaria mundial en su conjunto. O sea, que lo universal solamente puede existir a través de la particularidad que, a su vez, como resultado de su aplicación produce nuevas verdades universales. Eso forma parte de la teoría marxista del conocimiento según la cual sin síntesis no hay salto, no es posible el salto de calidad.
Todo proceso revolucionario aporta y enriquece el marxismo, pero un salto de calidad depende del momento en que se desarrolla la lucha de clases y la complexidad de problemas que se presentan, así como de la profundidad del proceso revolucionario determinado y solidez de la vanguardia que lo dirige. Y esto se verifica cuando el mismo se da, como una unidad, en sus tres partes constitutivas. No es sólo el caso del leninismo y del maoísmo, pero el propio surgimiento del marxismo se dio a partir de las tres corrientes del pensamiento que la humanidad más ha desarrollado, a saber: la economía política inglesa, el pensamiento socialista francés y la filosofía clásica alemana, y a la vez en la lucha contra ellas. Como ciencia, el marxismo necesita desarrollarse para responder a los problemas concretos de la realidad social.
Es necesario decir, aunque de pasada, que eso es diferente de lo que alega el presidente del Partido Comunista Revolucionario del Estados Unidos, Bob Avakian, hablando de la necesidad de nueva "síntesis" como condición para "fomentar una nueva onda de la revolución proletaria mundial", o de lo que propone Prachanda, del Partido Comunista Unificado de Nepal (maoísta), con su "socialismo del siglo XXI". En la verdad, tales proposiciones incuban la defensa de una superación del maoísmo.
Corespondió al PCP, teniendo al frente el Presidente Gonzalo, buscar en la vasta obra del Presidente Mao la sistematización y síntesis en sus tres partes constitutivas, el maoísmo, como nueva, tercera y superior etapa del marxismo. Desde el IX Congreso del PCCh (1969), y los años de 1970, muchos hablaron en maoísmo y de su condición de tercera etapa del marxismo, sin embargo solamente con el Pensamiento Gonzalo y en la Revolución Peruana es que se tiene una síntesis completa del maoísmo. Todos los procesos anteriores (aún aquellos que se proponían "maoístas") sólo consiguieron hacer un reconocimiento parcial de la significación de la gran obra del Presidente Mao, sin comprenderla como un conjunto integral y harmonioso de ideas, su carácter universal, reconociéndola en general como aplicable sólo para los países dominados.
Por lo tanto, esta es la cuestión en la cual se encuentra el centro de la polémica del movimiento comunista internacional, la de comprender y asumir cabalmente el maoísmo como nueva, tercera y superior etapa del marxismo, de que es inseparable el combate a todo tipo de revisionismo y oportunismo y su validez y necesidad para guiar la segunda gran onda de la revolución proletaria mundial en la actualidad.
Le tocó al Presidente Gonzalo resolver la necesidad de aplicar de forma creadora el maoísmo a la realidad peruana. De entrada como pensamiento guía y, luego, ratificado en el I Congreso realizado después de 8 años de Guerra Popular, como Pensamiento Gonzalo, que es el aspecto principal de la ideología que sostiene la línea política general de la revolución peruana, sistematizándola en su centro: la línea militar como guerra popular prolongada aplicada a la realidad del Perú. Así, sintetizó los aportes de la Revolución China y del Presidente Mao, inclusive elementos que se hallan dispersos en su obra teórica, y desarrolló conceptos fundamentales como el de la construcción de forma concéntrica de los tres instrumentos de la revolución – partido comunista, ejército popular revolucionario y el frente único revolucionario, en que se destaca el partido como el principal y centro de esta construcción; de la necesidad del partido militarizado y de la jefatura como centralización del liderazgo revolucionario. Pone en relieve y desarrolla la cuestión de la lucha de dos líneas y la necesidad de su correcto manejo como fuerza impulsora para la forja de un auténtico partido comunista. Al desarrollar el marco conceptual del capitalismo burocrático, toca en la piedra angular de la revolución en los países coloniales-semicoloniales, el correcto análisis de clases de esas sociedades, de la cual transcurre la línea política general, la estrategia y táctica, así como de los métodos y formas de lucha para el desarrollo y triunfo de la revolución de nueva democracia ininterrumpida al socialismo.
Tomando de los grandes jefes del proletariado internacional el abordaje de grandes periodos históricos, particularmente de Lenin y Mao, que los sintetiza como restauración y contrarrestauración, desarrolla un enfoque extraordinario del proceso de la revolución proletaria mundial, caracterizándolo en tres grandes etapas: la de la defensiva estratégica, del equilibrio estratégico y de la ofensiva estratégica. Según este, la revolución proletaria mundial, arrancando desde el lanzamiento del Manifiesto del Partido Comunista (1848), pasando por la Comuna de París (1871), triunfando con la Revolución Rusa (1917), desarrollando, bajo dirección de la Internacional Comunista, la etapa de defensiva estratégica hasta la II gran Guerra Mundial, alcanzando la etapa de equilibrio entre proletariado y burguesía, entre socialismo e imperialismo, con el triunfo de la gran Revolución China. Con la gran Revolución Cultural Proletaria en la China (1966) se desarrolló el equilibrio estratégico dando respuestas a grandes cuestiones pendientes para el marxismo y apuntando perspectivas brillantes para la revolución. Aunque con su derrota en 1976, concluyendo su primera gran onda, esto ocurrió con la revolución proletaria mundial alcanzando y legando a los revolucionarios un nivel muy elevado.
Con la Revolución Nicaragüense y principalmente la peruana se da inicio a una segunda gran onda de la revolución proletaria mundial que abre la época de la ofensiva estratégica. Para impulsarla y sostenerla el Pensamiento Gonzalo apunta la tarea de constituir y/o reconstituir partidos comunistas militarizados.
En el pasaje de los 30 años del inicio de la Guerra Popular en el Perú, destacamos la necesidad de que todos los revolucionarios y comunistas en el mundo estudien y profundicen la lucha en torno a su significado y balance, partiendo de su centro, el maoísmo, y de su comprensión, que nos es dada por el Pensamiento Gonzalo.
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Notas
1 Sendero Luminoso – Esta denominación fue dada al PCP y al Ejército Guerrillero Popular que dirige, por la prensa reaccionaria, así como por las "autoridades" del Estado Peruano y fue retirada de una consigna que los maoístas proferían en la fase preparatoria de la guerra popular: "Por el sendero luminoso de Mariátegui!", aludiendo a retomar las contribuciones que el gran revolucionario marxista-leninista peruano José Carlos Mariátegui aportara para la revolución peruana.
2 Senderólogos – Jauría de pseudo-intelectuales, pseudo-escritores, "analistas" e "investigadores" peruanos y extranjeros que se autodenominan "especialistas en "antropología, sociología y violentología". Estos, a través de todos los medios de comunicación, utilizándose de argumentos distorsionados, fabricados por la reacción, intentan difamar la Guerra Popular en el Perú, sirviendo de este modo a los objetivos del imperialismo, principalmente el yanqui, con artículos, libros y reportajes policialescas.
Estos senderólogos actúan como asesores de la CIA y de las fuerzas armadas en la guerra psicológica contrainsurgente desde el inicio de la Guerra Popular y la mayoría de ellos salió de las hileras de la Izquierda Unida: frente de partidos y organizaciones políticas que se reivindican de izquierda, entre las cuales un amontonado de partidos "comunistas" revisionistas, y onguistas. Muchos de ellos se hicieron miembros de gobiernos en el Perú.
La verdad es que el "Sendero Luminoso" sólo existe en las mentes empodrecidas de estos falsos "especialistas" mercenarios, como:
Raúl González autor de: "Ayacucho: por los caminos del Sendero", "Alto Huallaga y el Sendero Luminoso", y más una decena de títulos;
Carlos Tapia autor de: "Los militares y el Sendero Luminoso. Dos estrategias y un fin", entre otros;
Gustavo Gorriti autor de: "El Sendero Luminoso: Una Historia de la Guerra milenaria en el Perú", etc.;
Fernando Rospigliosi autor de: "El Sendero Luminoso en el Perú: Regreso al Pasado", entre otros;
Alberto Bolívar Ocampo autor de: "Insurgencia y contrainsurgencia en el Perú, 1980-1990"…
3 Equilibrio Estratégico – Concepto de la Guerra Popular que consiste en la segunda etapa estratégica de la misma, la de que la revolución teniendo al frente el partido comunista y su ejército guerrillero ya acumularon fuerzas tales que configura una nueva situación en la correlación de fuerzas entre revolución y contrarrevolución y entre las dos colinas en confrontación. Las otras dos etapas son respectivamente: la primera de la Defensiva Estratégica y la tercera y última de la Ofensiva Estratégica.
4 Discurso de la jaula – Pronunciamiento hecho por el Presidente Gonzalo cuando fue presentado a la prensa nacional e internacional en 24 de septiembre de 1992, en un patio de dependencias de la policía, en una gran jaula y vestido de uniforme de listas, en una tentativa de Fujimori y Montezinos de humillarlo y ridiculizarlo.
El contundente discurso proferido por un altivo y combativo Presidente Gonzalo frente una verdadera jauría sucumbió a los intentos de la reacción y resonó por el mundo como un llamamiento al proseguimiento de la guerra.
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