Editorial – Lo que este debate nos trae

Editorial – Lo que este debate nos trae

Nota Editorial: Reproducimos a continuación el Editorial del primer número del periódico A Nova Democracia. Esta reedición tiene un doble significado. En primer lugar prestamos un homenaje póstumo a José Moreira Chumbinho, autor de este Editorial y uno de los principales formuladores de la línea editorial del AND. En segundo lugar afirmamos la actualidad del análisis que hacíamos hace quince años. 

Fausto Arruda, Presidente del Consejo Editorial del AND

Se vive el preludio de la Tercera Guerra. Las operaciones militares no se concentran en Europa, a ejemplo de las guerras anteriores. Al extenderse su rayo de acción para Europa, Asia y África y, ahora, por América Latina, el ambiente del conflicto se prenuncia perene y avasallador. El nuevo reparto impone la guerra a todos los pueblos, aumenta las contradicciones internas entre las clases de todos los países y la estrategia imperialista ya nada más añade, excepto el hecho de atraer contra sí el odio de todas las nacionalidades. La resistencia de los pueblos se hace la tendencia principal. O se elimina el imperialismo de la faz de la tierra o él eliminará gran parte de la humanidad.

El imperialismo es obligado a gestionar todos los países y las contradicciones que él aún incrementa o ayuda la enraizar. Su irrefrenable hambre de logros ha profundizado continuamente las relaciones de explotación y llevado a las últimas consecuencias el logro máximo. En consecuencia, la guerra de rapiña de los USA evolucionó para los “tres todo” del ejército japonés en la Segunda Guerra: “Quemar todo, robar todo, matar a todos”. Sus armas ganan nueva característica con los agentes incapacitantes destinados a debilitar las capacidades físicas e intelectuales de cada pueblo en el globo.

Bajo la hegemonía del USA, la demencia del capital monopolista consiguió ampliar la condición semicolonial y semifeudal en el mundo y, en algunos momentos, resucitó el propio colonialismo. En América Latina, la desnacionalización es uno de los aspectos fundamentales de la economía, hoy, mientras el imperialismo exige de los presidenciables nativos plataformas electorales adecuadas a los monstruosos planos de represión contra los barrios desatendidos por el poder público y campamentos campesinos. Él exige (y consigue) de esos colaboracionistas juras de fidelidad al Banco y al directorio del Fondo, lo que significa dar proseguimiento a las políticas de sumisión nacional, siguiendo los intereses de las oligarquías latifundista y de la burguesía burocrática. En los marcos de la actual estatalidad, y con los candidatos que, en la esencia, concursan a la elección monopartidista, absolutamente nada podrá cambiar en la política de desterritorialización, de desnacionalización, de desindustrialización, de deuda externa, de explotación de la fuerza de trabajo del pueblo brasileño, de devastación de los recursos naturales, en la imposición de los mitificados paquetes tecnológicos que profundizan la destrucción de las fuerzas productivas.

El pueblo brasileño no necesita de frustraciones para concientizarse. Sin embargo, ni aún en el fútbol, preferido y consagrado deporte del pueblo brasileño, como también aparece en esta edición, los trabajadores consiguen librarse de las decepciones y de las lecciones del fascismo, revelando que hay más corrupción de que deporte, y que sus astros, directa o indirectamente, dependen de la Nike y de otras corporaciones extranjeras y de sus gerentes.

Creyendo ser posible ajustar las facultades intelectuales de las masas y de estar desarrollando el poder de producir alteraciones en su conciencia, la Nueva Orden imperialista crea el mundo a su imagen y perfección, trama informaciones pervertidas en forma de noticias tibias, de despolitización perpetua, de historias asombrosas, de amenazas e insultos al pueblo, abole todas las informaciones sobre la revolución y la ciencia. Teniendo en sus manos las empresas comunicacionales, el club de los mayores potentados del mundo hace la apología del fatalismo geográfico, social y político, la propaganda de la criminalidad (presentada como siendo la parte más dañina y de preferencia la única forma de violencia), de la sensualidad precoz, de la promiscuidad, de la abominación por el prójimo, de las desavenencias familiares, del individualismo exacerbado, del temor, del misticismo, de la falsa idea del fin de las naciones. La prensa del capital financiero mundial se constituye en la expresión más pura de la hecatombe universal que ella propia anuncia.

La oposición sistemática, pura y simple, jamás llega al nivel de un programa político y es inconsecuente y oportunista. De nada valen avalanchas de denuncias si no hay una perspectiva de profunda transformación de la sociedad. Es preciso no sólo pensar como concretamente construir una nueva autoridad y rechazar la mentira de la doctrina del poder futurible, desencadenar el combate implacable a todo que se revele reaccionario en la economía, en la política, en la cultura, todo lo que aprisione el país, porque es preciso construir un Brasil nuevo en los planos político, económico y cultural amplio; libre, soberano, próspero, progresista, culto. Y nada puede haber de nuevo si, al aumentar la amplitud de la independencia nacional y del frente único, las clases que componen nuestro pueblo no forjan su emancipación.

Ao longo das últimas duas décadas, o jornal A Nova Democracia tem se sustentado nos leitores operários, camponeses, estudantes e na intelectualidade progressista. Assim tem mantido inalterada sua linha editorial radicalmente antagônica à imprensa reacionária e vendida aos interesses das classes dominantes e do imperialismo.
Agora, mais do que nunca, AND precisa do seu apoio. Assine o nosso Catarse, de acordo com sua possibilidade, e receba em troca recompensas e vantagens exclusivas.

Quero apoiar mensalmente!

Temas relacionados:

Matérias recentes: