Tropas del Ejército reaccionario brasileño fueron cercadas y atacadas por tres días consecutivos en Port-de-Paix, noroeste de Haití, entre los días 21 y 23/08. Los enfrentamientos con grupos de haitianos ocurrieron alrededor de una base que está siendo desactivada por las tropas de ocupación de la ONU (Minustah) a servicio de los yanquis.
El grupo de haitianos, por lo menos 15 personas, intentó tomar la base y expulsar las tropas invasoras. Los ataques ocurrieron por tres días seguidos y dejaron aisladas las tropas brasileñas.
Según pronunciamiento del comandante de la ocupación reaccionaria, el general brasileño Ajax Porto Pinheiro, los haitianos llegaron a incendiar el entorno de la base. “Ellos dieron pedradas en el centinela y en los militares”, afirmó.
La Minustah concluirá sus actividades el día 15 de octubre de 2017, sin embargo, las tropas brasileñas ya concluyeron sus operaciones pocos días después del ataque, en 31/08.
Con la retirada de los militares, la ONU ya anunció que lanzará de otra “misión”, denominada Minujusth (“Misión de las Naciones Unidas para el Apoyo a la Justicia en Haití”, en la sigla en francés). Esa nueva embestida contará con un contingente de 1.200 policías y civiles que cuidarán de “entrenar la policía local” y “reforzar el sistema judicial del país”, dijo la ONU en nota.
El Ejército brasileño fue “invitado” para integrar 10 ocupaciones más promovidas bajo la bandera de la ONU. El ministro de la Defensa, Raul Jungmann, apuntó como tendencia participar de la ocupación criminal que ocurre en la República Centro-Africana.
13 años de ocupación pro-yanqui
Haití fue el primer país a declararse independiente y a abolir la esclavitud de negros en América, resultado de una revolución democrático-burguesa que contó con la inmensa participación de las masas esclavizadas y que después no se concluyó. La victoria y la independencia ocurrieron en 1804, cuando las masas expulsaron el poderoso Ejército francés. Desde entonces, la nación es históricamente masacrada por las potencias coloniales y después imperialistas, que sofocaron el país y pasaron a dominarlo.
La ocupación militar de la ONU en Haití se inició en 1º de junio de 2004, por propuesta del USA, aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. La decisión fue emitida en 30 de abril del mismo año.
Las tropas de ocupación cumplieron en esos 13 años el papel de lacayos del USA, comandando todo el operativo militar y cumpliendo el plan yanqui de “estabilizar” el país para la explotación imperialista. Las tropas brasileñas fueron enviadas por la gestión oportunista de Luiz Inácio/PT, que vio en Haití un laboratorio para entrenar sus tropas reaccionarias que intervendrían en las favelas de Río de Janeiro.
Toda esa muestra de sometimiento iniciada por el servil Luiz Inácio/PT, mantenida por Dilma/PT y por el bandido Temer/PMDB costó hasta septiembre de 2016 más de R$ 2,5 mil millones a Brasil, según datos oficiales.
Por lo menos 37,5 mil militares extranjeros actuaron en la ocupación de Haití.
La “misión” fue establecida bajo la frágil retórica de “pacificar” el país. En la época, tal como hoy, Haití padecía de gravísima crisis económica, política y era terreno fértil para una guerra civil. Esto, sumado a la lucha de las masas que protagonizan violentas protestas para sobrevivir en medio al caos, imponían perjuicio al pleno funcionamiento de las empresas y corporaciones transnacionales, principalmente las yanquis, que explotan la nación y el pueblo haitianos.
El papel de represión a las masas de las tropas extranjeras en Haití queda patente en muchos episodios.
En abril de 2008, por ejemplo, miles de personas fueron a las calles para protestar contra el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos básicos como arroz, y contra la ocupación del país. En la ocasión, los invasores mataron cinco trabajadores haitianos e hirieron otras decenas.
En septiembre de 2011, centenares de trabajadores y jóvenes haitianos protagonizaron una histórica protesta contra las tropas extranjeras, en Puerto Príncipe. En la ocasión, se había filtrado un vídeo donde fusileros navales uruguayos torturaban un joven y lo violaban sexualmente, mientras se reían de la situación. Gritando “Fuera estupradores!” y con carteles denunciando los militares como “fuerza de ocupación”, los haitianos entraron en violento enfrentamiento con la policía local. “Ellos necesitan irse, o declararemos guerra contra ellos”, disparó en la época el manifestante Simon Mourin, 30 años, en entrevista a la Reuters.
Hoy, al fin de la misión, Haití está hundido en una crisis aún más profunda. La “misión humanitaria”, además de agravar todos los problemas del país, creó nuevos problemas humanitarios. Hoy Haití está devastado y sufrió con una epidemia de cólera traída por las tropas de ocupación provenientes de Nepal, que se esparció por el país en 2010 y mató 200 mil personas.
Abusos, humillación, violencia
En esos 13 años, las tropas del Ejército reaccionario brasileño fueron acusadas de practicar todo tipo de crímenes, como violaciones contra mujeres y niños. Según denuncias, los militares brasileños llegaron la chantajear mujeres, ofreciendo comida en pago de sexo. Las denuncias fueron reveladas por investigaciones de la propia ONU, divulgadas por la agencia AP en abril de este año.
La joven haitiana Janila Jean fue una de las víctimas. Ella denuncia que en 2014, entonces con 16 años y virgen, fue coaccionada por la conducta criminal de los militares brasileños a intercambiar sexo por comida. Ella fue brutalmente estuprada bajo la mira de armas. Ella cuenta que quedó embarazada y, evidentemente, desarrolló problemas para relacionarse con el niño. Según investigaciones, otras tres jóvenes habrían sido estupradas en aquel mismo local y día.
Otra joven, en testimonio a los investigadores de la ONU, afirmó que entre los 12 y 15 años fue estuprada por más de 50 militares de la “misión”, entre ellos un comandante. Ella relató que recibió US$ 0,70 después del crimen. Entre 2004 y 2016, la ONU registró en Haití 150 denuncias de violación y coacción contras soldados extranjeros, incluyendo del Ejército brasileño.