Los vendedores ambulantes de São Paulo están en plena jornada de luchas contra la política anti pueblo de Gilberto Kassab que, juntamente con la UNIVINCO (Unión de los comerciantes de la 25 de Marzo y Adyacencias), desencadenaron nueva ola de persecuciones y represión.
Ambulantes foram proibidos de trabalhar por 100 dias na Rua 25 de Março
La municipalidad alega la necesidad de retirar los ambulantes por un plazo de cien días, a partir de las vísperas del día de las madres, la segunda mejor data para el comercio, comprendiendo aún la fecha comercial del — día de los novios— (12 de junio), época en que los ambulantes trabajan para lucrar lo máximo para el sostén de sus familias en los meses de baja venta.
Aún según la municipalidad, el objetivo de la acción represora es hacer la limpieza de la calle y del sistema de drenaje, cohibir el tránsito irregular de vehículos y disminuir los índices de criminalidad. Para cumplir con esa orden, la municipalidad accionó la Guardia Civil Metropolitana — GCM, Policía Militar y Compañía de Ingeniería de Tráfico — CET. Desde el día cuatro de mayo, 100 agentes de la GCM, además de la PM, ocupan militarmente la Calle 25 de Marzo, a partir de las 5 horas de la mañana, para garantizar que los 74 ambulantes registrados por la municipalidad permanezcan en una área aislada de comercio, en el marasmo de la Plaza Coronel Fernando Costa, donde no están consiguiendo vender ni diez reales por día. Además de eso, el ostensivo aparato de represión impide que los otros 3 mil ambulantes que tienen punto en la región hace años puedan vender sus mercancías.
Andrea Matarazzo, Secretario Municipal de las Subprefeituras de São Paulo, órgano responsable por la acción, en entrevista a la Red Record en 7 de mayo último explicó los reales motivos de la operación. Él esclareció sobre la necesidad de "concientización de la población de la irregularidad de los ambulantes" y que "cada centavo que la población da a ellos va para la financiación del crimen organizado". He ahí el contenido anti pueblo de la política de Kassab y Matarazzo: criminalización de la pobreza.
Luciano José Luiz da Silva, que trabaja en la 25 de Marzo hace 6 años, afirma que todos sus productos tienen boleta fiscal y también emite boleta fiscal.
— La municipalidad dice que combate la piratería, pero ya me prendieron varias veces, aún mostrando la boleta para la policía, que alegó que yo no tenía licencia para trabajar e incautaron mis productos.
Para el Movimiento de los Ambulantes de São Paulo — MASP:
— El fin del comercio ambulante sólo interesa a los grandes comerciantes, pues el comercio ambulante beneficia pequeños y medios comerciantes de la región que venden más debido a la gran circulación de personas, inclusive generando más empleos para los trabajadores del comercio. Interesa también a los consumidores, que pueden adquirir mercancías más baratas — afirmó Juarez José Gomes, activista del MASP.
— Nosotros queremos nuestro derecho de trabajar — asegura Conceição Silveira Guimarães — En la ley laboral no dice que debemos robar, prostituir, matar y traficar para tener el derecho de vivir. Eso es que lo es condenado por la ley. Nosotros lo queremos es trabajar de forma digna y honesta. Sólo que los políticos y magnates, ladrones de cuello blanco tratan los pobres como basura. Entonces nosotros vamos para cima si no haber acuerdo, pues necesitamos sostener nuestras familias.
En dos semanas de ocupación militar los ambulantes hicieron manifestaciones y protestas. Recorrieron la Calle 25 de Marzo y adyacencias, fueron a la municipalidad y a la cámara de concejales. Con muchos silbidos y consignas, cerca de 300 ambulantes reivindicaban por su libre derecho a trabajar. Llegaron a ser reprimidos con espray de pimienta. Pero no desanimaron.
Muchos aún intentaron continuar trabajando, pero tuvieron sus mercancías incautadas por la GCM. Tras la primera semana de movilizaciones, algunos de los ambulantes consiguieron autorización judicial para volver a trabajar en la 25 de Marzo y están luchando por su derecho garantizado en ley (ley nº 11.039, de 23 de agosto de 1991) de ejercer su actividad cargando junto al cuerpo su mercancía.
— Yo no tengo otra forma, ni otra renta a no ser trabajar como ambulante y voy a luchar hasta el final — resaltó Ana Paula, que trabaja hace 4 años en la 25 de Marzo vendiendo açaí.
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