Campesinos aprendiendo a gobernar

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Campesinos aprendiendo a gobernar

Assembléia do Poder Popular repleta dos proprietários dos lotes da A. R. José Ricardo

El día 26 de abril, más de 800 campesinos se reunieron para festejar una gran conquista: el corte de la Hacienda Riachão, localizada en el municipio de Lagoa dos Gatos, interior de Pernambuco. El sol estaba radiante, interrumpiendo días de lluvia que preocupaban los organizadores de la fiesta. Hasta la naturaleza paró para asistir a la victoria campesina de la Revolución Agraria. Todo estaba muy bien organizado. En el camino hasta el área, banderas rojas ondeaban al viento. En la entrada del campamento una enorme bandera de la Liga de los Campesinos Pobres. Adoquines pintados de blanco con cuidadosas letras rojas decían "¡VIVA La REVOLUCIÓN AGRARIA!" y conducían los invitados hasta las dos grandes chozas preparadas para recibirlos.

Todo el cuidado en la ornamentación demostraba la importancia de aquel día para los campesinos de Riachão. Finalmente, irían a recibir el título de sus tierras, la realización de un sueño después de más de 6 años de luchas y sufrimientos. El título de la tierra impresiona por la calidad: un mapa coloreado de toda la hacienda y en destaque el mapa de la parcela con la medida exacta del lote: "7 hectáreas, 32 áreas, 24 centésimos". La ejecución del trabajo: Grupo de Ayuda Mutua del Corte Popular; la dirección: Asamblea del Poder Popular y Comité de Defensa de la Revolución Agraria. ¡Todo muy bueno, con olor de nuevo poder! ¡Claro que el Incra y la fracasada "reforma agraria" no podrían hacer un trabajo tan bien realizado! La organización independiente de las masas es infinitamente superior a la burocracia del viejo Estado burgués-latifundista.

El día comienza con fuegos artificiales. La primera actividad es una celebración religiosa, mientras sigue la actividad frenética de las compañeras responsables por preparar alimentación para mil personas! Luego enseguida los jóvenes del campamento presentan la pieza de teatro La vida de Ricardo, que emociona fuertemente a todos. José Ricardo fue el mayor liderazgo de estas masas y desgraciadamente murió en un accidente de moto en agosto del año pasado. Después de la pieza todos asistieron una película de 35 minutos, exhibida en un telón, que recordaba los principales momentos del Corte Popular. La mesa es compuesta con invitados, liderazgos campesinos y apoyadores. Después de las hablas se inicia el gran momento de la entrega de los lotes. Campesinos, vestidos con sus mejores ropas, junto con sus familias, reciben orgullosos el título de sus tierras. 67 familias reciben sus parcelas y otras 3 reciben la autorización de la APP y del CDRA para cultivar en el área colectiva.

El momento es de gran emoción y alegría. La presidenta del Sindicato de los Trabajadores Rurales de Lagoa dos Gatos, compañera Zefinha, hace una excelente síntesis de lo que representaba aquel Acto:

Me gustaría cantar en coro con ustedes cómo lo hacemos en nuestras manifestaciones: ¡La lucha del pueblo es de verdad, los trabajadores tienen que tomar el Poder!  ¡Felicitaciones para ustedes, porque hoy tomaron el Poder!

El acto de entrega de los lotes es concluido con los campesinos cantando el himno de la Revolución Agraria, Conquistar la tierra, y el himno internacional de los trabajadores, La Internacional. Después del almuerzo comenzó el forró (baile) que duró toda la noche…

Mucho más que una fiesta

La fiesta del corte fue sólo la coronación de una enorme conquista de los campesinos, que va mucho más allá de la división de tierras de un latifundio y el establecimiento de parcelas individuales. Muchos podrán decir que el Incra ya hizo esto centenas de veces por todo Brasil y que existen miles de asentamientos "de la reforma agraria" en nuestro país. La mayoría de ellos fracasados, añadiríamos. Pero cuando campesinos se organizan y ejecutan este corte, sin esperar por el viejo Estado, y en verdad asumiendo el papel de (nuevo) Estado, naturalmente la cosa adquiere otra calidad. Finalmente, las masas, a su manera, encuentran soluciones mucho más eficientes, simples y radicales de que los putrefactos órganos gubernamentales para los asuntos agrarios.

Caminho decorado com bandeiras vermelhas
levava os convidados até a festa do Corte

Uno de los compañeros responsables por la ejecución del corte afirmó:

Más difícil de que realizar la medición y división de la tierra fue hacer los encajes de las familias en sus parcelas — esto porque como los campesinos ya hace más de 6 años viven y trabajan en estas tierras, muchos ya poseían sus "situaciones formadas". "Situación" es donde el campesino invirtió trabajo y recurso para limpiar y plantar algún tipo de labranza. Uno de los compromisos de José Ricardo era que nadie iría a perder su situación, y tendrían prioridad los compañeros que más lucharon y más trabajaron. Una de las cuestiones claves de la conquista de la tierra es la producción, tanto para sostener las familias cuanto para legitimar ante la sociedad la lucha, colocando en práctica la consigna de "tierra para quién en ella trabaja". Pero muchas veces los compañeros no se entregan de manera decidida a la producción, pues no tienen certeza de donde van a quedarse cuando la tierra salir. En Riachão fue diferente: confiando en la promesa de Ricardo, los campesinos se entregaron de cuerpo y alma a la producción. Garantizar, por lo tanto, las "situaciones" era una cuestión clave del Corte Popular, sin embargo nada fácil…

¿Cómo actúa el viejo Estado y los oportunistas?

Para el viejo Estado es simple: primero intenta de todas las formas impedir que las masas campesinas tomen u ocupen latifundios, dando todo el soporte jurídico y militar para impedir la democratización de la propiedad de la tierra. Cuando no consiguen impedir las ocupaciones, Incra y Ouvidoria Agraria intentan de cualquier manera impedir que las laboriosas familias campesinas planten en el latifundio. Para esto, cuentan con la providencial ayuda de los movimientos oportunistas, particularmente la dirección del MST, que de toda manera intentan impedir que los campesinos produzcan en la tierra ocupada. Impedir los campesinos de plantar es negarles el derecho a la libertad. Pero es esto aún lo que quieren los oportunistas, que así pueden usar las cestas básicas de la Conab para controlar y manipular las masas.

Cuando, después de años de engaños y aplazamientos, finalmente el Incra desapropia el latifundio, se inicia otra novela: la espera por la división de las parcelas. Los campesinos continúan prohibidos de plantar. Esta espera puede durar años, como es el caso de la Hacienda Faísa, en Pentecoste, Ceará, que ya fue desapropiada hace dos años, pero sin previsión del Incra para ser cortada. Mitad de las familias sigue la prohibición del Incra y del MST de no plantar, otra mitad desobedece y va sobreviviendo de manera libre con su propio trabajo. Esta misma situación se repite en la Hacienda Jussara, Quipapá-PE, y en el complexo Agrisa-Peixe en Alagoas.

Com as terras nas mãos do poder popular a fome acabou e já se pode pensar no futuro

Después de años bajo la lona negra, esperando el latifundio ser desapropiado, después otros años más esperando él ser cortado, o sea, cuando después de por lo menos una década de lucha, sin poder plantar, las familias campesinas reciben del viejo Estado su parcela, como es hecha la división — Primero: para el Incra la tierra pertenencia al movimiento y no al pueblo que allá luchó. Queda entonces a cargo de ésta o de aquella dirección decidir quién va o no recibir la parcela. Este es siempre un momento de mucha tensión en los campamentos donde se oyen constantemente los "dirigentes" oportunistas que digan que van "a quemar" fulano o mengano ("queme" = quite de la lista, la famosa RB — Relación de Beneficiados del Incra). Después, la división de la tierra es hecha aleatoriamente, sin respetar la "situación" de los compañeros, despreciando los intereses de las masas y, normalmente, las mejores tierras quedan para los "protegidos" y no para quien más luchó y trabajó.

¿Cómo resolver estas contradicciones?

La contradicción con el latifundio, la burguesía y su viejo y empodrecido Estado, es decir, los enemigos de los campesinos pobres, es resuelta a través de la Revolución Agraria, de la aplicación del Programa Agrario y de Defensa de los Derechos del Pueblo. Revolución Agraria significa: tomar y cortar todas las tierras del latifundio. Este programa representa, en la práctica, para los campesinos en lucha, el fin de la espera interminable en la orilla de la carretera por la fallida reforma agraria del viejo Estado. Así, las masas son encorajadas a tomar el latifundio e iniciar inmediatamente el plantío de las tierras. Esta política, por sí sola, ya resuelve muchas otras contradicciones entre la propia masa. En la medida que el corte acontezca rápidamente no existe el problema del "encaje" y de las "situaciones". Pero ni siempre esto acontece, como fue el caso de Riachão, que antes estaba bajo la bandera del MST y solamente hace un año izó la bandera roja de la LCP.

Sin embargo, además de las contradicciones con los enemigos de clase existen las contradicciones en el seno del pueblo, que de la misma forma necesitan ser correctamente solucionadas para aumentar crecientemente la unión y organización de las masas. El Presidente Mao Tsetung, líder de la gloriosa Revolución China, nos dejó ricos enseñamientos sobre esta cuestión, demostrando que contradicciones de naturaleza diferentes necesitan de métodos diferentes para ser solucionadas. A saber, las contradicciones entre el pueblo y sus enemigos se resuelven por la violencia, por la revolución, ya las contradicciones en el seno del pueblo deben ser solucionadas a través de la democracia, del convencimiento. Tratar las contradicciones en el seno del pueblo como si fueran entre nosotros y nuestros enemigos sería un gran error que impediría la unión del pueblo. Tratar las contradicciones con los enemigos del pueblo como si fueran con amigos, llevaría a la conciliación de clases, a las ilusiones, a la derrota de toda y cualquier lucha.

Tratar correctamente las contradicciones en el seno del pueblo ni siempre es fácil, a veces se hace más difícil de que resolver las contradicciones con los enemigos. La experiencia del Corte Popular del área Revolucionaria José Ricardo fue muy rica en este aspecto, por esto oímos la afirmación del responsable técnico de que "el encaje de las familias fue más difícil de que la topografía". Pero no podría ser de otra forma. Y la unidad expresa el día de la fiesta ya nos anticipa que las contradicciones fueron correctamente solucionadas.

La construcción del Corte Popular

La primera contradicción en el seno del pueblo que surgió durante el Corte fue en torno al tamaño de las parcelas y del número de familias que recibirían lotes. Esta cuestión fue tratada en la primera Asamblea del Poder Popular, luego después de haberse concluido la confección del mapa y haberse determinado el área total de la hacienda (599 hectáreas). Había la siguiente cuestión: cerca de 70 campesinos participaron de la lucha hasta el fin, pero algunos llegaron en el final, otros en medio, había los que no vivían en el campamento, los que habían luchado pero se habían  alejado, etc.

Surgió la propuesta de dar 10 hectáreas para los 38 que vivían en el campamento y el "resto" para quien la Liga quisiera. Fue evaluado que esta era una propuesta incorrecta, pues aunque fuera correcto dar prioridad a los que lucharon desde el inicio y vivían en el área, si fuera aprobada crearía en el futuro dos tipos de personas: "los que lucharon" y los "que no lucharon"; "los que tenían 10 hectáreas" y el "resto". Finalmente, sería imposible de ahí en adelante unificar la masa en torno a objetivos comunes. La APP decidió entonces que no habría diferencia en el tamaño de las parcelas, que la diferencia entre los que lucharon más y los que lucharon menos (pues todos lucharon) se daría en la prioridad de la elección de las parcelas.

Estas decisiones fueron importantes, pues elevó la unión de la masa, una vez que había mucho trabajo por el frente (el corte de todas las parcelas). Fue correcto, porque permitió resolver una contradicción — la principal —  definitivamente. Aplazada la cuestión de los que "lucharon menos", la contradicción principal pasó a ser entre los que "lucharon más", particularmente los que tenían situación. Como el plantío se hacía naturalmente en las áreas próximas al campamento, si todos los que tuvieran sus "situaciones" recibieran ahí sus parcelas, estas quedarían muy pequeñas, con 1 o 2 hectáreas. Pero el apego del campesino a la tierra trabajada, regada por su sudor, es enorme, y muchos prefirieron recibir parcelas menores, pero que quedasen donde dedicaron sus esfuerzos. Sin embargo, sería imposible e improductivo encajar todos en estas condiciones. Se inició por parte del CDRA un largo trabajo de "costura" entre los campesinos para atender a todos. El Comité pasó de casa en casa con el mapa en la mano para que cada familia apuntara la parcela que quería. Algunas veces la solución tardaba, pues había dos campesinos deseando la misma parcela. Eran hechas consultas para ver quién merecía más determinado lote. Se evitaba al máximo llevar la decisión para la Asamblea, como dice el cantor pernambucano comparando el rey y el pobre: "Su justicia es en el foro, mi ley es el consenso…". Esta fue la fase de la democracia.

Pero acontece que muchas veces la parcela del mapa no salía exactamente como lo imaginado… Esto creó un serio problema para el equipo del Corte, pues cuando iba a cortar determinada parcela allá estaba el "dueño" presionando al responsable por el teodolito para "estirar la divisa para allá o para acá". Esta situación llegó casi a inviabilizar el trabajo. Fue convocada entonces una sesión extraordinaria de la APP, donde el responsable técnico del Corte colocó una determinación: "A partir de hoy nadie más discute parcela y los compañeros sólo serán dueños de sus parcelas después de recibir sus certificados en la fiesta del Corte". Esta determinación fue acepta y aprobada por las masas.

El problema era el siguiente: los intereses individuales estaban prevaleciendo sobre los intereses colectivos y, a medida que el Corte iba avanzando, algunos compañeros iban cuidando de "sus" parcelas antes de concluirse el trabajo. Se trataba de la contradicción entre los intereses colectivos y los intereses individuales. Fue debatido en la APP que sin antes solucionar el interés colectivo sería imposible garantizar los intereses individuales, pues de nada serviría "tener" la parcela si el Corte no fuera sostenido y defendido por todos. Esta fue la fase del centralismo.

La actitud aparentemente autoritaria del responsable por el Corte en realidad revela un aspecto fundamental de la nueva democracia. Cualquier forma de gobierno representa una unidad de contrarios: a la vez que es una democracia, es también una dictadura. Por ejemplo, en el capitalismo vivimos bajo la dictadura burguesa, que es democracia para una minoría y dictadura para la mayoría. En el socialismo viviremos la dictadura democrática del proletariado, es decir, democracia para las amplias masas de obreros y campesinos y dictadura contra los enemigos del pueblo, la burguesía, el latifundio y el imperialismo. ¿Pero como en la APP, como se resuelve esta contradicción? En la APP no existen enemigos, pero la democracia también representa una unidad de contrarios entre centralismo y democracia. El centralismo-democrático es el método de la democracia popular, de la nueva democracia. Este método consiste en que la minoría debe someterse a la mayoría y que los organismos inferiores deben someterse a los superiores. O sea, después de un momento de democracia, donde todos defienden sus puntos de vista es preciso tomar una decisión, que debe ser acatada por todos, aunque sea dada a la minoría el derecho de seguir defendiendo sus opiniones. Se trata aquí, también, de la contradicción entre individuo y colectivo, donde el individuo debe someterse al colectivo, la parte en total.

Fue así, aplicando el centralismo democrático, a veces prevaleciendo la democracia, a veces prevaleciendo el centralismo, que el Corte Popular fue concluido. El día 22 de abril, fue realizada la última sesión de la APP antes de la entrega de los lotes. Esta fue una Asamblea aguardada con gran expectativa, pues sería decisiva, aprobaría cuáles familias recibirían parcelas y cuáles serían estas parcelas. Primero se votó la situación de los campesinos que participaron de la lucha desde el comienzo. Después, el restante fue siendo aprobado nombre a nombre, con derecho a defensa y al contradictorio. La mayoría no tuvo votos contra, aunque muchos hayan después confesado que "no votaron ni a favor, ni contra", que "eran contra, pero prefirieron no manifestarse". Otros fueron aprobados por pocos votos, pero fueron incluidos y, como todos, tendrán que asumir los derechos y los deberes de esta Área Revolucionaria.

La lucha apenas comenzó

La fiesta coronó la decisión de la APP, pero de forma alguna concluyó las contradicciones. Los embriones del Poder Popular representan seria amenaza para el latifundio y el oportunismo y con certeza seguirán siendo contestados de diversas maneras hasta prevalecer definitivamente.

Aún habrá mucha lucha de los campesinos, pero es claro que el paso decisivo ya fue dado. El aprendizaje de cómo gobernar y como solucionar la contradicción en el seno del pueblo será fundamental para los próximos desafíos. Pues, desde que el pueblo se mantenga unido, organizado y preparado, podrá vencer cualquier batalla.

La conclusión del Corte Popular y la Liberación de José Ricardo

El día 03 de abril de 2008, después de una intensa campaña de defensa política, José Ricardo fue liberado. Este mismo día fue a Lagoa dos Gatos a encontrarse con su madre que estaba en la casa de su novia en la Vila Riachão de Dentro. Ricardo pasó frente al Campamento Riachão, pero no pudo parar, pues tendría que ir aquel día a Maceió para reunirse con sus abogados. El día 05 de abril, Ricardo vuelve a Riachão; conoce cada compañero, pues él, desde el inicio, dirigió y organizó todas las luchas para la conquista de esta tierra. La dirigente local del MST amenazaba expulsar cualquier campesino que pronunciara el nombre de José Ricardo. Pero ahora él estaba suelto y ella nunca más apareció por allá. El día 07 de abril de 2008, la bandera de la Liga de los Campesinos Pobres es plantada por Ricardo en aquella tierra, este mismo día se aprueba la decisión de hacer el Corte Popular y no esperar más por el Incra.

En junio, Ricardo entusiasmado, volviendo de una reunión nacional de la LCP, llega en Lagoa dos Gatos con el equipamiento del Corte, el teodolito, apodado por él del "dolor de cabeza del latifundio". Ricardo propone a la masa de Riachão que aguardara el Corte del Engenho Santa Lucía, de la Fábrica Catende, para después cortar aquella hacienda. La masa concuerda y se inicia el Corte de Santa Lucia. En medio del Corte en Catende, el día 10 de agosto, Ricardo muere en un accidente de moto. El Corte es concluido en Santa Lucía y en octubre se inicia en Riachão. El trabajo tiene que ser interrumpido diversas veces debido a incontables tareas de organización de la Revolución Agraria.

La conclusión del Corte en Riachão aconteció el día 03 de abril de 2009, ¡exactamente un año después que José Ricardo fue liberado! Este gran día, lleno de significado, los campesinos que él tanto amaba estaban libres y finalmente podrían ser dueños de sus parcelas y de sus vidas. El latifundio que era símbolo del coronelismo*, donde el mal afamado Coronel Cordeirinho golpeaba niños por pescar en el embalse, mataba trabajadores y prohibía mujeres de recoger leña en las matas, estaba acabado. Era el fin de la historia de Cordeirinho. La última parcela cortada fue exactamente en el local donde por primera vez Ricardo organizó la ocupación de la hacienda Riachão. Pero aquel día los campesinos no estarían más ocupando un latifundio, estarían entrando en una tierra que fuera por ellos liberada y que ahora a ellos pertenecía. José Ricardo también andaba con ellos.


*Coronelismo: Poder ejercido por jefes políticos, generalmente terratenientes en regiones del interior de Brasil, con autoritarismo e impunidad.

Traducciones: [email protected]

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