Flotilla 2, Flytilla (de fly, volar, en inglés), comandos israelíes saboteando navíos, ocupación de embajada, huelga de hambre, gobiernos europeos reducidos a títeres, empresas aéreas ilegalmente negándose a transportar pasajeros, autoridades amenazando ciudadanos pacifistas…

La gran campaña de solidaridad al pueblo palestino acontecida en los últimos días sufrió una contraofensiva sionista que contó con fuerte apoyo del gobierno del USA y de los de varios países europeos. 

La primera Flotilla de la Libertad fue un marco en esa lucha dando muestras de la demencia fascista que impera en Israel. Nueve activistas fueron asesinados y otros 53 heridos a bala, atingidos por los comandos israelíes que atacaron en aguas internacionales. Todos los supervivientes fueron secuestrados y llevados para presidios.
Pero el sacrificio de esta gente determinada consiguió quebrar el bloqueo informativo del monopolio de los medios de comunicación y denunciar al mundo el padecimiento del pueblo palestino.

Programada para acontecer al cumplirse un año de la primera, la Segunda Flotilla de la Libertad fue concebida con mucho más organización, número de activistas y navíos. Campañas consiguieron recaudar 600 mil euros que fueron usados para llevar a cabo el evento y principalmente en la compra del navío Gernika, con bandera española, y gran cantidad de material hospitalario, de construcción, de alimentos y demás elementos básicos a la vida, cuya entrada en Gaza es bloqueada por Israel.

En la primera Flotilla la mitad de los activistas y todos los asesinados eran turcos. En esta nueva, con mayor diversidad de nacionalidades y representatividad de organizaciones, se esperaba que Israel fuera más ponderado y que los países de los activistas se sintieran obligados a dar cierto apoyo a sus ciudadanos. Lejos de eso, el gobierno de Israel no tardó en amenazar los participantes de la nueva expedición. A los ciudadanos yanquis participantes, la secretaria de Estado Hillary Clinton dijo (en 24 de junio) que “la Flotilla no era una buena idea” y que “Israel tendría todo el derecho de defenderse”, dando luz verde para atacar los pacifistas. En el día 27 de junio el barco griego Juliano (así bautizado en homenaje a Juliano Mer-Khamis) fue saboteado. Dos días después fue la vez del navío irlandés MV Saoisre ser atacado.

La mayoría de las doce embarcaciones componentes de la Flotilla 2 se encontraba en aguas griegas, ultimando los preparativos para partir rumbo a Gaza. Entonces, el “gobierno” griego demostró no haber perdido sólo la soberanía económica ante la crisis, y se coloca de rodillas, cediendo a presiones externas e incumpliendo la propia legislación: en el día 1º de julio lanza una orden prohibiendo que cualquier navío parta de sus aguas con destino a Gaza. El navío Audacity for Hope que llevaba la mayoría de los ciudadanos estadunidenses intentó huir de un puerto griego tras la prohibición, pero agentes de la guardia costera, fuertemente armados, lo obligó a desistir y el capitán fue arrestado. Ciudadanos españoles del Gernika, también detenidos en un puerto griego, pidieron ayuda, pero fueron ignorados por su gobierno, que también se acobardó ante USA-Israel. Entonces los detenidos españoles fueron hasta el consulado español en Grecia, ocuparon las instalaciones y días después parte del grupo inició una huelga de hambre. En Madrid, otro grupo solidario también entró en huelga de hambre.

Ativistas da Flytilha protestam por serem impedidos de embarcar

Flytilla

Paralelamente, para el día 8 de julio había sido planeado otro acto denominado Flytilla, que consistía en el viaje de centenares de personas (600 a 800) llegando a Israel por vía aérea y declarando que el objetivo del viaje era visitar la Palestina para participar de actividades no violentas contra la ocupación israelí. El gobierno de Israel hizo uso de su servicio de espionaje para identificar los activistas y confeccionó listas negras que fueron remitidas a las compañías de aviación para que impidieran esas personas de viajar.

En el aeropuerto Charles de Gaulle, en París, se generó un gran tumulto cuando los activistas fueron bloqueados. Inclusive es textualmente prohibido por la ley francesa que una compañía aérea impida alguien de viajar por sus convicciones políticas. Cien de ellos consiguieron llegar a Tel-Aviv y, cuando se identificaron, fueron detenidos, esposados, sin permiso de dar una llamada y, finalmente, deportados sin siquiera ser acusados de alguna cosa. Sólo unos treinta consiguieron llegar, porque dijeron en el aeropuerto que visitarían Israel y así pudieron participar de manifestaciones junto a israelíes de izquierda, palestinos y otros internacionalistas, pero fueron reprimidos por el ejército sionista.

El Guernika liberado

En 13 de julio, tras manifestaciones en varios países, principalmente en España, de la huelga de hambre de los activistas y de la ocupación de la embajada en  Grecia, el gobierno de aquel país liberó los navíos retenidos.  El Guernika vuelve España con la certidumbre de una próxima misión a Gaza.

El solitario Dignité

Un pequeño barco, también comprado con los donativos y registrado como yate, fue el único a burlar el bloqueo griego y se dirige Gaza. Es el Dignité Al Karama, de bandera francesa, con 16 personas a bordo, siendo tres tripulantes, un periodista de un periódico israelí, dos de la red Al Jazeera y diez activistas de Canadá, Francia, Grecia, Israel, Suecia y Túnez. En 19 de julio, cuando se aproximaban de la costa de Gaza, pero aún en aguas internacionales, fueron cercados por cuatro navíos militares, abordados y llevados prisioneros a Israel.

Balance

El mega empresario israelí Idan Ofer (cuya familia posee bancos, compañías de navegación, de productos químicos, refinerías de petróleo etc., además de fuerte influencia en el servicio secreto israelí, el Mossad) declaró recientemente para una platea de empresarios: “Estamos convirtiéndonos rápidamente en una nueva Sudáfrica”, “el boicot económico será sentido por cada familia de Israel”.

Los recientes ejercicios de solidaridad con el pueblo palestino no consiguieron sus objetivos de pisar en Gaza y llevar ayuda material, pero tampoco fracasaron. En cada nueva acción, Israel sólo escoge reaccionar de forma casi tan truculenta como lo hace cotidianamente con los palestinos. Esta vez, sumó su accionar a la colaboración de gobiernos europeos y exportó su bloqueo hasta el Mediterráneo. Y así esos gobiernos, entre fascistas y serviles, quedaron desenmascarados.

Las campañas populares de solidaridad a los palestinos y de boicot a Israel ciertamente crecerán en los próximos meses.