Nota de la Redacción: Publicamos a continuación una adaptación de la importante declaración firmada por Partidos y Organizaciones maoistas de América Latina y de Europa por ocasión del día 19 de junio, el Día de la Heroicidad. El documento en la íntegra, traducido, puede ser leído en serviraopovo.wordpress.com

¡Proletarios de todos los países, os uníos!

Día de la Heroicidad: Luchar, luchar, luchar es nuestra felicidad

Los prisioneros de guerra, como personajes
de la historia, siguen ganando batallas más allá
de la muerte pues viven y combaten en nosotros,
conquistando nuevas victorias.

Presidente Gonzalo

19 de junio se ha constituido en un hito de heroicidad, valor y coraje de los héroes  de la guerra popular en el Perú y referentes históricos del proletariado internacional.

Precisamente en esa fecha, 19 de junio de 1986, el viejo Estado del Perú, representado por el gobierno fascista de Alan García, cometió uno de los genocidios más execrables que la historia conoció contra los prisioneros de guerra.

El exitoso desarrollo de la Guerra Popular, dirigida por el Partido Comunista del Perú a partir del 17 de mayo de 1980, en poco tiempo comenzó a materializar sus objetivos: la destrucción – parte por parte – del viejo Estado peruano y de la vieja sociedad que él representa y defiende, es decir, la semifeudalidad, el capitalismo burocrático y el imperialismo; los duros golpes asestados en las hienas de la reacción y el aplastamiento del revisionismo en el Perú.

La respuesta no se hizo esperar. En mayo de 1986 se registraron ocho mil y setecientos asesinatos efectuados por el viejo Estado. Masas desalojadas, hijos del pueblo desaparecidos, otros enterrados en fosas colectivas, asesinatos masivos contra la población campesina. La crueldad se centró en los prisioneros de guerra, pues en alguna medida el régimen fascista y genocida de Alan García consideraba que eran un blanco fácil por su condición.

Genocidio que el pueblo enfrentó demostrando heroicidad, siendo que la resistencia de las luminosas trincheras de combate se transformó en símbolo de esta grandiosa resistencia popular.

Fue el elevado nivel de organización del PCP que transformó las mazmorras de la reacción en Luminosas Trincheras de Combate. A pesar de las condiciones de desventaja con el enemigo, la guerra popular fue desarrollada, pues los combatientes estaban fortalecidos por la moral comunista. El factor que los potencializó para alcanzar niveles de heroicidad a toda prueba, pocas veces conocidos por la humanidad, fue estar dotados de la expresión ideológica más elevada que desarrolló la clase hasta los días de hoy: el marxismo-leninismo-maoismo, pensamiento Gonzalo. Y precisamente el hecho de haber sido forja del Presidente Gonzalo y de ser soldados rojos de Gonzalo que les posibilitaron la determinación necesaria para desafiar la muerte.

El régimen aprista, corporativo y fascista no tuvo límites contra los prisioneros de guerra. Las hienas de la reacción se vieron en la necesidad de recurrir a la tortura, al asesinato selectivo y, de hecho, Alan García, viéndose contra las más elementales normas jurídicas de su propio Estado, atacó los prisioneros de guerra con un sólo objetivo: promover el más infame y cruento genocidio de prisioneros de guerra.

Pero hay un hecho importante a resaltar: si es verdad que la reacción desató toda su campaña de aniquilamiento con miles de soldados y policías equipados con armas de grueso calibre, tanques, helicópteros y cañoneras, por el frente encontraron férreos guerrilleros con voluntad de acero, dispuestos a inmolarse, a entregar sus vidas. Pero no sin antes ofertar la más bella y sacrificada resistencia armada, a pesar de la desproporción en términos de armamento, posiciones y condiciones estratégicas. Tras causar importantes bajas al enemigo, 250 comunistas entregaron sus valiosas vidas por el pueblo, por el partido y por la revolución, proporcionándonos una importante victoria política, militar y moral.

Sin ponerse de rodillas, sin pedir piedad y sin claudicar, bajo la clara consigna de que ¡Aquí nadie se rinde!, la forja de Gonzalo demostró al mundo la fuerza ideológica que mueve los comunistas de nuevo tipo, un claro ejemplo de cómo arrancar laureles de victoria de la muerte, cuyo ejemplo perdura y transmuta el tiempo en aquellos que hoy combaten en la India, Filipinas, Turquía y en el Perú; en la lucha generada en cada rincón del mundo por la constitución o reconstitución de partidos comunistas, con camaradas dispuestos a la transformación del mundo y seguir el ejemplo de aquellos combatientes de las luminosas trincheras de combate.

Este acto heroico de la clase – que solamente la ideología y la guerra popular pueden generar – no pasará desapercibido jamás por el proletariado internacional, así tampoco la responsabilidad que el gobierno fascista de Alan García tuvo en la masacre, con la complicidad del imperialismo yanqui y chino, pero también del revisionismo.

Hoy celebramos la muerte en combate de los prisioneros de guerra en el Perú en un momento en que la nueva ola de la revolución proletaria mundial confronta nuevos escenarios de lucha en las Filipinas, en la India, Turquía y en el Perú, donde la guerra popular se mantiene, a pesar de las dificultades, de los avances y de los reveses trabados en medio de la lucha de dos líneas que cobra una fuerza y necesidad extraordinarias con el avance en el proceso de Reorganización del PCP; en el cual la lucha contra el nuevo revisionismo se fortalece y demanda que este sea aplastado con toda nuestra fuerza y odio de clase. Celebramos en medio de la decidida lucha contra el oportunismo y las patrañas de la reacción, que permanentemente emite su vómito negro de que la guerra popular en el Perú fue derrotada. Celebramos en un contexto en el cual crece rápidamente, firme en sus propósitos, la reconstitución y constitución de partidos comunistas comprometidos con la construcción de los instrumentos para la revolución y desarrollar guerra popular hasta el comunismo.

Hoy también alzamos nuestra voz en solidaridad con todos los prisioneros revolucionarios. Rechazamos y condenamos el viejo Estado hindú, con el reaccionario Narendra Modi a la cabeza, que ha aumentado su ataque contra los comunistas, revolucionarios y activistas democráticos del pueblo hindú. Solidaridad con los prisioneros de guerra del TKP/ML dentro y fuera de Turquía, solidaridad con los presos del Partido Comunista de las Filipinas y solidaridad con los presos palestinos, y de todas las luchas revolucionarias de los pueblos.

Nos solidarizamos preparando más firmemente la unidad internacional ideológica y orgánica, y preparando o desarrollando más guerras populares – única manera para acabar con los genocidios y barrer el imperialismo y la reacción de la faz de la Tierra.

Está escrito en la historia: la experiencia de lucha del proletariado internacional nos enseñó que las acciones y crímenes cruentos que el enemigo aplica contra la clase y el pueblo no ahoga la revolución, por el contrario, la estimula, la vivifica, porque persistir en la lucha hasta la victoria es la lógica del pueblo, sin importarle cuánto o cuál es el sacrificio que se deba hacer. Así ha sido siempre, así será hasta la conquista del dorado comunismo.

¡Honra y gloria a los y a las camaradas inmolados(das) en las luminosas trincheras de combate del Perú!

¡Enarbolar, defender y aplicar el marxismo, leninismo, maoismo, pensamiento Gonzalo!

¡Viva los soldados rojos del Presidente Gonzalo!

¡Viva la guerra popular en la India, Turquía, Filipinas y Perú!

¡Entregar nuestras vidas por el Partido y la Revolución!

¡Defender todos los presos revolucionarios del mundo!

Partido Comunista de Ecuador – Sol Rojo

Partido Comunista de Brasil (Fracción Roja)

Movimiento Popular Perú (Comité de Reorganización)

Fracción Roja del Partido Comunista de Chile

Organización Maoista para la Reconstitución del Partido Comunista de Colombia

Núcleo Revolucionario para la Reconstitución del Partido Comunista de México

Comité Bandera Roja – Alemania