Moradores expõem as marcas da violência do exército
En el día 4 de septiembre pasado, habitantes del Complejo del Alemán, en la Zona Norte de Río de Janeiro, fueron atacados por tropas del ejército durante una confraternización en la localidad conocida como Alvorada. Las imágenes registradas por un habitante muestran los militares tirando espray de pimenta y disparando balas de goma contra varias personas que estaban dentro de un bar. En los días subsiguientes, combativas protestas tomaron las calles, callejuelas y pasajes del Complejo en repudio al régimen de excepción llevado a cabo por el Estado reaccionario desde noviembre del año pasado. En 2 de octubre, el reportaje de AND filmó la golpiza sufrida por un trabajador de 42 años. El vídeo con escenas impresionantes de la agresión se encuentra en el blog de la redacción de AND.
En el inicio de la noche de 4 de septiembre, un domingo, soldados del ejército entraron en un bar donde habitantes asistían a un partido de fútbol y exigieron que el dueño del establecimiento bajase el volumen de la televisión. Como aún eran 19h, el comerciante se negó a acatar el dictamen de los militares. En pocos minutos el local estaba tomado por cerca de 40 soldados. Dentro del bar, habitantes fueron encorralados y agredidos con tiros de bala de goma y espray de pimenta. La multitud del lado de afuera del bar también fue atacada con bombas de gas lacrimógeno. Imágenes registradas con una cámara de celular por un habitante mostraron claramente cómo actúa el ejército que, desde noviembre de 2010, ocupa el Complejo del Alemán.
Moradores expõem as marcas da violência do exército
El lunes, protestas tomaron las calles de cuatro de las trece favelas del conjunto: Fazendinha, Grota, Alvorada y Nova Brasilia. Barricadas fueron levantadas por habitantes en las callejuelas mientras moto-taxistas hacían una manifestación en la calle Itaóca y en la carretera del Itararé. Bautizado por los habitantes de “comando verde” — el substituto del comando rojo [alusión al grupo de traficantes que dominaba el lugar antes que se llamaba “Comando Vermelho”(Rojo)]— el ejército respondió a las manifestaciones disparando tiros de fusil para el alto. Lo mismo aconteció el martes, cuando el reportaje de AND estaba en la calle 2, donde tuvo inicio la manifestación de los habitantes. Todo fue clasificado como confusión, alboroto y vandalismo por el monopolio de los medios de comunicación, encabezado por la red Globo, que llegó a decir que las protestas fueron orquestadas por traficantes.
Pancartas esparcidas por el Complejo mostraban la indignación de los habitantes con la militarización: “El pueblo del Alemán es humillado por el Ejército“, “Sale el Comando Rojo, entra el Comando Verde“, “Gobernador sustituyó seis por media docena. La dictadura continúa“.
Una habitante fue herida en la boca y tuvo que ser hospitalizada. Otro habitante fue herido en el cuello. Las heridas son una prueba contundente de que los tiros fueron disparados a la altura de la cabeza, pero por suerte, nadie murió.
— Yo estaba acompañando mi marido, cuando ellos ya llegaron tirando. Estaba de espaldas, cuando me sentí quemando debajo del brazo izquierdo. Mis lágrimas salieron de tanto dolor que sentí. Mucho dolor y constreñimiento, porque nosotros estábamos en un establecimiento muy familiar, todos divirtiéndonos, conversando, tomando cerveza. Aquí en el Morro no vive cabrito, viven seres humanos, personas de bien, trabajadores. Ellos están actuando para lastimar los habitantes. ¿Adónde esto va a parar? ¿Van a esperar que alguien muera para acabar con eso? — pregunta la habitante herida en la espalda. Ella prefirió no identificarse.
— Pobre tiene que vivir en el Morro, pero ni aquí en el Morro la gente puede vivir más. Mujer que está en la calle después de lasa 19h es prostituta, es vagabunda. La gente sólo puede trabajar y no puede salir. Ellos están tirándonos nuestro derecho de ir y venir, oprimiendo los habitantes — cuenta una joven.
Moradores expõem as marcas da violência do exército
Una habitante dijo que, al día siguiente al ataque del ejército en la calle 2, un soldado había robado su cámara fotográfica y agredido su marido que filmaba los abusos cometidos por los militares.
— Cuando ellos descubrieron que un vecino filmó la cobardía que ellos cometieron, varios soldados vinieron aquí, agrediendo todo el mundo y tirando espray de pimenta. Mi marido estaba filmando todo y ellos vinieron en su dirección y le tiraron el espray en la cara y le tomaron la cámara. Yo grité: ‘¿Qué es eso? ¿Ustedes son ladrones ahora? Voy al comando a quejarme’. Ellos dijeron: ‘Puede ir, no va a pasar nada con nosotros’. Aún dijeron: ‘Si pasar a dar entrevistas vamos a hacer como hicimos con aquella vagabunda el domingo, sólo que en vez de tirar en la cara, vamos a tirar en el culo — denuncia la habitante, que tampoco quiso identificarse.
En un determinado momento, el cielo fue tomado por tiros de munición trazadora y el reportaje de AND, el único allá en aquel momento, asistió al mismo escenario del día anterior: un gran movimiento de habitantes organizados para nuevas protestas. Cuando la noche caía, la Globo divulgó imágenes de una investigación del ejército que mostraba el funcionamiento de una venta de drogas en Vila Cruceiro, que ni siquiera forma parte del Complejo del Alemán. Una preparación de terreno para la criminalización de las protestas que agitaron el conjunto de favelas por dos días seguidos.
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