En cada edición de A Nova Democracia este periódico viene acompañando el desmoronamiento gradual y progresivo del sistema internacional e interconectado de explotación y opresión de las clases trabajadoras, o sea, la crisis general de los monopolios, la gran crisis de superproducción que hace tiempos asola el capitalismo global y se manifiesta como un camino de pólvora entre polvorines, ora en Europa, ora en USA, ora en semicolonias, sea en la forma de crisis de crédito o bancaria, sea en la forma de crisis de la deuda o monetaria, no importa.
Importa que se trata de un momento crucial para las luchas de las masas trabajadoras de todo el mundo: si son tiempos de sufrimiento con las injusticias sociales y con la violencia contra el pueblo rebelde por parte de las fuerzas de represión de los Estados burgueses, son tiempos también de organización y unión para derrotar el capital enemigo.
Las protestas generalizadas por el mundo contra las gestiones de turno de los Estados burgueses son pruebas de que las masas están comprendiendo la coyuntura con precisión. Estas son las más recientes evidencias de que la crisis general del imperialismo de profundiza, las contradicciones se agudizan y el proletariado de todo el mundo siente la necesidad de la revolución.
Unión Europea y Euro ‘al borde del precipicio’
Los dos instrumentos más caros al gran proyecto de dominación continental de Europa, la Unión Europea y la moneda única Euro, parecen estar con los días contados. “Abrid sus ojos: el euro y Europa están al borde del precipicio”, dijo el expresidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, en advertencia hecha no a los pueblos europeos, pero a sus compañeros de la Europa del capital monopolista, los artífices de la explotación capitalista supranacional en el continente.
La insolvencia de estos mecanismos de apoyo de la explotación capitalista en el “viejo continente” es fruto de las propias contradicciones de la Unión Europea. La usurpación sin límites de naciones como Portugal, Grecia e Irlanda por los monopolios y bancos de Alemania y de Francia carcomieron la propia capacidad de estos Estados explotados – transformados en verdaderas semicolonias en el seno de Europa – de mantener las bases de su capitalismo, situación que viene siendo llamada de “crisis de la deuda” y que ya “contamina” economías mayores de Europa, como las de España y de Italia, país que integra el grupo de los “ocho países más ricos del mundo”, la G8, pero que acaba de anunciar draconianas medidas de aprieto del pueblo a fin de economizar fondos. Las propias economías de Alemania y de Francia ya dan señales de estagnación.
Imperialismo yanqui al borde del colapso
El capitalismo en USA no está en mejor situación de que el capitalismo en los eslabones más débiles de la Unión Europea, como AND mostró en el editorial de la edición 80, con el imperialismo yanqui haciendo de la guerra (industria bélica) y del dólar – moneda corriente en las transacciones internacionales – sus últimas burbujas de aire. En la secuencia del acuerdo en el Parlamento para elevar el límite de endeudamiento público de USA que resultó en el empobrecimiento de largo plazo de los trabajadores estadounidenses, la agencia de “clasificación de riesgo” Standard & Poor’s anunció el día 5 de agosto el descenso en la nota de los EUA de un septuagenario AAA (nivel máximo) para AA+, desencadenando furibundas reacciones de miembros de la administración yanqui de turno – reacciones que en verdad no pasan de espasmos de una agonía estructural prolongada. La recesión se anuncia.
‘Emergentes’ caminando para el abismo
Mientras el capitalismo agoniza en los países imperialistas, las naciones dichas “emergentes”, como la semicolonia Brasil, ya dan señales de que el crecimiento de sus economías no es sustentable, al contrario de lo que a sus gerentes de turno les gusta de alardear, con el crecimiento de la desindustrialización, endeudamiento masivo de la población, y la inflación cada vez más corroyendo el poder de compra de los salarios de los trabajadores.
Bancos de todo el mundo en quiebra
Los bancos, grandes financiadores de la expansión de los monopolios, van cayendo como un castillo de cartas. Ya llegó a 68 el número de instituciones bancarias de USA con suspensión de pagos declarada sólo este año. En 2008, año en que la crisis general del imperialismo se manifestó en la forma de “crisis de los subprime” en USA – periodo que el monopolio de la prensa insiste en clasificar como “el auge de la crisis” – el número de suspensiones de pagos bancarias fue 25. Proyecciones dan cuenta de que el sistema financiero internacional va a dimitir 100 mil personas en 2011. En agosto, las acciones de instituciones bancarias sufrieron las mayores bajas en tres años.
Bolsas de valores en caída libre
Cada noticia sobre economías estagnadas, sobre “mercados de trabajo en retracción” (alta del desempleo), sobre deudas públicas que extrapolan el límite de lo impagable, sobre Estados burgueses declarados “insolventes”, sobre divergencias entre actores-clave del capitalismo global que hasta hace poco se entendían muy bien, o sea, cada nueva información sobre la ruina de la economía basada en la explotación y del sistema financiero internacional, desmoronan las bolsas de valores de Nueva York a Tokio, de Frankfurt a Seúl, de São Paulo a Londres.
Pierden, en el intervalo de un pregón, capitales acumulados a lo largo de meses. Cierran fuertemente en baja en la noche y amanecen en leve alta al día siguiente, recuperando sólo una fracción de lo que se desintegró en el aire. El monopolio de la prensa insiste en hablar en un supuesto “nerviosismo” del mercado, intentando minimizar la realidad, que es de absoluta falta de confianza de los timberos de los mercados de acciones en los propios instrumentos e instituciones que hasta ayer les garantizaban la farra.
‘Karl Marx tenía razón’
El profesor de Economía de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, que quedó famoso por prever la explosión de la crisis de los subprime en el USA y es apodado de “Dr. Catástrofe” por los expertos del sistema financiero internacional, reconoció en entrevista al Wall Street Journal que “Karl Marx tenía razón” cuando previó que las contradicciones del capitalismo precipitarían su ruina.
“En cierta altura el capitalismo puede destruirse a sí mismo. Eso porque no se puede perseverar desviando la renta del trabajo para el capital sin haber un exceso de capacidad [de trabajo] y una falta de demanda agregada. Nosotros pensamos que el mercado funciona. Él no está funcionando. Lo que es racional individualmente es un proceso autodestructivo”, dijo el “Dr. Catástrofe”, que está lejos, muy lejos de ser alguien que analiza el mundo bajo la óptica de los anhelos de las masas trabajadoras, pero que, por vías torcidas y nuevamente con pionerismo entre sus cómplices, ya admite la derrota del sistema de explotación del hombre por el hombre. Se engaña, sin embargo, al creer que el capitalismo irá a destruir a sí mismo, pero ciertamente no ignora que las fuerzas capaces de derrumbarlo están despertando y organizándose.
Traducciones: [email protected]