Prefeitura aponta seus tratores para o Pico do Morro Santa Marta
Localizado en la zona Sur de Río de Janeiro, el Morro Santa Marta tiene una de las más lindas vistas de la ciudad. Sus encostas son ocupadas hace décadas por miles de familias pobres que no tienen otra opción de vivienda, a no ser la favela. A los pies del Cristo Redentor el Santa Marta fue el primer barrio pobre de Río a ser militarizado. Hoy, una parte considerable de la favela está amenazada de remoción. Se trata del punto más alto del Morro, conocido como Pico. En la mañana del día 19 de septiembre, nuestro reportaje estuvo en el local y conversó con uno de los habitantes amenazados por los tractores del ayuntamiento de Río.
Según el guía turístico Igor Lira, en el inicio de las intervenciones, 52 familias serían removidas. Hoy, el número ya subió para 150 domicilios. Además, Igor cuestionó el argumento del ayuntamiento y del gobierno del estado para justificar la remoción de las familias que viven en el Pico.
– El motivo que alegan es que nosotros estamos en un área de riesgo. Pero en los días de hoy, nosotros sabemos que la tecnología permite revertir cualquier área de riesgo. A pesar de las lluvias que alcanzaron Río en los últimos tres años, aquí nunca aconteció nada. Sin contar que en esa área de Santa Marta ya fueron hechas varias obras de infraestructura. Apenas faltan algunas obras complementarias – cuenta.
Igor también denunció que los apartamentos ofrecidos a los habitantes por el ayuntamiento, además de muy pequeños, están siendo construidos en una verdadera área de riesgo donde aún funciona como depósito de basura.
– Esa área donde quieren reasentarnos, allí sí es un área de riesgo. Inclusive, las construcciones en aquella región pasaron décadas siendo reprimidas, pues según la Defensa Civil y el propio ayuntamiento se trataba de un área impropia, donde los habitantes del Santa Marta pasaron años tirando basura. Ahora Eduardo Paes, a través de un decreto, cambia la percepción del Estado sobre el área. Resumiendo, nos quieren tirar de un área normal y mandarnos para una verdadera área de riesgo – explica.
Dentro de las obras donde el conjunto habitacional está siendo construido, nuestro reportaje hizo un registro de las bases de sustentación del edificio, que simplemente no posee fundación. Cuando ya estábamos del lado de fuera de la obra, un hombre no identificado reprimió nuestro equipo y pidió que la cámara fuese desconectada.
Por fin, Igor dijo que los pobres están siendo alejados compulsoriamente de las áreas nobles de la ciudad y, en el Morro Santa Marta, no es sólo el Pico que está amenazado. Según él, la instalación de una Unidad de Policía Pacificadora (UPP) en la favela en diciembre de 2008 ya forzó muchos habitantes a dejar el local.
– Con ese asunto de las UPP, yo tengo la impresión de que ellos descubrieron que algunas favelas tienen un gran potencial para ganarse dinero. ¿Con una vista de esas, cual el turista que no va a querer visitar Santa Marta? Y nosotros no tendremos condiciones de vivir aquí porque el coste de vida está quedando cada vez más caro. Ya están cobrando luz y agua. Ahora van a darnos el golpe de misericordia, que será el IPTU en el mismo nivel del cobrado de casas de la zona Sur de Río que quedan fuera del Morro. Están expulsando los habitantes por el bolsillo. Es una expulsión blanca y blanda – denuncia.
Durante nuestra entrevista, un hombre denunció que policías de la UPP habrían zurrado y detenido un habitante arbitrariamente. Según Igor, tras la llegada de la UPP, la violencia policial es otra realidad cotidiana de los habitantes de Santa Marta.
– Aquí eso acontece casi todos los días. La forma como ellos abordan los habitantes es muy violenta. Insultando, pateando, colocando la mano en los bolsos. Hay personas que no aceptan y acaban sufriendo agresiones o siendo detenidas por desacato. Para ser detenido por desacato aquí es sólo el policía no gustar de usted. Llegando en la comisaría, ellos inventan una historia. Es la palabra de él contra la suya. Puede creer: ¡la dictadura no acabó! – protesta el habitante.
Sobre la remoción, Igor dijo al reportaje de AND que los habitantes del Pico están preparados para resistir a la acción de los tractores del ayuntamiento.
– Yo le pregunto: ¿qué va a sobrar para el pueblo pobre menos favorecido de legado de esos mega-eventos? ¿Qué quedará de beneficio para esas personas? Nosotros percibimos que la ciudad está siendo preparada para las élites y los pobres están siendo cada vez más expulsados de los centros urbanos. Nosotros nos consideramos los principales blancos de esa política, pues estamos en un barrio noble de Río de Janeiro, a los pies del Cristo Redentor. Pero, independientemente de la represión, nosotros estamos unidos para resistir – garantiza Igor.
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