En mediados de mayo se reunió en Lima, capital de Perú, la 5ª Cúpula de América Latina, Caribe y Unión Europea. Como en todas las reuniones de ese tipo, su desarrollar fue una crónica de arreglos anunciados.

Gerências latinoamericanas recebem os dirigentes europeus

De un lado del mostrador, las administraciones de países latinoamericanos que se dicen estar al lado de los pueblos de nuestro gran continente contra las clases dominantes sanguijuelas de dentro y de fuera; del otro, los países ricos de Europa, organizados en lo que se pretende como la más bien sucedida alianza del planeta entre naciones soberanas, la Unión Europea.

Terminado el encuentro, la tan proclamada cúpula se reveló un caso de verdadera formación de cuadrilla, y las máscaras cayeron.

Las gerencias de Luiz Inacio, Morales, Bachalet, Chavez y compañía se colocaron como siempre: mucha conversa demagógica y poca o ninguna defensa de los intereses nacionales ante el poder europeo. Por su parte la Unión Europea vino para mostrar los dientes y afilar las garras del neocolonialismo, dejando claro para quién no se quiere engañar que la UE consiste en realidad en una gigantesca entidad imperialista travestida de institución acuñada bajo los lemas del humanismo y de la justicia.

A los electores europeos y a los pueblos latinoamericanos, los dirigentes de los países de la unión Europea dijeron que estaban atravesando el océano Atlántico para ayudar en el combate a la pobreza, contribuir para la reducción de las desigualdades sociales y auxiliar en la implementación de programas de lo que llaman de "desarrollo sustentable".

Los premiers de los países europeos desembarcaron en Lima para fomentar más aún lo que el escritor uruguayo Eduardo Galeano llamó muy acertadamente de "venas abiertas de América Latina".

Integración en la base de la rapiña

Si, venas abiertas y pillaje secular practicado por las empresas yanquis y europeas, siempre con patrocinio de las administraciones de los Estados Burgueses, que nunca dejaron de ver los pueblos americanos como masa a ser explotada, y nuestro territorio como vastas tierras destinadas a la rapiña.

Y fue con la boca llena de palabras como "pobreza", "hambre", y "ambiente" que los poderosos de Europa fueron a entenderse con el presidente demagogo de Ecuador Rafael Correa, con el objetivo de resolver asuntos pendientes para un nuevo "acuerdo" comercial con los países de la Comunidad Andina.

Como un corderito — muy diferente del furor que demostró contra Álvaro Uribe en el episodio de la violación de la frontera ecuatoriana —   Correa transmitió a sus colegas latinoamericanos la solicitación hecha por los europeos, apelando para un esfuerzo en pro del entreguismo que abogaba y que llamó de "alternativa" para los pueblos de la Comunidad Andina.

Lula e Alan García: pouca preocupação

Esto en un momento en que Europa viene humillando lo ecuatorianos que desembarcan en sus aeropuertos, mandándolos de vuelta como criminales a aquellos que sobran en la cuenta de los que son necesarios para lavar platos y limpiar la nieve para la burguesía europea.

Pero esta treta no va ayudar en nada al pueblo de la región. Al contrario, es tramada para turbinar las ventajas para el capital europeo y enriquecer más aún las oligarquías de los cuatro miembros de la CAN — Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. En Lima, el presidente de Panamá, Martín Torrijos, anunció que pretende endosar un tratado semejante, entre la Unión europea y los países de América Central.

Es significativo que todo este discurso de integración de América Latina sea hecho mientras lo que se firma son atestados de servilismo al poder de los países de Europa y de las empresas multinacionales europeas.

El esbozo del entreguismo energético

La falsa izquierda — los oportunistas — que también viven de chupar la sangre de las venas abiertas de nuestro continente, justifican su connivencia con eventos como esta cúpula alegando que la Unión Europea podría significar un contrapeso a la hegemonía yanqui en América Latina.

Basta ver las composiciones accionarias de las grandes multinacionales — formadas por los fondos oriundos de los dos lados del Atlántico Norte — para la Alianza del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), para la dupla formada entre USA y Europa en las agresiones a los pueblos de Oriente Medio, de Afganistán y del oeste de Europa, para la hegemonía que ambos ejercen sobre las instituciones capitalistas supranacionales.

Basta estar al lado de los pueblos de nuestro continente para saber que los objetivos de los poderosos de Europa aquí no son menos imperialistas o neocoloniales. Apenas para aquellos mancomunados con el poder de los grupos económicos es que hay alguna diferencia significativa entre la usurpación con mayor truculencia y aquella llevada a cabo con más cuidado por causa de la concurrencia del "gran vecino del norte".

La prueba de esto puede ser obtenida a través de los desdoblamientos que vendrán con la resolución más grave acertada en la cúpula del entreguismo: el surgimiento en la práctica de la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUL). Juntos, los países del Mercosur y de la Comunidad Andina poseen uno de los mayores potenciales de producción energética de todo el mundo, incluyendo petróleo, gas natural, electricidad y biocombustibles.

Es ilusión suponer que el objetivo de los arquitectos de la Unasul es verdaderamente fundar una cooperación en pro de los pueblos trabajadores de América Latina.

Y el hecho de la consolidación de la Unasul haberse realizado durante un encuentro de negocios con la Unión Europea quiere decir lo siguiente: están creadas las condiciones para que los llamados "inversores" europeos del sector de energía encuentren todas las facilidades para hacer  una fiesta en la América del Sur, en un futuro que no demora.

El alerta llega hasta nosotros también por la vía de la solidaridad del pueblo europeo

En el día 14 de mayo, en la víspera de la 5ª Cúpula de la América Latina, Caribe y Unión Europea, varias organizaciones políticas de Europa emitieron un comunicado sobre las implicaciones del encuentro. Reproducimos a seguir un trecho del documento.

En sus relaciones con la América Latina y el Caribe, la UE pretende:

— Promover más aun los intereses de los monopolios transnacionales europeos a costa de los pueblos de la región;

— Promover acuerdos sobre el comercio y la protección  de las inversiones de capital, disfrazándolos de acuerdos de asociación económica y de cooperación;

— Ganar terreno en la competición imperialista que mantiene con EUA;

— Atender a las oligarquías locales de forma a hacer frente a los movimientos populares, controlar y neutralizar las luchas y procesos antiimperialistas que se desarrollan.

La "asociación estratégica" entre la UE y la ALC va contra los intereses de los pueblos de ambos continentes.

Junto con la resistencia popular de masas y la oposición a las políticas de la UE, el pueblo trabajador de toda Europa expresa su preocupación con la agresividad de la UE contra los países de América Latina y del Caribe.

La solidaridad con los pueblos de América Latina y del Caribe y la oposición a las políticas de la UE y a la intención de imponer los injustos acuerdos de libre comercio, son parte integral de nuestra lucha por una Europa de cooperación igualitaria, de progreso social y económico, de paz, contraria al proceso de integración capitalista europeo.

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