Sin eximir a aquellos que disputan las migajas que sobran de la sangría de nuestra nación, es preciso, en primer lugar, denunciar el gran saqueo en curso hace más de cinco siglos. Mientras ministros, senadores y diputados se enfrentan, envidiosos de cuando uno pueda haber ganado más que el otro, para la nación lo que importa es cuánto ellos entregaron y siguen entregando al imperialismo, al latifundio y a la gran burguesía.
Récord de ganancias para banqueros
Los banqueros viven tiempos áureos en estos años de gestión FMI-PT. Aquellos que antes discursaban contra las gerencias “neoliberales” de Collor de Melo y Cardoso, hoy facilitan lucros astronómicos a los bancos.
El lucro líquido del banco Bradesco llegó, en el primer trimestre de este año, a los R$ 2.700 millones, montante 28% mayor del recaudado en el mismo periodo de 2010. El banco Santander, por su parte, obtuvo un lucro de R$ 2.071 millones, 17,5% mayor que en el primer trimestre de 2010. Ya el Itaú/Unibanco registró un lucro líquido de R$ 3.530 millones en el primer trimestre de este año, lo que corresponde a un crecimiento del 9,15% comparando con el año anterior.
El lucro líquido de los tres mayores bancos privados en actividad en nuestro país, cuando sumados al lucro líquido del Banco do Brasil, que fue de R$ 2.930 millones, sobrepasaron los R$ 10 mil millones, marca nunca antes alcanzada en un periodo tan corto.
Remesas al exterior
Las matrices de las industrias automovilísticas instaladas en el Brasil recibieron remisiones superiores a US$ 2.200 millones en el primer cuatrimestre de 2011. Ese valor representa un aumento del 238% comparando con el mismo periodo de 2010.
Según datos del Banco Central, el valor enviado por las empresas automovilísticas corresponde a más de un cuarto, o sea, 26,2%, de todas las remesas de US$ 8.500 millones hechas por empresas extranjeras instaladas en el Brasil en ese periodo.
A pesar de esas altas cifras remitidas para las matrices extranjeras, el grueso de las inversiones anunciadas por el sector es bancado por recursos nacionales, como los US$ 8.700 millones de dólares (aproximadamente, 16.300 millones de reales) concedidos por el BNDES a estas montadoras en el periodo 2008-2010.
Para las contratistas, mejor imposible
Las grandes constructoras encuentran terreno fértil y lucran miles de millones a cuesta del sudor y sangre obrero y de las facilidades ofertadas por la gerencia semicolonial.
La constructora Rossi Residencial registró, en 2010, un lucro líquido de R$ 350 millones, con crecimiento anual de 72%. Su receta líquida pasó de R$ 1.600 millones en 2009 para R$ 2.500 millones en 2010.
La MRV, contratista que actúa principalmente con la construcción de inmuebles con valor de R$ 170 mil, tiene 85% de los lanzamientos en el programa electorero “Mi Casa Mi Vida”. La empresa lanzó, en 2010, R$ 4.600 millones en inmuebles, 78% más que en 2009. Las ventas contratadas quedaron en R$ 3.800 millones, lo que representó un crecimiento del 33% en relación a 2009 y la estimativa de la empresa para 2011 es vender hasta R$ 4.700 millones en inmuebles. El lucro líquido de la MRV excedió los R$ 630 millones, lo que representó un alta del 82,7% sobre el obtenido en 2009.
Ya la Tecnisa, que actúa en el filón de inmuebles con valor superior a R$ 300 mil, lanzó R$ 2.100 millones en 2010, valor 483% mayor que el de 2009, y proyecta R$ 5.000 millones en lanzamientos en el bienio 2011/12.
Todo eso oficialmente, claro.
El “pobre” Palocci y sus iguales
Después de hablar de esos pocos aspectos de la rapiña en nuestra nación, tratemos de aquellos que prestan servicios al imperialismo, a la semifeudalidad y al capitalismo burocrático en nuestro país.
Entre las denuncias más explotadas en los últimos días está la acusación sobre el ministro de la Casa Civil, Antônio Palocci (PT), que habría multiplicado 20 veces su patrimonio entre 2007 y 2010. Él, que habría declarado poseer un patrimonio de R$ 375 mil, en 2010 ya poseía más de R$ 800 mil declarados. Y aún esa gran suma no sería suficiente para pagar ni siquiera la entrada de sus últimas adquisiciones: un inmueble comercial en el valor de R$ 882 mil comprado por la Proyecto, su empresa de “consultoría”; y un departamento en el valor de R$ 6,6 millones, comprado en su propio nombre.
Por lo que todo indica todos esos valores son fácilmente comprobables, y el propio acusado los asumió. El hecho es que como diputado, Palocci recibió, entre 2007 y 2010, algo próximo a R$ 974 mil. Pero, prestando importantes servicios de “consultoría” protegidos por “cláusulas de confidencialidad”, según sus propias palabras, Palocci fue “muy bien remunerado”.
El presidente del Senado, José Sarney (PMDB), cuyo patrimonio familiar es evaluado en más de R$ 250 millones, partió en defensa del compañero de la Casa Civil y consideró las denuncias de enriquecimiento ilícito como “caso concluido”. Sarney evocó el Consejo de Ética de la Presidencia, al cual Palocci envió informaciones de sus bienes, que habría constatado que no hay nada a investigar.
También, ¿cómo no defender al compañero Palocci cuando Roseana Sarney Murad (PMDB), su hija, en un levantamiento realizado por la revista Época de 17 de julio de 2010, figuraba entre los candidatos a un cargo en la gerencia del viejo Estado que más enriquecieron en los últimos años? Ella, que en 2002 había declarado R$ 143 mil, en 2010 presentó R$ 7,8 millones. La explicación para tal evolución es la de que habrían sido omitidos valores de algunos bienes en las declaraciones anteriores. ¡Aun así, nada mal para un “asalariado” de la gestión semicolonial!
Y aquellos que, desde los púlpitos del Planalto acusan a la actual gestión de turno de “enriquecimiento” y “corrupción”, ¿acaso se olvidaron de los “marajás” y del golpe de los “enanos”? ¿No fueron ellos, los que aprobaron las privatizaciones de las gestiones Collor de Melo y Cardoso, que tanto daño causaron a la nación?
Es por la disputa de las migajas que tanto se acusan los serviles del imperialismo, de la gran burguesía y del latifundio en nuestro país. En su disputa sórdida hacen los acuerdos más espurios, aumentan sus propios salarios como hicieron en el inicio del año, elevando en 133,9% el salario de la “presidenta” y en 62% el de los diputados federales. Se premian con los “auxilios-vivienda”, “diarias de viaje”, “presupuestos de gabinetes”, y otras ventajas.
Y mientras los que ocupan puestos oficiales en la gestión semicolonial se aprovechan, Luiz Inácio también cobra su parte. En los dos primeros meses de su nueva “ocupación” como conferencista para grandes burgueses, banqueros y transnacionales (como la LG y la Telefónica), él embolsó nada más nada menos que un millón de reales. Desde 2 de marzo dio sus conferencias en São Paulo, Washington, Acapulco (México) y Londres, recibiendo “cachés” que variaron entre R$ 200 mil en el Brasil y U$S 200 mil en el exterior, valores ínfimos comparados a los multimillonarios lucros que su gestión proporcionó a estas empresas.
Luiz Inácio, con sus ocho años de entreguismo, se transformó en un incomparable “consultor” para grandes burgueses sobre cómo extraer el lucro máximo en una nación explotada. Siguió el curso natural de todos aquellos que ocupan puestos estratégicos en la gestión semicolonial.
Como el propio Palocci afirmó en su defensa: “En el mercado de capitales y en otros sectores, el pasaje por Ministerio de la Hacienda, BNDES o Banco Central proporciona una experiencia única que da enorme valor a estos profesionales en el mercado”.
Tuvieron buenos profesores como sus antecesores.
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