200 años de Karl Marx

Karl Marx no seu escritório em 1875, pintura de Zhang Wun
Karl Marx no seu escritório em 1875, pintura de Zhang Wun

200 años de Karl Marx

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Bicentenario de un Gigante del Proletariado Mundial

Nacido en 1818 en la ciudad de Trevis, Alemania, el genial pensador y dirigente del proletariado internacional Karl Heinrich Marx fue el fundador del comunismo científico, artífice de la táctica y de la estrategia revolucionaria del proletariado.

Su obra rigurosamente científica demostró de modo irrefutable la inevitabilidad de la sustitución del capitalismo por el comunismo, y que tal transformación sería obra del proletariado, guiado por su partido revolucionario, que por medio de su emancipación política (la conquista del Poder y establecimiento de la Dictadura del Proletariado como etapa de transición, el socialismo) conduciría a la emancipación de la Humanidad, a la sociedad comunista.

Marx estableció el materialismo dialéctico histórico, reconocido por su inseparable camarada de armas, Friedrich Engels, como marxismo. Sobre la lucha por la dirección de esta ciencia en el movimiento obrero, el propio Engels reconoció la condición de jefatura de Marx. Teoría como el arma con la cual el proletariado organizado en su destacamento de vanguardia podrá promover la “derrumbada violenta de toda la orden social existente” y edificar la sociedad sin clases, sin la explotación del hombre por el hombre: el comunismo.

Así, desde sus fundamentos, el marxismo afirmó la necesidad de la organización del proletariado en un partido diferente de todos los que habían surgido hasta entonces en la historia; la necesidad de la violencia revolucionaria como el método para la revolución y de la alianza con las demás clases oprimidas, todo bajo la dirección absoluta de ese partido revolucionario proletario.

En 1844, Marx conoció Friedrich Engels, de quien recibió inestimable soporte para erigir su monumental obra y a quien une esfuerzos en el trabajo conjunto que carga el indeleble sello internacionalista.

Fue así que, afrontando todo tipo de dificultades, en medio a la lucha cerrada contra las diversas doctrinas del socialismo pequeño-burgués y no-proletario, Karl Marx y Friedrich Engels dieron a luz la ciencia del proletariado, teoría y la táctica del socialismo proletario revolucionario.

Es a través del Manifiesto del Partido Comunista, obra de Marx y Engels publicada en 1848, que el movimiento comunista internacional recibió su certificado de nacimiento. Júbilo para el proletariado internacional que, a partir de este momento, pasó a contar con una misión, un programa, medios y tareas comunes definidas para enfrentar sus enemigos de clase. A partir de entonces una consigna comenzó a correr ciudades, llanuras y mares: Proletarios de todos los países, uníos! Voló sin tener alas y retumbó en el continente europeo atravesando océanos. Hoy, el timbre de su eco es escuchado firme y fuerte en todos los rincones del mundo.

La idea fundamental e íntima concebida en el Manifiesto – de que el proletariado, clase explotada y oprimida, no puede emanciparse de la clase que lo explota y oprime sin emancipar, a la vez y para siempre, toda la sociedad de la explotación, de la opresión y de la lucha de clases – pertenece única y exclusivamente a Marx, tal como afirmó Engels en 1883.

Esta ideología científica es el marxismo, todo-poderosa porque verdadera.

En esta obra inmortal, Marx y Engels exponen por primera vez de manera sistematizada su doctrina. Con claridad y precisión geniales presentan la nueva concepción del mundo, el materialismo consecuente, que comprende también el dominio de la vida social, la dialéctica presentada como la ciencia más vasta y más profunda de la evolución, la teoría de la lucha de clases y del papel revolucionario, histórico, mundial del proletariado, creador de una sociedad nueva, la sociedad comunista.

Al contrario de lo que quieren hacer creer los historiadores burgueses y revisionistas, en el intento de quitar su esencia revolucionaria, además de teórico, Karl Marx tuvo una práctica revolucionaria activa correspondiente con la ideología científica que desarrolló. Destacado militante y dirigente comunista, se lanzó en los movimientos revolucionarios europeos de diversos países, enfrentando la persecución política en Francia, Bélgica, Inglaterra y también en su país de origen, Alemania, donde fue detenido y expulso en 1849.

Colocándose siempre y voluntariamente al frente, en los estudios y en los combates del proletariado, tomó parte de la Liga de los Comunistas, sociedad secreta de propaganda, juntamente con Friedrich Engels, en 1847. En 1864, fue fundador y dirigente de la Asociación Internacional de los Trabajadores, la Primera Internacional. Combatió tenazmente el oportunismo, el socialismo utópico y las corrientes anarquistas que predicaban un “socialismo” no proletario.

Ya en 1871, tras la inolvidable Comuna de París, con la cual el proletariado osó por primera vez asaltar los cielos y en la cual muchos vuelcan solamente derrotas, el preciso análisis de Marx extrajo valioso aprendizaje para los futuros combates del proletariado y su partido. Hasta entonces el proletariado que solamente conocía la burguesía en la revolución, en medio a tan gloriosa epopeya, puede conocerla en la reacción y extraer lecciones preciosas para su causa.

Desarrollo del marxismo

Así, la ideología científica del proletariado, en medio a fuertes tormentas, probó su amplitud y profundidad. Navegando sin poder ser contenida, avanzó y fue desarrollada tal como sus propios fundadores habían indicado.

El gran Lenin, jefe del glorioso Partido Bolchevique, y ambos – jefatura y partido – en la cabeza de las masas más profundas de Rusia, aplicaron de forma creadora las verdades universales del marxismo a las condiciones de Rusia de 1917, alcanzando la victoria de la revolución proletaria y elevando el marxismo a una nueva etapa, el leninismo. Defendido y aplicado en la edificación del primer Estado socialista de la historia por el camarada Stalin, hasta el año de 1953.

Luego después fue el Presidente Mao Tsetung, el gran Timonero, que como jefatura del Partido Comunista de China y de la Revolución China, dirigió el proletariado y el pueblo en la senda revolucionaria, alcanzando otros dos grandes hechos de la Revolución Proletaria Mundial: la Revolución de Nueva Democracia y Socialista y la gran Revolución Cultural Proletaria. Así, en dura lucha contra el revisionismo moderno, el Presidente Mao desarrolló el marxismo en sus tres partes constitutivas – filosofía marxista, economía política marxista y socialismo científico –, elevándolo a una nueva, tercera y superior etapa, deviniéndose en marxismo-leninismo-maoismo.

Como parte de las celebraciones en honras al bicentenario de Karl Marx, publicaremos en las páginas del AND una serie de artículos en defensa de la obra de este que fue uno de los mayores pensadores revolucionarios de la Historia de la Humanidad.

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