Enviamos al periódico este breve relato de la delegación del Sindicato de los Trabajadores en las Industrias de la Construcción de BH y Región (Marreta), Liga Operaria y del Movimiento Estudiantil Popular Revolucionario (MEPR) que fue hasta Brumadinho después de la criminal rotura de la represa del Feijão, de la Vale, en aquel municipio.

Fuimos hasta las áreas afectadas, visitamos las casas de habitantes, conversamos con trabajadores y habitantes locales en Brumadinho, próximo a las instalaciones de la Vale y en el poblado del Córrego de Feijão.

Por las calles de Brumadinho, más allá del dolor y destrucción causados por la Vale y sus cómplices de los gobiernos,  encontramos  personas tristes y aprensivas buscando  noticias de parientes o conocidos. Lo que se veía es que los alcanzados no pueden contar con una autoridad civil para dar solución a sus demandas. Hay, sí, muchos policías militares y civiles y agentes a paisana, además de aquellas personas claramente identificadas como “de la Vale”.

Los bomberos, en su incesante trabajo de rescate, cuentan con el apoyo y aprecio de la población.

La Vale, además de intentar monopolizar la atención médica y asistencia psicosocial a los alcanzados, venía confeccionando una lista de las familias alcanzadas con la promesa de “indemnización extrajudicial”. El Movimiento de los Alcanzados por Barragens (MAB) denunció el hecho de la minera haber contratado a Sinergia, misma empresa responsable por la confección de la lista de familias afectadas por la represa de Fundão en Mariana, para realizar ese trabajo en Brumadinho. A pedido de las Defensorias Públicas de la Unión y de Minas Gerais, el Ministerio Público impidió que eso continuase siendo hecho.

En el poblado del Córrego del Feijão recorrimos casa por casa de los habitantes distribuyendo el boletín del Marreta y de la Liga Operaria.

Oímos denuncias y relatos contundentes, como el de un señor que está acogiendo en su casa sus dos hijas que perdieron sus maridos enterrados por la lama. Él nos relató que todo lo que ha recibido (desde comida a ropas) es fruto de donaciones. Fueron tantas acciones espontáneas de solidaridad de las masas que los órganos oficiales pasaron a emitir comunicados dispensando donaciones y voluntarios. De hecho, la inmediata movilización de las masas para donar alimentos, agua potable, ropas y otros ítems de primera necesidad, además de los voluntarios que se dirigieron la Brumadinho para prestar todo tipo de auxilio a los alcanzados, es mucho mayor que las acciones del viejo Estado.

Habitantes y trabajadores que oímos nos relataron que desde abril del año pasado había denuncias sobre la inseguridad de la represa. En noviembre hubo una simulación en la vila del Córrego del Feijão y una señora nos dijo que, en el momento de la ruptura de la represa, quien corrió para donde fue orientado durante la simulación murió; los que decidieron seguir sus instintos y buscaron locales más elevados sobrevivieron.

Una pareja de ancianos nos recibió delante de su residencia y repitió aquello que ya habían dicho a los agentes de la Vale que pasaron antes por allí: “De aquí no salimos”. “Esto aquí es todo lo que tenemos y ahora quieren tirarnos de aquí. ¿Para dónde vamos? La Vale tiene que darnos otra casa.”.

Operación ‘encubrir’

Cuando las primeras imágenes de la rotura de la represa fueron divulgadas, la primera manifestación en los monopolios fue de choque e indignación. Cuando fueron divulgados los detalles de las imágenes que mostraban personas siendo tragadas por el tsunami de lama y el rescate de las primeras víctimas, creció el cobro por aclaraciones y medidas para que esto no se repita. Pasados pocos días, lo que vemos por parte del monopolio de la prensa es una verdadera operación de encubrimiento para librar a la Vale y sus directores de responsabilidad criminal. Afuera las campañas publicitarias millonarias “lamentando” lo ocurrido, los anclas de los noticiarios pasaron a ponderar la “gran importancia de la Vale para la economía nacional” y la difícil reanudación de la rutina para los alcanzados.

El sentimiento de indignación contra la explotación mineral predatoria y los crímenes que se dan a través de ella han tomado forma de protestas en todas las regiones del país. Solamente en Minas Gerais, hasta el cierre de este texto, ocho explotaciones de la Vale tuvieron sus trabajos interrumpidos por determinaciones judiciales.

El pueblo clama por justicia. Una señora que perdió muchos amigos y conocidos nos dijo: “no debían existir esas represas,  fue un crimen, no fue por casualidad. ¡Ellos sabían! La Vale sólo quiere dinero. No le importa trabajador, pobre, con Brumadinho. Muchos trabajadores de aquí trabajaban allá y fue una pérdida muy grande. ¡Esa Vale tendría que desaparecer de aquí y acabar!”.

La historia de nuestro país es marcada por el robo de nuestras riquezas naturales y de los más bárbaros crímenes cometidos por las clases dominantes contra el pueblo. Es también una historia de continua lucha y revuelta de las masas. ¡Todo el dolor y sufrimiento de nuestro pueblo debe convertirse en organización y revuelta contra la explotación, opresión la espoliación de la patria!