La farsa de la democracia representativa distorsiona, a través de fraude, corrupción y artimañas, las intenciones del electorado. La falencia de la actual legislatura del Congreso Nacional así lo comprueba. Del mismo modo de las que la antecedieron, ella no guarda la menor relación con los intereses de la inmensa mayoría de la sociedad brasileña.
En una semicolonia, el parlamento cumple dos funciones: primero servir como fachada de una seudo-democracia y segundo ser el espacio donde los lobistas, los mafiosos, los oportunistas en general y algunos ingenuos, además de refrendar la farsa "democrática", actúan con la intención de tirar el mayor provecho posible para las clases dominantes de grandes burgueses y latifundistas, serviciales del imperialismo, subdivididos en fracciones y grupos de poder.
La pugna entre estas fracciones, es para decidir quién se apropia más del resultado del trabajo de la nación, mientras tanto, se combinan disimuladamente para servir al imperialismo. Empujones, polémicas, declaraciones exasperadas tanto de la "situación" como de la "oposición", es nada más que un juego de escena para encubrir las verdaderas negociaciones de bastidores o de antro mejor dicho.
La constitución de CPIs hace parte de este juego en el cual cada fracción organiza sus fuerzas para chantajear a las demás y conquistar mejores posiciones, o mantener las que ya posee.
El montaje de un dossier — o banco de datos como prefiere la ministra Dilma Roussef — sobre los gastos "secretos" de FHC y Doña Ruth son la contrapartida del PT para frenar las embestidas del DEM y del PSDB en la investigación de los gastos de Luiz Inácio y de su familia.
Esta es una cuestión crucial para mantener la estrategia petista de conservar Luiz Inácio separado de cualquier aspecto negativo — escándalos no han faltado — existente dentro de su gerencia.
Sería demasiado no estar enterado de los propios gastos. Sobre esto, Luiz Inácio no podría alegar desconocimiento, como ha sido su práctica en relación a todos los escándalos, descubiertos hasta ahora, en el Palacio de Alvorada, de los ministerios y del propio PT.
A pesar de su "popularidad" ser construida en cima de chantaje sobre las masas de miserables del país y de un despilfarro sin límites con publicidad engañosa, el hecho de tener que responder personalmente por improbidad y corrupción — único factor, por lo que parece, que puede estremecer carreras en el simulacro de democracia vigente — sería un elemento fuerte para derretir la imagen de "operario modelo".
Por otro lado, si el PSDB y el DEM pretenden usar el episodio del derrame de informaciones para montar sus trincheras, y de paso, quemar la candidatura de la "madre del PAC", que Luíz Inácio venía promoviendo en su periplo electorero por Brasil, él amenaza con un "tercer mandato". Lo que de globo de ensayo podrá pasar a hecho ante la falta de alternativas viables de su base de sustentación, que así se verá obligada a aprobar la reforma constitucional cuya materia tramita en el Congreso.
Quinta columna
Tanto la administración Cardoso, cuanto la de Luiz Inácio cumplieron y cumple el papel de quinta columna del imperialismo en nuestro país y no fue solicitada ninguna CPI para investigar las privatizaciones ni el pago de las mayores tasas de intereses del mundo a los banqueros. Estos crímenes de lesa patria son desconsiderados por el congreso de disimulo mientras que los gastos con tapiocas y vinos son alardeados en tono de gran seriedad, todo para tentar justificar ante la nación los altos salarios y extras de los "Excelencias".
Allí reside diversionismo del cual la imprenta de los monopolios participa con entusiasmo, escudriñando cada casillero de la burocracia para presentar una nueva "falla ética" o "desliz", mientras que se hace vista gruesa al pillaje de la nación y superexplotación que arranca de los trabajadores derecho atrás de derecho, continuamente promovidos por las diferentes gerencias.
Como reveló el reportaje de la edición anterior de AND, los dueños del poder están importándose muy poco con las riñas entre las dos siglas que componen el monopartidismo parlamentar. La materia mostró detalladamente que el carácter del Estado brasileño permanece inalterado desde el período de la gerencia militar-fascista, pasando por Sarney, Collor/Itamar, Cardoso y Luiz Inacio.
La rapiña practicada principalmente, por el imperialismo yanqui en nuestro país es articulada por "respetables" instituciones cuyos lazos con la alta burocracia son mantenidos por ex ministros y ex ejecutivos de autarquías y estatales, con pareceres comprados de otros ex ministros del supremo y finalmente, transformados en medidas provisorias o proyectos de ley que serán homologados por el servil parlamento.
Harina del mismo costal
Con la fidelidad ya demostrada de PSDB y PT, para con el imperialismo, la disputa que ya comenzó es para ver, quién continuará en la gerencia de sus intereses a partir de 2010, y no traerá cualquier alteración para el país y el pueblo. Tanto uno cuanto el otro cumplirá con fidelidad canina, las determinaciones emanadas de Washington.
Para nuestro pueblo, por más escéptico de este viciado y corrupto proceso electoral, cada vez más se coloca la necesidad de una revolución democrática en el país, a través de la cual se cambie radicalmente la lógica de la subyugación nacional y se inicie un proceso de construcción de nuestra verdadera independencia. Una revolución democrática que confiscando las tierras del latifundio y los capitales de la grande burguesía y del imperialismo, de forma soberana, que integre el campesinado, el proletariado, las camadas pequeña y media del empresariado, la intelectualidad, en fin, las clases explotadas por el imperialismo y sus lacayos en la construcción de un Estado de Nueva Democracia.
A los que piensan que no existe otra forma de gobernar el país que no sea a través de la farsa de la vieja democracia representativa, el Estado de Nueva Democracia tendrá como centro del Poder la Asamblea Nacional del Poder Popular.
A los que defienden que apenas con la sumisión al sistema financiero y a las transnacionales podrá funcionar la economía nacional, el Estado de Nueva Democracia probará lo contrario con la entrega de la tierra a los campesinos sin tierra o con poca tierra y nacionalización de los principales ramos de la producción del país, direccionándolos para la satisfacción inmediata de las necesidades, principalmente del pueblo más pobre, apalancando el desarrollo a través del pleno empleo, garantizando, así, la mejoría urgente de las condiciones de vida del pueblo.
A los apologistas de la depravada cultura imperialista el Estado de Nueva Democracia responderá con el desarrollo de una cultura que sea nacional, científica y de masas.
Lejos de ser una quimera, el Estado de Nueva Democracia se constituirá, en breve, en el proyecto de cada vez más parcelas de nuestro pueblo. La profundización de la crisis general del imperialismo y la situación revolucionaria, en desarrollo, en América Latina y en Brasil, cobran con urgencia, el surgimiento de una dirección para este proceso.
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