A pesar de lo que (des)informan las emisoras y los periódicos que componen el monopolio internacional de los medios de comunicación, que son a la vez parte integrante y portavoces de las clases dominantes, la vertiente económico-financiera de la crisis mundial del imperialismo no se está quedando para atrás. Al contrario, ella se agrava cada vez más, con más bancos yendo a la suspensión de pagos, los monopolios perdiendo su valor de mercado y la economía de USA prestes a pasar de la recesión a la depresión. Convaleciente, el capital aumenta su presión al mundo del trabajo, que no puede perder de vista el hecho de que el momento, además de exigir resistencia a los despidos y a la depreciación de los salarios, es decisivo, sobre todo para la lucha revolucionaria.
Considerado a prueba de manipulaciones estadísticas, al contrario de los cálculos referentes al Producto Interno Bruto, que está siempre sujeto a maquillajes, el índice de consumo de energía eléctrica acostumbra ser un indicador confiable cuánto a la expansión o retracción de la economía de determinado país. Estando positivo, demuestra economía expandiendo la generación de riquezas (aunque para beneficio de pocos); estando negativo, denuncia encogimiento de la producción. Pues por primera vez en la historia el consumo de energía eléctrica en territorio yanqui irá a disminuir por el segundo año consecutivo. El año pasado, este índice quedó en -0,7%, mismo número registrado en la crisis económica de 2001. En 2002, sin embargo, el consumo de energía eléctrica subió para 2,1%. Ya en 2009 el índice no sólo debe quedar en el rojo, como probablemente irá a caer aún más, con las previsiones más optimistas proyectando que quedará en -1,6%, nivel sintomático de una recesión de gran escala.
Pero, ante los números oficiales (datos del Escritorio de Análisis Económicos del Departamento de Comercio de USA) mostrando que el PIB real de USA disminuyó a una tasa anualizada del 5,7% en el primer trimestre de este año, tal vez ni sea preciso recurrir a los datos del consumo de energía eléctrica.
Incongruencia e impotencia de los ‘Brics’
En todo el mundo, una parte de los ricos sigue perdiendo sus fortunas. Según el banco de inversiones Merryll Lynch, un millón y medio de personas salieron del grupo de los que poseían, por lo menos, un millón de dólares. Las grandes empresas perdieron 50% de su valor, o 30 billones de dólares. Los multimillonarios, aquellos con más de 40 millones de dólares en el banco o y en activos, son ahora 78 mil, 25% menos que antes.
Todo esto no significa, sin embargo, que la burguesía esté siendo más penalizada por la crisis del capitalismo de que el pueblo trabajador. Al contrario. En Europa, donde el desempleo alcanza los dos dígitos (así como en USA), ya hay patrón de transnacional chantajeando los operarios para que trabajen gratis, en nombre de la "supervivencia de la compañía".
Síntoma de esta agonía fue el hecho del grupo de países dichos "emergentes" reunidos en la sigla Brics (Brasil, Rusia, India y China) haber realizado recientemente su primera reunión, en la ciudad rusa de Ecaterimburgo, en la región de los Montes Urales, bajo la promesa de articular una acción común para las próximas reuniones de la G20 y de la Organización Mundial del Comercio. En la práctica, sin embargo, se limitaron a discutir los mejores caminos para negociaciones en conjunto con el imperialismo yanqui y europeo. Y aún la presión de USA y de Europa para que los Brics sirvan de palanca para que sus economías intenten salir del agujero no llegan a surtir cualquier resultado, con miras a la imposibilidad de consensos y la impotencia de cualquier acción coordinada entre dos países dependientes y semicoloniales (Brasil e India) y dos países que nutren pretensiones imperialistas (China y Rusia).
Muchos "Gs" para solamente una crisis
Lo máximo que consiguen delinear son especulaciones en torno a la sustitución del dólar, en proceso de devaluación, por otra moneda de referencia para el comercio y las inversiones entre los miembros del sub bloque, en otra panacea que en nada atiende a los anhelos del pueblo brasileño, ni siquiera del chino, ruso o hindú. Esta sería sólo otra falsa solución presentada por los burócratas empeñados en la gestión de la crisis capitalista. No obstante, la sustitución del dólar fue inmediatamente identificada por los oportunistas de turno con una idea alineada con las perspectivas de la "izquierda", tal cual se hizo con la tendencia de mayor participación del Estado burgués en la economía, como si esta participación no significara apenas una sobrevida para los monopolios y desempleo para las masas.
Las reuniones y conformaciones de bloques y sub bloques, la realización de incontables cúpulas y la discusión de un sin número de panaceas, de hecho, son síntomas de la desorientación que tomó cuenta de los jefes y gerentes tanto de los Estados imperialistas cuando de los Estados semifeudales, así como de sus instituciones de manejo de las finanzas mundializadas. Se cuenta la G8, la G7, la G20, la G5 (Brasil, India, China, México y Sudáfrica), los Brics, etc. Ahora mismo, a mediados de julio, los jefes de la G8 se reunieron en Italia para debatir sus disentimientos, además de emitir otra orden para los países dichos "emergentes", la de que la Ronda de Doha de la OMC debe ser concluida hasta 2010, en una nueva tentativa destinada al fracaso de minimizar la crisis general de superproducción.
Otra cantinela que intentan colar es la ilusión del "mercado financiero seguro", idea embustera que está por detrás del demagógico plano de control "financiero" anunciado por Obama. El jefe de USA otorgó superpoderes al Banco Central yanqui, creó instrumentos inútiles de supervisión "preventiva", inventó una "Agencia de Protección de los Consumidores Financieros" y pidió la revisión del Acuerdo de Capital de Basiléia II, acuerdos del capital bancario transnacional subscriptos por las potencias que reza sobre los riesgos y la contabilidad de la banca internacional. ¡Que las masas de allá y de acá no se eludan! El embuste de un "capitalismo mejor" es el lado economicista de la Doctrina Obama. Lo que se intenta es la restauración de los engranajes anti pueblo, de la salud de los monopolios y de la plena financeirización del mundo.
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