“El día de la final de la Copa, entre Alemania y Argentina, por poco no fue marcado por el terror. Según la policía, ese era el plan de la operación ‘Junio Negro’, organizada por activistas acusados de practicar actos violentos”. Así, la Globo abrió su reportaje en el programa dominical ‘Fantástico’ de 27 de julio, colocando otra pieza en el montaje del gran factoide orquestado por los aparatos de seguridad del viejo Estado bajo la batuta del oportunismo petista, secundado por el monopolio de las comunicaciones que tiene ese grupo Globo a la cabeza.
Así también ya lo hicieron incontables otras veces los señores de la Globo, revista Veja y sus congéneres para atacar las revueltas populares en las favelas, la lucha de los campesinos por la tierra, las rebeliones obreras, las huelgas de los trabajadores de los transportes públicos, de los barrenderos y de los trabajadores en educación, eso para referirnos apenas a los acontecimientos más recientes.
Si nos remitimos a décadas anteriores, iremos a entender mejor el papel desempeñado por esos vehículos del monopolio de las comunicaciones, que alcanzaron su ‘status’ prestando el más vil de los servicios al régimen militar fascista de 64, no sólo haciendo su propaganda, como ocultando los crímenes de prisiones, torturas, asesinatos y desapariciones forzadas de los luchadores de nuestro pueblo.
A lo largo de los últimos meses, este monopolio de la prensa en nuestro país montó biografías de activistas perseguidos y detenidos en los procesos, pidió sangre intentando asociar las protestas populares al llamado “crimen organizado” y montó “reportajes especiales” sobre black blocs.
El estruendoso “No va a haber Copa”, que reverberó por todo el país y en el exterior, exigió de los medios del monopolio y de la gestión del viejo Estado páginas y más páginas y respuestas en sus “horarios nobles” para intentar valorizar la farra de la Fifa.
Sin poder controlar las protestas de masas durante las jornadas de luchas de junio y julio de 2013, la “todopoderosa Red Globo pasó a, desde la estratosfera, hacer tomas aéreas y narrar el script de las secretarías de seguridad pública. Sus equipos fueron proscritos de las manifestaciones y sus agentes infiltrados identificados y debidamente rechazados por los manifestantes.
El monopolio no tiene noticias de hecho para divulgar. Pero para los portavoces de las clases dominantes, eso poco importa, una vez que para ellos no interesa la verdad de los hechos. A través de sus lentes, como en un pase de mágica, protestas multitudinarias se transforman en “grupos de vándalos”, la brutal represión policial es atribuida a los “alborotadores”, el genocidio perpetrado por Israel en Gaza se transforma en “conflicto entre Israel y el Hamas”…
Y para sostener sus publicaciones mentirosas, crean y proyectan personajes para incriminar activistas. Informaciones de los procesos negadas a los abogados de defensa de los presos políticos son publicadas en ‘primera mano’ y ‘con exclusividad’ en sus telenoticieros e impresos.
Mientras el periódico A Nova Democracia fue nominalmente prohibido de participar de una entrevista colectiva en la Ciudad de la Policía, luego de la prisión de los activistas en Río de Janeiro en 12 de julio, la Globo y otras emisoras del monopolio tuvieron libre acceso para después publicar los informes policiales como si fuesen ‘la verdad de los hechos’.
Es una campaña desesperada, inocua y sin futuro para encubrir las órdenes que parten directamente del gabinete de la gerencia petista y de sus aliados, el aplauso de un conocido adicto candidato al Planalto para prender los activistas de nuestro pueblo y las sentencias políticas y criminalizadoras de esa judicatura podrida.
Y cuando ven recaer sobre sí el odio de las masas, vienen a hablar de libertad.
Los escribas de la reacción, en el auge de su arrogancia, creen que es bueno para el país lo que es bueno para sus negocios. Y la prueba de que han cumplido con esmero su vil función es que, mientras miles de personas vuelven a la calles en Río de Janeiro, en São Paulo y en otras capitales exigiendo la liberación de todos los presos políticos de Dilma y el fin de los procesos contra los activistas, el Sr. Roberto Irineu Marinho, presidente de las organizaciones Globo, viajaba para USA para recibir un Emy en la categoría “Personalidad Mundial de la Televisión”. Merecido reconocimiento por sus servicios prestados al imperialismo, al sionismo y clases dominantes reaccionarias locales.
Lo que la gestión del viejo Estado y sus fuerzas de represión planean hacer, contando para eso con el amplio concurso del monopolio de las comunicaciones, es extremadamente grave. Quieren convertir en verdad una gran maquinación para perseguir y encarcelar los luchadores de nuestro pueblo, criminalizar sus organizaciones combativas en la vana tentativa de aplacar la revuelta popular.
Pero ni todas las mentiras son capaces de callar el grito de indignacion que reverbera en las calles: “Luchar no es crimen! Libertad para todos los presos políticos!”. La protesta popular no puede ser detenida y ciertamente se multiplicará.