Jirau: persecución y militarización en las obras

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Jirau: persecución y militarización en las obras

Dos meses después del fin de la huelga en las obras de la usina de Jirau, la situación de los obreros continúa caótica. En mayo, un obrero murió, víctima de “accidente” de trabajo en la obra. Los obreros detenidos relataron malos tratos y humillaciones. Los ex-trabajadores de la WPG están contestando la decisión judicial que libró la empresa de pagarles todos los derechos. Los procesos laborales contra la Energía Sustentável do Brasil abarrotan la Justicia Laboral de Porto Velho.

Obra de Jirau está há meses sob cerco militar. Operários grevistas seguem arbitrariamente presos

En una rápida averiguación, constatamos cerca de 300 reclamaciones laborales contra la Energía Sustentável do Brasil (ESBR, consorcio formado principalmente por Camargo Corrêa y GDF-Suez  para la construcción de la Usina) referentes a la Usina de Jirau. Eso sin considerar las acciones colectivas que fueron movidas por el Ministerio Público del Trabajo de Rondônia (MPTRO). La muerte del trabajador José Roberto Viana, el día tres de mayo, traumatizado después de caer en una de las estructuras de la obra, revelan que las condiciones en las obras no mejoraron como el Sindicato de los Trabajadores en la Construcción Civil (Sticcero), la empresa, la judicatura y el monopolio de la prensa quieren hacer creer.

Situación de los presos

El día 10 de mayo, el Ministerio Público de Rondônia denunció 24 obreros por hurto, daño, incendio, constreñimiento ilegal y amenazas practicadas en la Usina de Jirau el día 2 de abril.

De los 24 denunciados, 12 fueron presentados a la prensa, en un verdadero show el día 09 de abril, como resultado de la llamada “Operación Vulcano”. Hay denuncias de que algunos de ellos fueron mantenidos incomunicados dentro de la Usina por algunos días. Es evidente es que hubo muchas arbitrariedades en la prisión de los obreros:

– El día 05, me dirigí al Sindicato para informarme y después fui hasta la Camargo Corrêa, para dar la baja en mi documento laboral. Cuando llegué allá, la policía estaba esperándome y me llevó detenido. Yo fui, di mi testimonio, firmé los papeles a la fuerza, yo ni sabía exactamente lo que estaba aconteciendo. El mismo día me llevaron para el Pandinha [anexo del tenebroso presidio Urso Branco] y me dejaron aislado, en el “castigo”. Me enfermé, estoy casi sordo de un oído, pero no recibí ningún remedio, decían que no era función de ellos. Pasé por todo eso, siendo inocente – dijo Jonas Cordeiro Bessa.

Jonas consiguió un habeas corpus y está respondiendo al proceso en libertad. Él relató a nuestro reportaje que los obreros pasaron varios días en el “castigo”, incomunicables, sin derecho ni siquiera a higiene personal. Según él, fueron muy maltratados y humillados por la titular de la Comisaría de Homicidios de Porto Velho. Actualmente, seis obreros continúan detenidos y seis fueron liberados por habeas corpus. Hay pedidos de habeas corpus para todos los obreros detenidos. Los otros 12 obreros denunciados aún permanecen desaparecidos, pero tienen mandados de prisión expedidos.

El obrero Raimundo Braga da Cruz Souza, que también estaba detenido, a pesar de su nombre no constar en la denuncia del MPRO, fue liberado el día 28 de mayo, después de una audiencia en la cual quedó clara la arbitrariedad de la prisión: él fue detenido por portar un encendedor. Cuando fue colocado frente a frente con el policía y los funcionarios de la empresa – que afirmaban saber quién había provocado el incendio – no fue reconocido.

Hasta la intervención del abogado Ermógenes Jacinto de Souza, días después de la prisión, los obreros estaban durmiendo en el suelo y no habían recibido ningún material de higiene y limpieza. La visita de los familiares también estaba siendo restringida, siendo que el obrero Raimundo había recibido sólo la visita del abogado. Los obreros fueron colocados en celdas separadas e, inclusive, con presos de alta peligrosidad.

Julimia Souza de Oliveira, hermana de Julimilson  Souza, nos relató lo siguiente:

– Yo estuve con mi hermano el día 22 de abril. Su estado de salud estaba precario. Él lloró mucho y estaba deprimido, muy gripado y no recibía ninguna medicación. Varios de los muchachos estaban gripados. Ofrecieron un remedio llamado “mata todo” y mi hermano se negó a tomarlo. Cuando yo llegué allá, mi hermano dormía en el suelo. A veces, él canjeaba el almuerzo o el desayuno con alguno de los presos para dormir en el colchón. Tenía hematomas de tanto dormir en el suelo. Él dijo que estaba siendo muy maltratado.

Julimilson de Souza es sólo uno de los miles de obreros que salieron de varias localidades del país, buscando mejorías en sus condiciones de vida. Él es de Arari  (Maranhão), tiene 25 años, había llegado a Jirau tres meses atrás y trabajaba como montador. Es casado y su hijo nació cuando él estaba detenido.

Según el abogado, todos los presos presentaban alguna enfermedad, sea física o psicológica, en virtud de las pésimas condiciones carcelarias, agravadas por el tratamiento aún peor que les daban.

En los autos del procesamiento, hasta el cierre de esta edición de AND, no constaba prueba material que incriminase los trabajadores. Las pruebas eran testimonios orales, bastante controvertidos, de obreros, ingenieros y policías militares. En el caso de los trabajadores, es de conocimiento público que hubo una división entre aquellos que estaban al frente de la paralización. Algunos de ellos se arreglaron con el Sticcero y avalaban las negociaciones y otra parte no concordaba con eso, defendiendo que el sindicato y los miembros de la comisión de huelga estarían ganando dinero de las empresas para acabar con la huelga e impedir una victoria aún mayor de los trabajadores. La verdad es que, aún sin estar en la obra  en el día del incendio, miembros de la comisión acusaron algunos de los trabajadores detenidos – los mismos con los cuales se habían desentendido – de liderar el incendio. Los ingenieros y la policía reforzaron el coro. Los trabajadores, aquellos que no formaban parte de la comisión y no eran ingenieros o encargados, nada declararon que pudiera incriminar a los trabajadores detenidos.

Por los autos también es posible percibir que las policías militar y civil ya venían, antes del incendio, investigando los trabajadores que lideraban la parcela que discordaba del rumbo de las negociaciones. De esa manera, la denuncia de que el incendio puede haber sido causado por intereses ajenos a los trabajadores y que podrían venir a beneficiar la empresa – que recibiría un seguro millonario debido al incendio – toma aliento. Lo cierto es que, hasta ahora, la prisión y la culpabilidad de los trabajadores que fueron detenidos es una grande y fétida historia montada.

WPG: trabajadores perjudicados

La Justicia del Trabajo de Rondônia condenó, el día 03 de mayo, las empresas WPG, TPC y de forma subsidiaria el consorcio constructor de la Usina de Jirau “Energía Sustentável del Brasil” (ESBR), a pagar a los trabajadores los salarios atrasados, las multas rescisorias, firma de los documentos laborales y pago del costeo con alojamiento y tres comidas diarias, durante el periodo en que los trabajadores estén aguardando el recibimiento de los salarios atrasados. Además del reembolso al Sindicato de todos los valores gastos en alojamiento, alimentación y en la concesión de los pasajes para que los trabajadores regresasen a sus casas. La ESBR recurrió de la decisión judicial.

El juez condenó las empresas a pagar los salarios atrasados hasta 07/11/2011, lo que en la práctica perjudica mucho los trabajadores, ya que ellos estuvieron a disposición de la empresa e impedidos de trabajar hasta el juicio de la acción, en mayo de este año. Quién acabó ganando con la historia fue el Sticcero, que recibió de vuelta el dinero gastado con el mantenimiento de los trabajadores y los honorarios de los abogados de la acción, cuando, en realidad, había actuado chantajeando y desmovilizando los obreros.

Actualmente, la mayoría de los trabajadores ya retornó a las ciudades de origen, pero una comisión continúa en Porto Velho, intentando revertir la situación. La desconfianza de los trabajadores es grande, ya que no pueden confiar en el sindicato. En la sentencia, quedó claro el conflicto entre trabajadores, MTP y Sticcero, siendo que este último llegó a acusar el MPT de colocar los trabajadores contra el sindicato.

Lucha contra el oportunismo

Durante la movilización y lucha de los obreros de Jirau, el Sticcero actuó como elemento desmovilizador y contrario a los intereses de los trabajadores. Ahora, corona su actuación, denunciando los trabajadores de haber incendiado los alojamientos de la Usina.

En una carta datada en 09 de mayo y anexionada a la denuncia del Ministerio Público contra los trabajadores detenidos, el vicepresidente del Sindicato, Altair Donizete, afirma que algunos de los obreros prendidos no participaron de la huelga y que, por lo tanto, no podrían haber incendiado los alojamientos. El sindicalista concluye así: “aquellos que realmente practicaron actos de vandalismo acabaron por salir ilesos de la situación”. En la misma carta, afirma aunque el Sticcero no los había delatado. Queda en el aire la pregunta: ¿quiere decir que hubo obreros delatados por los señores? Lo que nos lleva a creer que la carta es, en realidad, una defensa desesperada, ya que los obreros detenidos afirman que fueron denunciados por el sindicato, considerando que ellos habían condenado la postura de los dirigentes durante la huelga.

Desde el inicio de la huelga, el Sticcero intentó convencer los trabajadores a acabar con la paralización y aceptar los términos de la empresa. En las palabras del propio Sindicato, durante una asamblea realizada en Jirau: “Si conseguimos suspender el movimiento, damos un plazo para la empresa hasta negociar, eso es algo inteligente, compañeros”. La respuesta de los obreros fue un sonoro no y un coro de chiflidos. En una asamblea, el día 27 de marzo, el Sindicato fue expulsado a pedradas por los obreros.

Jirau: três anos de luta

2009 38 personas son rescatadas en condiciones de trabajo esclavo en la Usina.
27/05/2010 el obrero Valter de Souza Rosa muere electrocutado.
21/07/2010 el obrero Francisco da Silva Melo muere, después de tener el cuerpo estrujado por los engranajes de una máquina.
13/02/2011 el obrero Josivan França Sá es asesinado por policías militares, después que los trabajadores reclamaron de la demora del autobús que debería llevarlos a los alojamientos.
03/2011 inicio de la 1ª huelga.
15/03/2011 primer incendio. Treinta y un trabajadores fueron detenidos.
17/03/2012 trabajadores bloquean la carretera que daba acceso a Porto Velho.
04/2011 fin de la 1ª huelga.
05/2011 más de 4  mil obreros son dimitidos.
10/2011 la empresa tercereada WPG abandona 80 obreros en la obra.
03/2012 início da 2ª greve.
27/03 a 31/04 Obreros abandonados de la WPG protestan frente al TRT y son recibidos por la policía.
30/03/2012 inicio de la 2ª huelga.
03/04/2012 segundo incendio. Once obreros son detenidos.
03/04/2012 el obrero Francisco Sousa Lima muere de ataque cardíaco. La causa de la muerte es contestada por la hija de Francisco. Ella afirma que el padre tenía hematomas en los brazos y en las piernas.
05/04/2012 12 obreros son detenidos y 12 más – que están desaparecidos – tienen órdenes de prisión a cumplir.
07/04/2012 justicia inspecciona la Usina de Jirau y libera la obra
09/04/ 2012 los 12 obreros detenidos son presentados a la prensa
27/04/2012 Sticcero cancela alojamiento y alimentación de los 80 obreros de la WPG. Justicia condena empresa a pagar los días trabajados hasta noviembre, perjudicando los trabajadores.
04/2012       
04/2012 más de 2  mil obreros son dimitidos.
05/2012 obreros detenidos denuncian malos tratos en el presidio Urso Branco. Continúan las denuncias de malas condiciones de trabajo en Jirau.
03/05/2012 el obrero José Roberto Viana muere, después de caer en una de las estructuras de la obra.

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