Traducido por Enrique F. Chiappa

Contratos súper facturados, previsiones presupuestarias enteramente violadas y total descaso con las metas sociales. Los juegos Panamericanos de 2007, que serán abiertos en Río de Janeiro, en julio, ejemplifican como la política neoliberal de César Maia transfiere ríos de dinero público para emprendimientos privados.

Un evento deportivo de grandes proporciones, en principio, puede beneficiar la ciudad que lo recibe. Por dos motivos muy simples:1) grandes cantidades de dinero público son destinados, generalmente para ser utilizados en infraestructura, y 2) las corporaciones privadas no ahorran inversiones para divulgar sus productos y servicios en escala global, una vez que habrá repercusión en el mundo entero. Es así con la Copa del Mundo, con las Olimpíadas, con la Fórmula-1. Y también con los juegos Panamericanos.

Debería ser.

En Río de Janeiro, los juegos Panamericanos de 2007 reunirán, en julio, 5.500 atletas de 42 países. Estarán en disputa 2.500 medallas entre 34 modalidades deportivas, que serán realizadas en 29 instalaciones. Un espectáculo que será visto por millones de personas en todo el mundo por la televisión.

Pero no significa que la ciudad-sede será automáticamente beneficiada. Para tal es preciso que los administradores responsables por el evento respeten plazos, contraten empresas responsables para ejecutar las obras y, sobre todo, posean una visión amplia de la ciudad. Solamente así la población será beneficiada con el turismo y los empleos creados, además de las mejorías construidas.

Aquí, prácticamente todos los plazos fueron vencidos. El presupuesto previsto ya quintuplicó y la mayoría de las metas sociales no será cumplida. Además, las promesas de la Prefectura de "remoción" de las favelas dejan intranquilos millares de habitantes de la Zona Oeste de la ciudad (región que hospedará los atletas), mientras que se delinea una "operación" para esconder de los visitantes las personas desabrigadas-ciertamente, negligencia del propio Estado.

En el día 11 de mayo, un trecho de 400 metros de piso de la Villa Panamericana derruyó. El intendente César Maia (ex-PFL, ahora DEM- Demócratas, para imitar los yanquis del Partido Democrático) y la Agenco, constructora responsable por la obra, buscaron minimizar el problema con palabras afirmando que una drenaje en el local fue ordenada. La Agenco también responsabilizó las canalizaciones de las concesionarias de agua y luz. El hecho es que ingenieros del Consejo Regional de Arquitectura e Ingeniería de RJ desconfían que la fundación de la obra no fuera realizada de manera adecuada, sobretodo por que se trata de un terreno arenoso, circunscrito por ríos muy próximos.

La llegada de los más de cinco mil atletas esta prevista para el día 3 de julio e, independientemente de el problema ser resuelto, será muy difícil garantir la tranquilidad de los inquilinos.

Pero la Villa Panamericana no registra apenas ese problema. Otros accidentes en la obra fueron verificados desde agosto del año pasado. Por causa de la connivencia del monopolio de las comunicaciones con la Prefectura el caso fue encubierto. Solamente cuando un agujero de 400 metros apareció, la obra fue "cuestionada" por la imprenta corporativa. Desde el anuncio de su construcción, la Villa pasó a ser encarada como una gran oportunidad de negocio. Había sido prevista una inversión inicial de R$ 60 millones (financiados por la Caixa Económica Federal) para la construcción de los 17 edificios con un total de 1.480 departamentos. Lógicamente que el proyecto no fue elaborado para ayudar a disminuir el déficit habitacional de la ciudad -293.848 viviendas, representando casi 1,2 millones de personas (datos Fundación CIDE). La lógica trabajada fue meramente mercantil.

Los departamentos fueron proyectados para venta por precios que varían entre 100 y 400 mil reales. Si calculado un valor medio entre las unidades (R$ 250 mil), veremos que la comercialización de los departamentos generó R$ 370 millones, lo que representa un expresivo lucro de 500%. Todos los departamentos ya estaban vendidos antes del inicio de los juegos.

Como agravante, el Tribunal de Cuentas de la Unión descubrió que la estadía de los atletas paga por el gobierno federal a la constructora Agenco, está sobre facturada en R$ 10 millones.

A propósito: en 1991, después de terminados los Juegos Panamericanos, realizados en Habana, Cuba ("del dictador Fidel Castro", como dice rigurosamente el monopolio de la imprenta en nuestro país), los departamentos de la Villa fueron cedidos a los operarios que los construyeron.

Costos exorbitantes

De manera general, el costo total del Panamericano en Brasil es extremamente elevado. La previsión inicial fue de R$ 691.013.912,00 de acuerdo con el Diario Oficial, en 25 de noviembre de 2005. Hoy este valor subió para cerca de R$ 4 billones. El costo medio de las cuatro ediciones anteriores (Santo Domingo, Winnipeg, Mar Del Plata y Habana) fue mucho menor: R$ 280 millones cada. En otras palabras, Brasil está gastando catorce veces más para producir el mismo evento, siendo que la mayor parte de ese dinero (cerca de 90%) viene de los cofres públicos.

Una de las obras que extrapoló el costo previsto fue la construcción del Estadio Olímpico João Havelange, más conocido como Engeñon, por estar situado en el barrio Engeño de Dentro. Inicialmente se esperaba gastar R$ 166 millones, pero el valor actual ya llega a R$ 400 millones. Apenas a título de comparación, el estadio construido en Munich, para la Copa del Mundo de Alemania, uno de los más modernos del mundo, costó lo equivalente a R$ 260 millones. Fuera la cuestión financiera, la manera con que las obras están siendo conducidas puede perjudicar mucho a los moradores de la región. La construcción del estadio no fue acompañada por el ensanchamiento de las calles y la Intendencia amenazó retirar los moradores de la favela Belem-Belem para construir un estacionamiento en su lugar. La población local ya está traumatizada por la construcción de la autopista Línea Amarilla, que cortó la f avela al medio (que continuo siendo una favela) y mató el comercio local.

Bruno López es economista e integrante del Comité Social del Pan-2007, una organización creada por diversas entidades para acompañar la ejecución de las obras. Él explica que el objetivo del grupo no es posicionarse contra el evento, mas observar si el dinero público esta siendo bien invertido.

— No tenemos un posicionamiento contrario al Pan. Pensamos que puede traer beneficios a la ciudad, pero eso dependerá de la manera de cómo será realizado. Por lo que estamos acompañando, en el caso de Río de Janeiro los impactos son en su mayoría negativos. Y el legado prometido no saldrá del papel- avisa.

Él se refiere al legado social prometido por la Intendencia. No por una supuesta preocupación de Cesar Maia con el pueblo, si no por que las metas sociales hacen parte de las prerrogativas de cualquier ciudad que pretenda ser candidata a recibir un evento de esa naturaleza. En el día 16 de octubre de 2003, el intendente firmó el Decreto 23599, que en siete artículos define la creación de la Agenda Social-Río, dirigida a los juegos Panamericanos y con 43 metas definidas para 2007 y 2012.

— Si saliesiadas, 30 son ignoradas por la página de la Prefectura de Río referente al asunto (www.rio.rj.gov.br/rio2007/legado). Además, esta dirección fue retirada de la página principal len del papel, serían progresos significativos- dice el economista Bruno Lopez — pero por lo que estamos viendo va ser difícil — concluye.

Estelionato electoral

De las 43 metas anuncuego después que el Comité Social del Pan divulgó el "olvido"de la intendencia. Entre las metas que no serán cumplidas están la promesa de universalización de las matrículas en la pre-escuela y la adaptación de 100% de los edificios públicos tornándolos accesibles a los portadores de deficiencias. Además hay otras promesas muy destacadas durante la campaña electoral de Cesar Maia y súbitamente olvidadas por la imprenta corporativa y extranjera: la construcción de la linea 4 del Metro, el Trans-Pan (que uniría los dos aeropuertos a la Villa del Pan) y la limpieza de la Bahía de Guanabara y de las Lagunas de la Barra.

Otro problema levantado por Bruno Lopez es la tentativa de transformar el Estadio de Remo da Lagoa en un centro comercial con seis salas de cine, plaza de alimentación, negocios y un estacionamiento con 250 lugares. La asociación de Moradores y la Federación Estadual de Remo ya organizaron tres manifestaciones y recogieron 5000 firmas contra la propuesta, que descaradamente emplearía dinero público en un emprendimiento privado.

La misma transferencia de recursos sucedería en la Marina da Gloria, caso una denuncia de la procuradora del Ministerio Público Federal, Gisele Porto, no embargase la obra. Ahí será construido un garaje de 19 metros de altura, con 80% de espacio destinado a lanchas. El problema es que no hay competiciones de lanchas en los Juegos Panamericanos. "Son gastos sin criterio. Eso es dinero público, tenemos que pensar mejor. Si usted juntar esos ejemplos, tendrá un caso claro de apropiación privada de espacio público y fondos públicos" evalúa Bruno.

Parte del dinero invertido en los Juegos Panamericanos debería ser destinado a mejorías en la infraestructura de la ciudad. Es el caso de la duplicación de la Avenida Abelardo Bueno, que recibiría R$ 8 millones, y de la urbanización del entorno de la Villa Panamericana (R$ 26 millones). Otras intervenciones varias que quedarían como legado para la ciudad alcanzan la suma de R$ 198.300.000, siendo que 60% serían financiados por el BNDS. Existe una localidad llamada Canal do Anil a cerca de un kilómetro de la Villa. El reportaje de AND (A Nova Democracia) estuvo el 23 de mayo, un miércoles. Conversamos con moradores y caminamos por el Canal. Lo suficiente para ver 542 casas demarcadas por la Intendencia.

Esa misma Intendencia anunció a los moradores que la comunidad había sido sorteada para recibir mejorías a partir de un programa del Gobierno Federal .Eso en el día 16 de enero. Francisco Alberto dos Santos, el presidente de la Asociación de Moradores, desconfió y creo una comisión de 14 personas para acompañar el caso.

Especulación inmobiliaria

Tenían razón en desconfiar. El 23 de marzo comenzaron a telefonear para los moradores. La historia es la misma de siempre (lea AND 32). En vez de urbanizar, mismo cuando hay recursos disponibles, la Intendencia de Cesar Maia prefiere expulsar los moradores. Los telefonazos avisan que sus casas fueron evaluadas y que deben pasar por la Intendencia para recibir el cheque. En el caso del Canal do Anil, El valor estaba entre R$ 2,8 mil y R$ 16 mil. No solo los moradores recusaron la propuesta como se muestran dispuestos a resistir.

— No queremos problemas con la policía, pero si nos faltan el respeto, nosotros vamos a pelear — avisó Marcelo Dornellas, estudiante universitario y morador del Canal.

Parte del terreno en frente al Canal do Anil fue comprado por la constructora Carvalho Hosken SA, una de las mayores donadoras de la campaña electoral de Cesar Maia. Su último mega-emprendimiento, el condominio de lujo Península, también puede ser visto desde el Canal do Anil. Por lo tanto podemos esperar que la presión para retirar aquellos moradores aumente, ya que hace algunos años el entonces subintendente de la Barra Eduardo Paes (hoy secretario de Turismo del Gobernador Sergio Cabral), dijo que esas favelas causan "daño estético" al paisaje de la ciudad. Hace 45 años, cuando el Canal do Anil comenzó a ser habitado, los órganos públicos no se mostraron interesados en estética. Quiere decir que el interés es reciente.

Antes la localidad era apenas una región desierta de mangues, donde el proletariado encontraba abrigo generalmente próximo al local de trabajo. Marcelo Dornellas por ejemplo lleva 20 minutos de bicicleta desde su casa hasta la facultad. Ahora que la zona oeste pasó a ser valorizada, la Intendencia alega que se trata de área de riesgo, lo que ya fue desmentido por el Instituto de Tierras y Cartografía de RJ. Cesar Maia y sus procuradores serían más sinceros si hablasen en "área de ricos".

Tan grave cuanto las amenazas contra el proletariado es la articulación para "recoger" personas sin abrigo, olvidadas a tal punto por el estado que viven en las calles. Con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD, y la Secretaría Nacional de Seguridad Pública publicó una licitación en el inicio del año, un nauseante texto tecnocrático que dice:

"Pensar la seguridad del Pan Río 2007" a partir de instituciones para "ampliar las acciones socio-educacionales y/o de profesionalizar, orientación y apoyo socio-familiar, fortalecimiento de los vínculos familiares y comunitarios y/o acogimiento en abrigos para niños y adolescentes que viven en las calles"

La criminosa irresponsabilidad expresa en la licitación prevé también que las actividades sean desenvueltas hasta noviembre de 2007.

Ese corto espacio de tiempo generó desconfianzas. Junior Perim, por ejemplo trabaja hace seis años con personas sin abrigo que vaguean por las calles. El es coordinador ejecutivo del Programa Social Crecer y Vivir y garantiza:

— Lo que se pretende es limpiar la ciudad de los jóvenes negros o casi negros que pueden macular la imagen de Río de Janeiro lindo que el Pan pretende construir sin revelar las fracturas de la ciudad, fuertes indicios de exclusión.

Además de considerar el valor bajo para el tipo de tarea (100 mil reales pagos en cinco parcelas) Junior resalta que la propuesta de mantener las personas en la institución durante 100% del tiempo es un absurdo, por que no permite el estudio o la recuperación de los lazos familiares.

— Programas de esta naturaleza tienen que ser realizados por órganos competentes. Está implícito en esta publicación es que el gobierno piensa que esos niños van a robar los turistas y los atletas. En mi avaluación es eso que están diciendo. El Estado revela su preconcepto – concluye Junior.

El tiempo pasa y Río de Janeiro va perdiendo una gran oportunidad de resolver muchos de sus problemas que atingen la mayor parte de la ciudad. Y va se cristalizando la lógica neoliberal que ha prevalecido en los cuatro mandatos del intendente Cesar Maia; la lógica que no puede resolver los problemas del pueblo.