USA, ahora bajo Obama, se vuelve para África como hace tiempos no se veía. Tres semanas después de la visita del jefe imperialista a Gana, país cuya gerencia Washington quiere presentar como ejemplo de colaboración con las potencias, la secretaria de Estado yanqui Hillary Clinton llegó a África para su más larga viaje desde que asumió el puesto. Fueron once días del último mes de agosto pasados en siete naciones de África Subsahariana, en un periplo dedicado a un único propósito: reforzar la posición de USA en una nueva fase de la carrera imperialista en el continente africano.
En uno de los países visitados, Kenia, Hillary participó de una cúpula sobre la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África, editada en el año 2000 por su marido y ex-jefe imperialista, Bill Clinton, a título de favorecer la exportación, sin impuestos, de productos africanos para USA. Ocho años después, la única exportación que aumentó fue aquella que interesa a los yanquis, la de petróleo (sólo de Angola USA importa 7% del petróleo que consume). Ahora, es por esta puerta que el imperio requisita a África, prometiendo cooperación económica, seguridad y garantía de los "derechos humanos". En la práctica, el objetivo es garantizar los intereses de los monopolios.
El motivo de Hillary en persona haber ido a África a hacer arreglos políticos y abrir mercados a las empresas yanquis es hacer frente a la creciente presencia de China como "compañera" de las élites africanas en la rapiña de los recursos de las poblaciones locales, principalmente de petróleo y metales, con el comercio chino-africano llegando a crecer 45% en 2008.
Europa del capital también está en el pareo. A finales de agosto, luego después del viaje de Hillary Clinton por Kenia, Sudáfrica, Angola, República Democrática de Congo, Nigeria, Liberia y Cabo Verde, la Unión Europea firmó un "acuerdo interino de asociación económica" con las Islas Mauricio, Madagascar, Seychelles y Zimbabue, mediante el cual transnacionales europeas ganaron salvoconducto para explotar servicios estratégicos como telecomunicaciones, puertos, energía y agua.
Ya en el inicio de septiembre, Francia organizó una farsa electoral en el Gabón para legitimar en el poder de su ex-colonia independiente – que sigue como colonia de hecho – el hijo del tirano recién fallecido. El pueblo se reveló, y los cerca de diez mil franceses que viven en suelo gabonés tuvieron que hacer las valijas y quedarse en estado de alerta para huir de la furia popular bajo la escolta de los mil soldados galeses allá radicados.
Uno de los países africanos que se diseñan estratégicamente fundamentales para las disputas imperialistas es la Somalia. USA, Europa, Rusia capitalista y China revisionista se unieron para ayudar a la gerencia de este país a derrotar movimientos populares armados, con el objetivo de después dividir la explotación de las riquezas en la región del Cuerno de África y disputar el control de aguas costeras por las cuales pasan 13% de todas las mercancías comercializadas mundialmente, incluyendo gran parte del petróleo que sale del Oriente Medio por el estrecho de Bab-el-Mandeb.
Lucha antimonopolios en el Delta del Níger
El último mes de junio, la ONU (una vez más desempeñando su papel, que es el de maquillar y facilitar la dominación de las potencias imperialistas) suspendió temporalmente el embargo a la exportación de armas para Somalia, a fin de que la administración yanqui pudiera armar el ejército somalí contra la insurgencia interna, especialmente contra la Guardia Costera Voluntaria de Somalia, grupo marítimo popular autoorganizado para combatir la presencia ilegal de embarcaciones extranjeras en la costa del país, a quién las potencias y el monopolio internacional de la media vienen llamando de "piratas".
Pero tal vez la novedad más significativa de esta nueva ofensiva yanqui para controlar África sea la inauguración del Africom, o Comando Africano, base militar – otra más – con tamaño de mil hectáreas que USA acaba de instalar en la costa atlántica de Marruecos, en el noroeste del continente. Situada en la localidad costera de Tan-Tan, que queda de frente para las islas Canarias, las nuevas instalaciones del Pentágono funcionarán como puesto de control militar de fuentes y sistemas de distribución de petróleo y del tráfico naval en el Atlántico Norte, eso en una región próxima al estrecho de Gibraltar, puerta de salida del mar Mediterráneo, de donde es posible también lanzar asaltos relativamente rápidos a las Américas Central y del Sur.
Además de su posición estratégica, Marruecos fue escogido para recibir el Comando Africano debido a la "sólida amistad" que el reino mantiene con USA desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, conforme consta en estudio preliminar del Pentágono que sirvió como una especie de investigación de mercado para la implantación de otra de sus unidades de dominación. En este caso, dominación del entorno africano, que antes quedaba bajo la batuta del Comando Europeo (Eucom) y del Comando Central yanqui (Centcom), y a pesar de la Casa Branca decir que el Africom ayudará a mantener "la seguridad regional y potencializar los esfuerzos humanitarios".
Aunque castigados por la pobreza y por la desunión, los pueblos africanos no están doblándose. En la región del Delta del Níger, el pueblo organizado viene enfrentando con bravura la dupla entre los monopolios de las potencias imperialistas y las clases dominantes de Nigeria. El delta es una de las regiones más pobres de África, y es también donde hay una de las mayores concentraciones de transnacionales chupando las riquezas del pueblo africano, como buitres sobre carroña extendida por las sucesivas gerencias títeres locales. Los rebeldes armados vienen consiguiendo frenar la rapiña, la explotación de los trabajadores y la violencia practicadas por las transnacionales en la región. Por causa de la acción popular contra los monopolios y en defensa de su patrimonio, en los últimos tres años los niveles de extracción petrolífera en el Delta del Níger vienen cayendo continuamente, inclusive haciendo con que Nigeria perdiera el puesto de mayor productor de petróleo crudo del continente africano.
En nombre de las transnacionales del petróleo, interesadas en retomar la capacidad productiva en el delta, el presidente títere de Nigeria, Umaru Yara, ofreció amnistía incondicional a quien renunciara a las armas antes del día 4 de octubre. El grupo armado Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger respondió diciendo que el gobierno no puede hablar de paz mientras arma su ejército para una guerra que no podrá vencer.
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