Economía mundial rumbo a la depresión

Coronavirus esconde a crise do Imperialismo
Vini Oliveira/AND
Coronavirus esconde a crise do Imperialismo

Economía mundial rumbo a la depresión

Traducción Enrique Chiappa

Coronavirus esconde la crisis del imperialismo

La producción industrial y las bolsas de valores del mercado financiero cayeron en el inicio de marzo en prácticamente todo el mundo. El motivo, según propagandea el monopolio de prensa mundial, es la expansión del coronavirus. Sin embargo, en verdad se trata de la crisis de superproducción relativa de capital.

Sólo el coronavirus no podría causar tamaño impacto en la economía mundial. La razón de la paralización de la reproducción del capital es el propio capital. El portal Crítica de la Economía, citando periódicos de la propia reacción, observó que el coronavirus es hoy menos letal que la gripe. “Datos internos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que, este año de 2020, la popular gripe de la temporada (seasonal flu) ya causó mucho más víctimas fatales (76.537 muertes) que el nuevo coronavirus (2.812 muertes); o sea, nuestra conocida y familiar gripe de cada día ya mató 2.720% más personas que el misterioso nuevo coronavirus”.

El principal afectado por la pandemia y por la superproducción es el social-imperialismo chino. Varias regiones del país están en cuarentena y algunas industrias, según noticias vehiculadas por los monopolios de prensa mundiales, cerraron completamente sus actividades. La paralización de la producción afecta en consecuencia las encomiendas de los comercios y el consumo de las familias, ocasionando caída en los precios y perjuicio a los capitalistas chinos y a los demás. Sin embargo, antes aún de la epidemia, en el segundo trimestre de 2019, la economía china ya había tenido el menor ritmo en casi tres décadas. Prueba de que el virus no es la causa de la crisis, sólo agrava, siendo el causador de la crisis el propio capital.

La paralización de la producción en China es un factor de impacto. Para tenerse idea, la exportación china de bienes intermediarios para electroelectrónicos (cómo, por ejemplo, piezas para micro-ondas y una infinidad de otros bienes) corresponde a más del 10% de la producción global de ese segmento.

Ya la producción de smartphones debe caer por lo menos 12% en el primer trimestre de 2020 si comparada al mismo periodo de 2019, según informe de la empresa de análisis Trendforce. Ese será el peor resultado de la producción del ramo en cinco años para el primer trimestre.

Otros ramos semejantes, como producción de notebooks, monitores, televisiones etc. también deben sufrir reducción de producción en millones de unidades.

 

Imperialismo genera caos y desorden

Grandes monopolios internacionales ya emitieron alertas sobre caídas en la masa de logro.

La Apple, por ejemplo, afirmó que no alcanzará la meta de facturación estipulada para el primer trimestre y atribuyó tal hecho al coronavirus.

Mastercard, United Airlines, Toyota, Danone y otros monopolios hicieron alertas semejantes.

La Petrobras, en Brasil, afirmó que tendrá dificultades en el primer trimestre en razón de la caída en el precio internacional del petróleo, agravada por la competición entre Rusia y Arabia Saudí y por la baja en la demanda industrial.

En el día 12/03, las acciones de la Petrobras tuvieron una caída del 19,1%.

Industrias instaladas en Brasil, como la fábrica de la LG en Tatuapé (SP) y de la Samsung y Motorola, en Campinas, paralizaron la producción por falta de componentes electrónicos provenientes de China, como chips, circuitos integrados y otras piezas.

Según la Asociación Brasileña de la Industria Eléctrica y Electrónica (Abinee), mitad de las empresas relataron tener problemas para recibir los insumos y componentes venidos del social-imperialismo chino.

Otros monopolios locales sienten ya la crisis. La Gol, por ejemplo, tuvo caída del 29,3% en sus acciones en la Bovespa (B3). La Latam, por su parte, redujo en 30% la circulación de aviones por la baja en la demanda.

El gobierno Bolsonaro/generales ya discute un “paquete de socorro”, con exención fiscal generosa, mientras ignora el hecho de las masas populares estar sujetas a una gran empeora en sus condiciones de vida.

Ya el precio internacional de otras importantes commodities para el capitalismo burocrático brasileño también está en caída libre. La soja, que representa más del 30% de las exportaciones para China, es una de las mercancías con fuerte caída en los precios, juntamente con el mineral de hierro (21% de las exportaciones).

 

Crisis de superproducción

La ocurrencia del coronavirus es sólo un hecho que agrava la economía. Sin embargo, atrás de ese hecho ya hay una superproducción relativa de capital latente.

La crisis de superproducción relativa de capital ocurre cuando la producción de capital extrapola en demasía la capacidad de consumo de la sociedad definida, en último instancia, por la contradicción entre el carácter social de la producción y la apropiación capitalista del producto.

Para tenerse una noción, el desempleo en el USA alcanzó un récord de baja: 3,5% de desempleo en octubre de 2019, lo que equivalió prácticamente a “pleno empleo”. Fue el menor índice de los últimos 50 años, causado por la disminución en la tasa de intereses, que impulsa el crédito para la producción. Sin embargo, en octubre, la creación de nuevos puestos de trabajo en la industria disminuyó por primera vez en seis meses, aunque la producción haya crecido 1,1% en noviembre. Es un aumento enorme de la producción global, que crece desproporcionalmente al incremento de la capacidad de consumo global. La crisis de superproducción es la consecuencia inevitable. Prueba de eso es que todos los economistas prevén que la economía yanqui va a desacelerar a corto plazo, es decir, no encontrará mercados para continuar su expansión.

Dando señales de eso ya el día 12/03, la bolsa de Nueva York (Dow Jones) tuvo fuerte caída del 8,4%.

Eso, sin embargo, no es tendencia sólo en el USA. En Japón, específicamente, el PIB decayó en 6,3% en el trimestre octubre-diciembre de 2019. Alemania, una de las más poderosas economías, cayó en 7% su producción industrial el año pasado (antes del coronavirus). La caída de la economía real es que determina la caída en la bolsa.

Como reflejo, el día 12/03, importantes bolsas del mundo (Londres, París y Frankfurt) tuvieron caídas violentas: 10,8%, 12,28% y 12,24%, respectivamente.

La B3, en Brasil, llegó a perder 14,4% sólo ese día. En poco más de un mes, comparando el periodo entre la última máxima histórica y el día 12/03, la caída es del 40%, mucho peor de que la de la crisis de 2008.

A los pueblos, la crisis traerá desempleo masivo, gran caída salarial, mayores jornadas y otros problemas. Eso empujará grandes masas a la lucha y puede abrir un periodo de radicalización de la lucha de clases espontánea y consciente.

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