Bancos Centrales de todo el mundo deliberan contra los trabajadores

https://anovademocracia.com.br/46/06.jpg

Bancos Centrales de todo el mundo deliberan contra los trabajadores

Según la mitología imperialista, la historia acabó, la lucha de clases es cosa del pasado y las grandes cuestiones económicas hace mucho dejaron de ser determinadas por intereses que se sobreponen a otros, prevaleciendo el aspecto alegado científico, normalmente justificado por un supuesto vaivén autónomo del mercado y por el moderno pensamiento gerencial. Uno de los mayores fraudes que emergen de ese enmarañado de ficciones, creadas por los ideólogos de la burguesía, es la idea de que los Bancos Centrales de cada país no toman decisiones políticas, apenas técnicas. Resumiendo, tratan de hacer creer a las masas que las políticas monetarias adoptadas por ahí, al final, no son políticas.

Ante esta nueva crisis en que el sistema capitalista global está metido hasta el cuello, ¿cómo no serían políticas las decisiones monetarias que tratan de colocar orden en la casa, para que el capital financiero y monopolista perpetúen el ritmo de crecimiento de sus tasas de lucro, en nombre del buen funcionamiento de los engranajes de la explotación de los pueblos del mundo?

Al contrario. Las políticas, y no las técnicas, adoptadas hoy, desde el Federal Reserve Board –el Banco Central yanqui– hasta el Banco Central Europeo, pasando por el Banco Central de Brasil, constituyen verdaderas expresiones del poder económico tanto global cuanto local, que a veces se confunden y otras demandan por decisiones de acuerdo con las particularidades de cada uno. Pero la norma en tiempos de crisis es una sola, la de que los bancos centrales deben estar en la línea de frente de la administración del sofoco capitalista.

Y así viene siendo hecho, ahora que la inflación en alta y la amenaza de recesión aterrorizan los países ricos de los dos lados del Atlántico Norte y se refleja en las economías de todo el mundo, subordinadas al gran capital de los países imperialistas gracias a la connivencia de sus administraciones nacionales. Y la receta adoptada para hacer frente a la crisis es bastante ortodoxa: penalizar los trabajadores y favorecer los banqueros con el aumento de las tasas de interés, esto en economías adonde los lucros bancarios vienen siendo duplicados a cada dos años y donde las actualizaciones salariales ni siquiera alcanzan los niveles de la inflación.

Dominación monetaria

Haciendo el camino inverso al de la crisis del sistema capitalista global, no  es posible comprenderla sin tener en cuenta la naturaleza del Federal Reserve, el banco central más poderoso del mundo. El llamado Fed es en realidad un club privado cuyo consejo es constituido por los 12 mayores bancos de USA. Es esta docena de banqueros quien determina que todos los países del mundo deben tener reservas monetarias en dólar, haciendo de la moneda yanqui otro instrumento de dominación.

La política del Fed de garantir la farra del endeudamiento de los trabajadores de USA a tasas de interés dignos de usura no tenía nada de imperativo técnico, y resultó en el detonador de la crisis actual cuando las financieras yanquis comenzaron a registrar tasas de insolvencia mayores de las que esperaba. Fue el inicio de la llamada crisis de los empréstitos de alto riesgo. Y como toda buena crisis capitalista, los poderosos tratan de salvaguardar los suyos. La línea de socorro que el Fed brindó a las instituciones financieras yanquis quebradas ya está en torno de los 100 mil millones de dólares. 

Mientras tanto, la crisis llega a los trabajadores de USA en la forma de desempleo, precariedad, pérdida del poder adquisitivo de los salarios y corte de ciertos derechos y garantías.

La misma especie de concertación viene siendo realizada en varios otros países. Ahora en agosto, a lo largo de pocos días, los bancos centrales de la Unión Europea, Japón, Canadá, Suiza y Australia, además del propio banco central yanqui, inyectaron un total de 323 mil millones y 300 millones de dólares en sus respectivos sistemas financieros, saliendo en defensa de sus representados con esta fuerza, digamos nada módica.

¿Y el Banco Central de Brasil?

En un estudio llamado “Mayores bancos privados de Brasil: un perfil económico y sociopolítico”, el profesor Ary Cesar Minella, de la Universidad Federal de Santa Catarina, levanta algunos datos que sirven para demostrar que el Banco Central de Brasil está lejos de ser una instancia donde se toman decisiones técnicas en pro del bien general de la población. El Bacen, como otros Bancos Centrales y en dupla con el Ministerio de la Hacienda, es en realidad un órgano político donde se hacen valer los intereses del capital.

Esto queda evidente con la constatación de que los sucesivos presidentes y directores del banco central vienen directamente del tope de las instituciones financieras privadas, y para ellas retornan después que salen del Bacen. En su estudio, el profesor Ary Cesar Minella dice ser emblemática la indicación de algunos nombres para ocupar la presidencia de la institución.

Sarney, por ejemplo, indicó un banquero que dirigía la entonces Asociación Brasileña de Bancos Comerciales. Uno de los escogidos por Fernando Henrique Cardoso vino directamente del sistema financiero internacional, el mismo criterio utilizado por Lula para colocar Henrique Meirelles en la presidencia del Bacen.

Según Minella, en la última década del siglo XX y en el inicio del siglo XXI circularon por el grupo Itaú nada menos que dos presidentes del Banco Central, Pércio Arida y Gustavo Loyola, y otros seis directores, entre los cuales Tereza Grossi, que era directora de fiscalización del Bacen en la época en que Salvatore Cacciola compraba dólares a precio de banana junto a la institución.

Con el Unibanco fueron siete los directores del Bacen vinculados anterior o posteriormente a su paso por el órgano oficial. Pedro Malan, por ejemplo, salió directamente de la presidencia del Banco Central para la presidencia del consejo de administración del banco de la familia Moreira Salles.

Recientemente, otros dos directores pasaron a prestar servicios para el ABN Amro. Todo esto sin contar con el hecho de que Luíz Inacio fue buscar en el Banco de Boston su hombre de confianza para conducir la política monetaria de la gerencia FMI-PT.

Pero estas son apenas las dimensiones más evidentes de una relación que va mucho más allá de mera complicidad entre la política monetaria del Estado brasilero y los intereses de las corporaciones financieras. Los desdoblamientos de esta asociación entre la banca nacional o internacional y el Bacen se revelan más claramente en su funcionamiento. Por otro lado, cuanto a los resultados, es más que conocido que ella viene siendo muy fructífero para el capital financiero, como demuestran los lucros records divulgados a cada trimestre por los bancos que operan en nuestro país.

Ahora, durante la crisis capitalista que abala el poder económico en todo el mundo, el Bacen aprovecha para aumentar los intereses, hasta cuando la inflación da señales de mengua, dejando de lado el pretexto habitual para apalancar los lucros bancarios. No por acaso Henrique Meirelles además de ser el actual presidente del Banco Central, es también presidente de honra de la ABBI, la asociación Brasileña de Bancos Internacionales.   

Traducciones: [email protected]

Ao longo das últimas duas décadas, o jornal A Nova Democracia tem se sustentado nos leitores operários, camponeses, estudantes e na intelectualidade progressista. Assim tem mantido inalterada sua linha editorial radicalmente antagônica à imprensa reacionária e vendida aos interesses das classes dominantes e do imperialismo.
Agora, mais do que nunca, AND precisa do seu apoio. Assine o nosso Catarse, de acordo com sua possibilidade, e receba em troca recompensas e vantagens exclusivas.

Quero apoiar mensalmente!

Temas relacionados:

Matérias recentes: