Traducido por Enrique F. Chiappa
En marzo de 2003, Irak fue invadido por USA. Los yanquis afirmaron que la guerra sería rápida y que la democracia volvería a reinar en Irak. Armas de destrucción en masa y terroristas serían encontrados y el país volvería a la normalidad. Cinco años después, ni armas ni terroristas fueron encontrados. La resistencia continúa, día tras día, golpeando las fuerzas invasoras de Bush, y su patota de asesinos ya no tiene de donde tirar mentiras para justificar el fracaso de la ocupación.
Después de dos años de intensa contrapropaganda, en 20 de marzo de 2003, fuerzas de una "coalición", formada por USA y por Inglaterra — que según ellos, reunía 49 países (1) — , invadieron Irak, a partir de Kuwait. Los invasores llevarían la paz, la democracia y la independencia a Irak, por lo menos en la teoría de ellos.
La campaña difamatoria comenzó a partir del "11 de setiembre de 2001". Las organizaciones estadounidenses sin fines lucrativos Centro de la Integridad Pública y Fondo para la Independencia del Periodismo realizaron un estudio sobre esa campaña, divulgado en enero del presente año. Esas organizaciones contabilizaron que, Bush y autoridades de su gobierno emitieron 935 declaraciones falsas sobre la amenaza de Irak a la seguridad de USA, con el objetivo crear una gran campaña para dirigir la opinión pública a aceptar la invasión de Irak.
Ante la inminencia del ataque al pueblo iraquí, millares de personas reclamaron en todo el mundo. Bagdad, Londres, Estambul, Madrid, Islamabad (Pakistán), Roma, entre otras ciudades, reunieron cerca de 10 millones de personas en sus calles durante febrero de 2003. Al final de marzo e inicio de abril, luego después de la invasión, grandes manifestaciones se sucedieron en Brasil, España, Alemania, Libia, USA, Grecia etc.
En abril de 2003, las fuerzas invasoras llegaron a Bagdad. La estatua del presidente Saddam Hussein fue derrumbada y los yanquis declararon controlar el país. En mayo del mismo año, Bush declaró el fin de la guerra, a pesar de mantener cerca de 150 mil soldados yanquis y un consejo — escogido a dedo por los yanquis, en junio— para regir la situación en el país.
La farsa del juzgamiento de Saddam
En 13 de diciembre de 2003, con gran pompa, los yanquis anunciaron la prisión de Saddam Hussein. Era el inicio de una de las mayores farsas ya vistas en la historia.
Saddan, delatado por una persona próxima a su familia, fue encontrado en Tikrit, su ciudad natal. Él estaba dentro de un hoyo, en un depósito. El administrador yanqui, Paul Bremer, afirmó que, con la prisión de Saddam, la resistencia acabaría. Gran equívoco.
En 19 de octubre de 2005 tubo inicio la farsa montada para juzgar Saddam. Ante la alegación de la defensa de que no había podido reunirse con los acusados, el juzgamiento fue postergado para 28 de noviembre.
El juzgamiento fue cercado de terror. Al final de octubre de 2005, uno de los abogados de defensa de Saddam fue asesinado. En la primera semana de noviembre ocurrió el segundo asesinato. El tercero asesinato fue en junio de 2006, el cuerpo se encontraba con señales de tortura.
En el reinicio del juzgamiento, en diciembre de 2005, Saddam se negó a comparecer, clasificando el juzgamiento de "farsa inventada por USA". Al final de diciembre, se presentó al juzgamiento y denunció torturas sufridas en la prisión además de proclamar firmemente que continuaba siendo el presidente de Irak.
En enero el juez responsable por el caso fue apartado por ser considerado condescendiente con Saddam. El mes siguiente, como protesta, la defensa no compareció a las audiencias. También en febrero, Saddam inició una huelga de hambre protestando contra el juzgamiento.
Todas las veces en las cuales compareció al juzgamiento, Saddam llamó la atención por su postura firme y decidida. Él afirmó vehementemente que mismo con la invasión, continuaba siendo el presidente de Irak y convocó todos los iraquíes a resistir de forma armada a la ocupación yanqui.
En noviembre de 2006, el tribunal ilegal e ilegítimo que fue instituido para juzgar Saddam, lo condenó a la horca. Casi trece meses después, terminaba el circo montado en la tentativa de minar la resistencia iraquí. Saddam se comportó como un legítimo representante de las fuerzas progresistas que luchan en Irak. Al recibir la sentencia clamó: "¡Vida larga al pueblo! ¡Vida larga ala nación árabe! Muerte a nuestros enemigos".
Al contrario de lo que esperaban los yanquis, la resistencia no dejó de actuar un solo día, durante y después del juzgamiento de Saddam.
Crímenes de guerra
Además de ocupar ilegalmente Irak, los invasores continúan cometiendo crímenes contra la población civil y contra el país.
Después de la ocupación, millares de personas, incluyendo jóvenes, ancianos y mujeres fueron y continúan siendo presos, torturados y ejecutados. Es práctica habitual en las prisiones mantenidas por los invasores vendar los ojos y amarrar las manos en las espaldas de los detenidos, para juntarlas a los pies durante días y colocar la persona en un cubículo de madera, dentro de un pequeño recinto oscuro. Las vendas no son retiradas ni para que los presos coman, lo que solo pueden hacer por diez minutos. La comida es poca y de mala calidad.
Varias personas fueron torturadas hasta la muerte, principalmente antiguos liderazgos políticos y miembros del gobierno anterior a la invasión. La tortura es cotidiana en los centros de detención o prisiones clandestinas de los nuevos cuerpos de seguridad iraquíes. También no son raras las detenciones y torturas en masa. Se estima que más de 250 mil iraquíes fueron presos sin motivo. El número de muertos según la organización Opinion Research Business, con sede en Londres, es de más de un millón de iraquíes.
Millares de personas han buscado, con mucha dificultad, refugiarse en otros países. El número de refugiados es desconocido, mas organizaciones de derechos humanos iraquíes estiman que este número sobrepase la cifra de 500 mil.
Con el establecimiento de los nuevos "cuerpos de seguridad" iraquíes se formaron los escuadrones de la muerte. Ellos han escogido selectivamente sus víctimas tratando de minar la base de apoyo de la resistencia por el miedo. Su objetivo es personalidades civiles, profesores, y principalmente profesionales de salud. Pero también asesinan ciudadanos comunes y actúan pillando y destruyendo el patrimonio cultural iraquí.
Mercenarios
Mercenarios son soldados que luchan junto a un ejército regular mediante paga. Hoy, se estima que 10% de todo el efectivo militar que actúa en Irak sea compuesto por mercenarios.
Los mercenarios son contratados por empresas yanquis que ganan ríos de dinero con ese servicio, que no pasa por cualquier tipo de licitación. Las empresas escogen países pobres como fuente de reclutamiento. Brasil, Chile, El Salvador, Colombia, Turquía, Nepal, Indonesia están ente los países preferidos por los reclutadores. La promesa es siempre la misma: ganar cerca de 7000 dólares por mes. La tarea, vigilar instalaciones militares, campos de entrenamiento y hacer la seguridad del ejército yanqui ( ¿para qué un ejército precisa de escolta?)
Los reclutadores actúan ilegalmente en todos los países. En Brasil, en 2005, fue descubierta una red ilegal de contratación. Ellos actuaban sin las licencias exigidas. Hasta mismo en USA, los reclutadores actúan buscando inmigrantes ilegales y la parcela pobre de la población, prometiendo a los primeros la legalización en el país y a los segundos la posibilidad de una carrera universitaria.
La cuestión es que el gran número de soldados que han vuelto para USA en bolsas plásticas hizo aumentar la repulsión de la población a la guerra. Familias enteras se vieron desintegradas por una guerra injusta. Además mitad del efectivo entrenado por los yanquis acabó desertando o sirviendo a la resistencia.
Entre las empresas alistadoras, se destaca la Hallyburton — empresa vinculada a la explotación petrolífera — que es una de las que más lucraron con la guerra. Las yanquis Caci y TitanCorp son otras que actúan en Irak haciendo los trabajos sucios de la prisión de Abu Graib.
La resistencia
La resistencia de los iraquíes a la invasión comenzó mucho antes de la invasión propiamente dicha. Después de la Guerra del Golfo, en 1990, el presidente Saddam Hussein, convencido de que su país podría ser objeto de una nueva envestida imperialista, realizaba entrenamientos militares tres meses por año, destinados a toda la población.
Ante la inminencia de la ocupación, millares de iraquíes contrarios al gobierno de Saddam retornaron al país para ayudar a la resistencia, ciertos de que no serían impedidos de luchar por el presidente. El régimen iraquí relajó la prisión de todos los prisioneros, excepto de aquellos que cometieron crímenes de sangre. Meses antes de la ocupación, el gobierno abrió todos los depósitos de armas y las distribuyó a la población.
La resistencia iraquí, que combate cotidianamente los invasores, es compuesta y financiada por los propios iraquíes. Sami Alaa, de la Alianza Patriótica Iraquí, en entrevista a AND (ver ed. 24, abril de 2005), explicó que la resistencia se dividía en tres grupos: 1)aquellos ligados a algún partido político: militantes baathistas, pan-árabes, socialistas, comunistas patrióticos; 2) oficiales y soldados del antiguo ejército y policía iraquíes, que no depusieron las armas y continúan combatiendo. Según él este grupo es el que realiza las acciones mejor planeadas y con más recursos; 3) el tercer grupo es formado por militantes sunitas, xiitas y hasta cristianos, pero que no pasan de 10% de toda la resistencia, son organizados local o regionalmente y no son leales a una persona o partido.
Lo cierto es que la resistencia usa hábilmente todas las armas de que dispone. Utiliza la táctica de guerra de guerrillas, fustigando el enemigo y abasteciéndose de armas y municiones del oponente, además de atacar puntos estratégicos para los ocupantes, creando un clima de inestabilidad permanente. Los objetivos de destrucción de la resistencia son redes de oleoductos — para evitar el robo del petróleo iraquí- estradas, puestos militares, bases y todos los locales de concentración de las fuerzas de coalición.
De acuerdo con datos del Pentágono, de 2005, las acciones de la resistencia aumentaron 30% con relación al año anterior. Son cerca de mil acciones diarias, de las cuales apenas 1% con ataques suicidas o autos-bomba, que la resistencia no reconoce como propios.
Faluya
Faluya, a 60 Km de Bagdad ha sido un bastión de la lucha contra la ocupación yanqui. Una parte considerable de la resistencia se concentraba en Faluya y los ocupadores junto a sus gobiernos fantoches no consiguieron mantener instituciones en la ciudad. Los invasores la consideraban como centro del "terrorismo" y garantizaron que allí estaban atrincherados miembros de la resistencia.
En 2003, la ciudad fue palco de las mayores manifestaciones y combates contra la ocupación. En abril, la población de la ciudad salió a las calles para luchar contra la ocupación. Después del dominio de Bagdad, otras grandes manifestaciones y combates fueron reprimidos por los invasores.
Faluya sufrió intensos bombardeos en abril y noviembre de 2004. Los ataques destruyeron cerca de 80% de la ciudad y dejaron más de cinco mil muertos. En 2004 los ocupantes amenazaron destruir toda la ciudad si la población no denunciase los militantes de la resistencia. Mas, por lo que todo indica, nadie fue delatado. Mismo después de los ataques la resistencia continuó activa y los yanquis no consiguieron dominar la ciudad por completo.
En 2005, el Pentágono afirmó haber usado fósforo blanco en los combates de 2004. Hasta hoy más de la mitad de los habitantes de Faluya enfrenta problemas con falta de agua potable, falta de electricidad, hambre, frió y desempleo.
Los invasores continúan utilizando fuertes medidas de seguridad. Mismo que sigan prendiendo colectivamente, asesinando, decretando toque de recoger y cortando agua y luz en Faluya, sus ciudadanos no se entregan y permanecen como un gran ejemplo de la heroica resistencia iraquí.
Lo que todos se preguntan es hasta cuando durará la guerra en Irak. Por la capacidad de renovación de la resistencia, por el desgaste de las tropas yanquis y por la repulsa mundial a la invasión, es cierto que la guerra durará hasta que los yanquis retiren sus tropas, sus instituciones y todos los que llegaron con la ocupación — terroristas, milicias, mercenarios, etc — de Irak. La resistencia jamás entregará las armas y desistirá de defender su pueblo y su país de los invasores.
Números
Más de un millón de iraquíes muertos por la ocupación
2,5 millones de refugiados internos
2,2 millones de refugiados en el exterior, principalmente en Siria
24 mil iraquíes presos bajo control yanqui
400 mil iraquíes presos bajo control de los colaboracionistas
43% de la población viviendo en extrema pobreza (menos de un dólar por día)
70% de los adultos están desempleados
Mitad de los niños con menos de 5 años sufre de algún tipo de desnutrición
70% de la población no tiene acceso a agua potable
80% de la población no tiene sistema de cloacas
800 mil estudiantes sin escuela primaria
220 mil niños en edad escolar refugiadas y sin estudiar
300 profesores universitarios asesinados
2 mil médicos asesinados y otros 17 mil abandonaron el país
2 horas por día es el período de suministro de energía eléctrica, incluyendo Bagdad
Nota
(1): Informaciones del Global Policy Forum (www.globalpolicy.org) Traducciones: [email protected]