El Escritorio del Crimen, grupo paramilitar fundado por Adriano Magalhães da Nóbrega – cuya madre y esposa ya trabajaron en el gabinete de Flávio Bolsonaro – planeó ejecutar, por razones políticas, la diputada federal Talíria Petrone (Psol). La información fue filtrada por el monopolio de prensa, la revista Veja. La política es amenazada de muerte desde 2016, y el plan para matarla habría sido tramado por el paramilitar de extrema derecha Edmilson Gomes Menezes. El plan fue revelado al Disque Denuncia y la diputada mantiene en secreto su paradero.
Edmilson, cuyo alias es “Macaquinho”, fue apuntado como uno de los posibles ejecutores del homicidio político contra Marielle Franco y su chofer Anderson Gomes, en marzo de 2018. Sin embargo, fue descartada su participación en el crimen. Ya la orden para ejecutar Talíria tendría partido, según los denunciantes, del presidio Bangu 9, donde están prendidos tres investigados por la muerte de Marielle.
La muerte y amenazas contra liderazgos conectados a movimientos populares, aunque con orientaciones políticas electoreras y reformistas, han aumentado. El control del proceso electoral por grupos armados ultra reaccionarios y fascistas, especialmente en Río de Janeiro, crece en la misma proporción.
Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), más del 60% de la población de la capital fluminense (3,7 millones de personas) está bajo control de grupos armados reaccionarios, sean paramilitares conectados a policías, sean traficantes. Las “milicias” – grupos paramilitares de extrema-derecha – controlan 33% de la ciudad.
Tales datos revelan el carácter semifeudal de la vieja democracia y del capitalismo burocrático, en que el control militar y, luego, económico directo, garantiza a esos grupos crecimiento de su control político sobre las masas populares y su propio enriquecimiento.
Escritorio del Crimen
El Escritorio del Crimen fue fundado por Adriano de la Nóbrega, ex-capitán del Batallón de Operaciones Especiales (Bope) de la Policía Militar (PM), que ya fue capturado acusado de ejecutar un cuidador de coches que había denunciado esquemas criminales practicados por policías. El propio Adriano, en 9 de febrero de 2020, fue ejecutado por una operación conjunta de las PM de Bahía y de Río de Janeiro, en situación sospechosa de ejecución extrajudicial.
Luego después de la confirmación de la muerte del paramilitar, su abogado, Paulo Emílio Catta Preta, relató que, el día 4 de febrero de 2020, su cliente telefoneó y dijo: “Doctor, nadie está aquí para prenderme. Ellos quieren matarme. Si me agarran, van a matarme en la prisión. Tengo certeza que van a matarme por quema de archivo”. El abogado aún contó que, en conversación con la esposa de Adriano, supo que el paramilitar no estaba armado.
‘Dígame con quién andas…’
La ex-mujer y la madre de Adriano, Danielle Mendonça da Costa da Nóbrega y Raimunda Vera Magalhães, respectivamente, fueron empleadas por el gabinete de Flávio Bolsonaro, en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro (Alerj), habiendo sido la segunda asalariada por más de diez años. Adriano también ya fue homenajeado algunas veces por Flávio Bolsonaro en aquella casa, entre los años de 2003 y 2005. El propio Jair Bolsonaro, hoy presidente del viejo Estado reaccionario, homenajeó el ex capitán del Bope, en 2005, en la Cámara de los Diputados, después del mismo haber sido condenado por homicidio. El hoy presidente fascista se refirió al paramilitar como un “brillante oficial”. Adriano ya trabajó también en la protección de quinieleros cariocas, siendo prendido por tentativa de asesinato en 2011.
La conexión más reciente de Adriano con Flávio Bolsonaro vino a público en 2018, con el escándalo de las llamadas “rachadinhas” (esquema en el cual el político hace nombramiento de funcionarios fantasmas que reciben un alto “salario” – dinero perteneciente al Legislativo – y después son obligados a devolver parte de él para que el político se apropie). Según investigaciones del Ministerio Público, Adriano era amigo del ex-policía militar Fabrício Queiroz, ex-funcionario del gabinete de Flávio Bolsonaro. Queiroz tendría inclusive recibido repases de dos pizzerías controladas por Adriano. En consonancia con los investigadores, dos repases vinieron de las empresas controladas por el paramilitar.