Traducción Enrique Chiappa
Espontaneidad y conciencia: en los últimos años del siglo XIX y comienzo del siglo XX, se estableció en Rusia una lucha entre los marxistas de un lado, y el ala oportunista de la social-democracia (“economicistas”) del otro, sobre la cuestión de la espontaneidad y de la conciencia en el movimiento obrero.
Lenin demostró que la doctrina socialista, aunque apoyada en el movimiento obrero, nació de las teorías filosóficas, económicas e ideas sociales históricas elaboradas por hombres instruidos surgidos de las clases más favorecidas, por los intelectuales. La clase obrera no tiene condiciones de elaborar por sí misma, por sus propias fuerzas, la conciencia socialista, es decir, una ideología científica que eleve las masas a la comprensión de los intereses máximos de clase del proletariado y que permita a su lucha alcanzar el carácter de lucha política por una sociedad comunista, sin clases. La clase obrera, sin condiciones de apoderarse masivamente de los conocimientos científicos y sin la intervención de los comunistas, puede elaborar solamente una conciencia social sindicalista. Así, mientras la clase obrera continúe siendo una clase oprimida, le falta tiempo y medios para elaborar esa conciencia socialista. Esta es elaborada entonces por los intelectuales revolucionarios que se funden al propio movimiento obrero, que se convierten en intelectuales proletarios.
Tal conciencia, sin embargo, no adquiere toda su significación, no se convierte en una fuerza material, mientras no se extiende a la clase obrera y mientras no es apropiada por ella. El partido revolucionario del proletariado es el que desempeña el papel principal en la transformación de la lucha espontánea en lucha consciente, de lucha inmediata a la lucha política por la destrucción de la vieja y creación de la nueva sociedad, a través de la violencia y conquista del Poder político. Por medio de su actividad – movilización, politización y organización de las masas –, el partido revolucionario del proletariado lleva a la clase obrera la ideología científica del proletariado e imprime a la lucha espontánea de los proletarios un carácter consciente.
Los “economicistas”, agentes de la burguesía en el movimiento obrero, despreciaban el papel de una teoría de vanguardia predicando un culto a la espontaneidad de la lucha obrera. Al negar el papel del elemento consciente en el movimiento obrero y la necesidad para el proletariado de sostener una lucha política contra el zarismo y el capitalismo, los “economicistas” hacían de la clase obrera un apéndice político de la burguesía liberal, sometían los obreros a la ideología de la burguesía, desarmaban ideológicamente el proletariado en su lucha contra el capital.