Traductor: Enrique F. Chiappa
Banco Central (BACEN) divulgó que las reservas del País en monedas extranjeras superaron la deuda externa, tornándolo, así, acreedor líquido. Ese triunfalismo carece de fundamento, como se ha mostrado.
Además de aducir más elementos al análisis demuestro en este artículo la imposibilidad de haber buenas noticias para el país, en cuanto él permanezca bajo el modelo económico de concentración financiera y con la economía controlada por transnacionales.
Después, el BACEM divulgó estos datos: reservas internacionales, US$ 187,5 mil millones; réditos de bancos comerciales, US$ 12,9 mil millones, créditos brasileños en el exterior, US$ 2,8 mil millones. Ante los US$ 196,2 mil millones de la deuda externa, los activos líquidos en el exterior serían de US$ 7 mil millones.
Como notaron Paulo B. Nogueira Jr, y otros, en esos números no están incluidos los créditos intercompanías (US$ 48,6 mil millones en enero), debidos a las matrices por subsidiarias transnacionales. Con el objetivo de no pagar impuesto de renta, esos fondos son contabilizados como préstamos, mismo que se trate de capital propio.
El pasivo externo bruto está en torno de US$ 700 mil millones de reales (1). Allí se incluye el estoque de inversiones, derechos de extranjeros (IDE), así como las inversiones extranjeras en cartera y la deuda en manos de extranjeros registrada. Con la deducción de activos de brasileños en el exterior, el pasivo externo líquido queda en cerca de US$ 400 mil millones.
Otro punto importante, al invalidar el discurso de que la deuda externa fue superada, es su mal disfrazada sustitución por deuda interna. Bien más que la mitad de las reservas en dólares del BACEN proveen de residentes en el exterior, y ellas pueden menguar de repente, al ser transferido el capital más los intereses de aplicación en la deuda interna.
Los títulos de esa deuda registrados en la Comisión de valores Mobiliarios como adquiridos por no-residentes equivalían a más de US% 41 mil millones en enero, y el total real es ciertamente mayor.
Los aplicadores toman crédito barato en moneda extranjera y pasan al Banco Central de Brasil en cambio de reales, con los cuales compran títulos de la deuda interna brasileña. En ese proceso, ellos se vienen apropiando no solo de la diferencia de la tasa de interés, en torno de 10% aa, mas también de lucros de capital superiores a 20% apenas en los últimos 12 meses, en función de la apreciación del real (2).
El círculo es retroalimentado, ya que el Real se valoriza con el ingreso de los capitales especulativos.
Siendo el presidente y los directores del BACEN egresos de bancos privados, el publico sería llevado a suponer que ellos entienden de ganar dinero. Si entienden, trabajan deliberadamente contra el País, ha mucho tiempo.
Cuando la tendencia, en los últimos años de FHC, era la desvalorización del real, se vendían títulos de la deuda externa pública indexados al dólar, dotados de intereses reales exorbitantes. Los lucros pasaron de 80% aa. Invertida la tendencia del cambio, se pasó a la actual modalidad de saqueo (3).
Los perjuicios van para la sociedad, que paga impuesto para la Unión despender más de R$ 160 mil millones por año en los excesivos intereses de la deuda interna. Esta creció 65% en términos reales, de diciembre de 2002 a diciembre de 2007 (10,5% aa) después de haber aumentado 368% de 1994 a 2002 (21,3% aa). Este crecimiento vertiginoso fue por la capitalización de los intereses.
No es apenas de la cultivada deuda interna que se sirven los manipuladores financieros del exterior. De enero a setiembre de 2007, extranjeros ganaron US$ 151,3 mil millones con aplicaciones en activos financieros, inclusive acciones en la BOVESPA y ADRs en la bolsa de Nueva York (4).
Además, el País acumula pérdidas con el cambio por mantener reservas en dólar, moneda cuya debilidad se torna más evidente a medida que se profundiza el colapso financiero mundial. Los ingredientes de éste son visibles ha años, y el dólar se desvalorizó más de 100% con relación al oro y 30% al euro, en los tres últimos años.
El Bacem ha acumulado reservas en dólar y hecho operaciones swap, alegadamente para sustentar el valor de esa moneda en Brasil. Tuvo en inicio de 2007, perjuicio de R$ 47,5 mil millones, a ser cubierto por el Tesoro Nacional, por lo tanto, por el contribuyente. La media reclama de los programas sociales, que inclusive generan demanda y producción en la economía, y se omite cuando se trata de criticar la gestión del Bacen.
La última posición divulgada por el BACEN se refiere a marzo de 2007, con US$ 673,7 mil millones. Los activos de brasileños sumaban US$ 264,6 mil millones.
- Brasil paga 12% aa en la deuda interna y recibe 2,4% por las reservas aplicadas en dólar, en que sufre además enorme perjuicio con el cambio.
- No es improbable el retorno de aquellos tiempos, aunque con una indexación diferente, ya que 1) Brasil no obtiene más superávit en las transacciones con el exterior; 2) el déficit de servicios aumentó en 2007, para US$ 40,6 mil millones, y el superávit de la balanza comercial está en queda; 3) el colapso financiero mundial modificará los movimientos de capitales; 4) la depresión en los EUA afectará negativamente la demanda mundial, inclusive por materias primas. En la lógica perversa del modelo económico, las trasnacionales hicieron en 2007, remesas oficiales de lucros de US$ 21,24 mil millones (apenas la punta del iceberg), y la importación de máquinas y equipamientos, ciertamente súper facturados creció cerca de 40% en 2007.
- ADRs son los “American Depositary Receipts”, título usado en las negociaciones de acciones, también de empresas brasileñas, en los EUA.
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