Con cierta frecuencia sectores progresistas llaman la atención para el peligro que representa la reactivación de la cuarta flota de USA, sobre todo después del anuncio de las descubiertas de enormes reservas de petróleo en el Pré-Sal. Es válido recordar que la cuarta flota fue creada en la segunda guerra mundial para proteger el territorio de USA ante la posibilidad de un ataque enemigo y que al término del conflicto fue disuelta. El retorno de esta unidad, anclada en Miami compuesta por portaaviones, submarino nuclear etc., una formidable fuerza de asalto, realmente coloca en jaque toda América Latina y merece un continuo alerta por parte de los países de la región. Entretanto hechos recientes nos demuestran que la mayor amenaza no es pirotécnica. Veamos dos ejemplos:
1Argentina perdió todas sus reservas petrolíferas– algo inédito en la historia de un país, sin haber sido éste resultado de una guerra. En el gobierno Menem durante el ápice del neoliberalismo se privatizó la YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) por un precio irrisorio basado en laudos forjados. Y así un país que había conquistado el autoabastecimiento con tecnología y capitales propios ahora depende de la "buena voluntad" de la transnacional Repsol. (Vale decir que esta empresa hace una declaración jurada, sin fiscalización del Estado, diciendo cuanto petróleo extrajo y de acuerdo con ésta remunera a la Nación).
2Las condiciones de Méjico empeoraron terriblemente a partir de la firma del tratado de "libre" comercio con USA (NAFTA). Un buen ejemplo es el plantío del maíz que es básico en la alimentación de su pueblo. Como USA subsidia fuertemente su agricultura fue imposible para los campesinos mejicanos continuar con su actividad. Así miles de agricultores se vieron obligados a emigrar a las grandes ciudades. La mano de obra que ya era barata perdió totalmente su valor. La jornada de ocho horas, montando componentes para exportar para USA, es insuficiente para la subsistencia. El tejido social de un país se destruye: emigrar de cualquier manera hacia USA, tráfico de drogas, violencia y corrupción extremas, muerte de centenas de mujeres en la ciudad de Juárez impunes etc.
Debemos llamar la atención que todo esto sucede con la aprobación de "presidentes" y congresistas electos "democráticamente", sin objeciones de la justicia, con apoyo y fiesta de los monopolios de la imprenta. Todas medidas vendidas con promesas de un futuro mejor.
En Brasil no fue diferente en la privatización de la Vale do Rio Doce y en la cotidiana sangría a que somos sometidos.
El imperio no necesitará disparar una bala en cuanto continúe contando con tamaña colaboración.
