Más allá del drama humano que representó el trágico accidente en el cual perdieron la vida el candidato a presidente Eduardo Campos, cuatro personas de su equipo y los dos pilotos, la disputa de la farsa electoral, desde el punto de vista de una elección de Partido Único con cuatro sub partidos, sigue enfrente.
Mientras los equipos de búsqueda intentaban juntar los restos mortales del presidenciable extinto, el monopolio mediático mostraba en sus páginas y en sus canales televisivos un verdadero show de hipocresía y torrentes de lágrimas de cocodrilo. Todo en la ávida tentativa de transformar el caso del muerto en ventaja electoral a su favor. Especialmente Luiz Inácio, Dilma Rousseff y Aécio Neves. En este tema, la historia del viejo y podrido Estado brasileño está repleta de páginas en que muertes trágicas fueron utilizadas para manipular el sentimiento de las masas, muchas veces provocando vuelcos en el rumbo de las investigaciones y del propio resultado final de las elecciones.
Mientras Marina Silva, con su cara de falsa santa, guardaba su luto silencioso, el PSB, partido de Eduardo Campos, hacía las tratativas para encontrar la mejor salida para unir la repercusión de la trágica desaparición y una figura que pudiera encarnar el proyecto de la agremiación. Eso porque Marina Silva, oriunda de la RED, partido que no consiguió registrarse en el TSE, pertenecería a la sigla por conveniencia.
Después de los debates entre los varios segmentos partidarios, los líderes del PSB decidieron que sería mejor correr el riesgo de ganar la elección con Marina en la cabeza de la alianza de que tener una derrota garantizada con un nombre de última hora sólo porque mantendría los compromisos de bastidores acertados por Campos. El poder de votos de Marina, conquistado en la última farsa electoral y potencializado por la demagogia ambientalista movida a millones de dólares de las ONG del imperialismo, más la explotación de la repercusión de la tragedia es la apuesta promisora del PSB para llegar al balotaje.
Aceptada la inversión de la alianza original donde el PSB había ocupado la cabeza y la RED entraba con la vice, la cuestión ahora sería encontrar un nombre de peso en la máquina partidaria para ocupar la vacante de vice y, así, no sólo representar el proyecto del PSB dentro de la alianza, pero ser un negociador junto a los financiadores de campañas, para la aceptación de una Marina monitoreada para asegurarse los intereses de la cúpula partidaria. Este nombre, hasta el cierre de esta edición, sería el del diputado federal Beto Albuquerque, líder del partido en la Cámara Federal.
2014 como en 2002: AND y farsa electoral
En pronunciamiento durante la conmemoración del aniversario de 12 años del A Nova Democracia, realizada en el último siete de agosto en el auditorio de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI), en Río de Janeiro, presentamos tres ediciones de nuestro periódico para mostrar la coherencia de la prensa popular y democrática.
A pesar de haber cambiado de forma en los últimos doce años, el AND mantuvo el contenido revolucionario de su proyecto editorial inalterado. E hicimos esto, también, para mostrar la actitud pusilánime de una parcela ponderable de la autodenominada “izquierda” brasileña representada por siglas como PT, PCdoB, PSB, PCB, PCO, PSTU y PSOL, hundidas hasta el pescuezo en el oportunismo electorero durante los últimos doce años.
Un sólo partido y cuatro subtitulares
Presentamos un ejemplar de la edición nº 1, correspondiente a los meses de julio y agosto de 2002, que destacaba como una de las llamadas de la portada la frase Un sólo partido y cuatro subtitulares, anunciando el artículo de la página tres, La crisis de las elecciones y la elección de la crisis, en el cual llamábamos la atención para el carácter farsante de las elecciones en el Brasil en correspondencia con el proceso de degeneración del viejo Estado semicolonial/semifeudal brasileño, así como la tentativa de las clases dominantes de usar las elecciones como un instrumento para engañar las masas, destacando diferencias cosméticas entre los candidatos para esconder el hecho de que todos ellos se unifican en la sumisión al imperialismo, a la gran burguesía y al latifundio. Al final del artículo hacemos el alerta: “Como ni Serra, Lula, Garotinho o Ciro apuntan para la superación de la crisis, hay una situación impar: una elección con un sólo partido y cuatro subtitulares. Todos mantendrán la esencia de la política económica y aumentarán la represión contra el pueblo. Por eso la crisis del sistema representativo: el pueblo está viendo”.
Presentamos un ejemplar de la edición de nº 5, correspondiente a enero de 2003, en el cual hicimos una evaluación de la gestión Cardoso, trayendo en la portada el titular Gobierno FHC – El más inmoral y vendepatria de todos los tiempos y como subtítulo destacábamos: “Ocho años de entreguismo , pillaje y sumisión. El mandato llega al fin y el país se encuentra en ruinas. A todos FHC intentó corromper. Procesos y CPI para ocultar escándalos anteriores. Servil, él busca refugiarse en el foro especial y en la impunidad penal”.
Finalmente presentamos un ejemplar de la edición de nº 10, transcurridos ciento y cincuenta días de la gestión de Luiz Inácio, elegido después de firmar la carta compromiso con las instituciones del imperialismo como FMI y Banco Mundial, en el sentido de cumplir todos los acuerdos de FHC, cuya transición se dio en un verdadero clima de luna de miel. Para los que aún permanecían iludidos con la nueva gestión, AND advertía en el titular Gobierno Lula es un fraude, e inmediatamente abajo afirmaba: “Bush ordena y Lula ejecuta. Oligarquías y colaboracionistas bancan falsas reformas en el Congreso. Pueblo aterrado asiste gobierno de traición nacional”.
Al principio, AND era una voz aislada en la denuncia del carácter oportunista de la “izquierda” electorera. La profundización de la gestión PT-PCdoB-PSB en el proceso de subyugación nacional hizo con que algunas siglas como PCB, PSTU, PCO y PSOL asumieran una posición centrista, lanzando candidaturas “alternativas” con tímidas críticas a la gestión PT/FMI. Esta postura inmediatamente fue desenmascarada. Cuando en la segunda elección de Luiz Inácio y en la elección de Dilma Rousseff, estas agremiaciones adoptaron, en el balotaje, la teoría del ‘menos peor’ y, cumpliendo su papel de legitimadores y coadyuvantes de la farsa electoral, defendieron el voto en Luiz Inácio y en Dilma.
En Brasil la rebelión explota en repuesta a la crisis
Antes de junio de 2013, AND ya venía mostrando en sus páginas el crecimiento de la insatisfacción popular y su contrario, el aumento de la represión contra sus manifestaciones tanto en el campo como en la ciudad. Pero, fue a partir de junio de 2013 que se creó una nueva conciencia en todo país sobre la farsa del sistema representativo y la necesidad de expresar la protesta, a través de barricadas de neumáticos en llamas.
Fue así en las protestas antiCopa, particularmente en las situaciones de lucha contra las remociones, contra el aumento de los pasajes de autobuses, en la lucha por vivienda, contra los asesinatos de campesinos en lucha por la tierra, de jóvenes en las favelas y periferias por la policía y en las huelgas de los obreros de la construcción en las obras del PAC. También en la represión a la huelga de los barrenderos, profesores y conductores de autobuses, así como en las protestas contra la represión a todos estos movimientos. El pueblo brasileño está luchando diariamente, basta ver los informativos (aunque mentiroso, manipulador y criminalizador) que la prensa de los monopolios bombardea diariamente la cabeza de la población.
Ya mostramos aquí que, también en 2014, las candidaturas de Dilma Rousseff, Aécio Neeves, Eduardo Campos (ahora sustituido por Marina Silva) y del Pastor Everaldo representan los cuatro subtitulares de un sólo partido: el Partido de la Subyugación Nacional. En cuanto a las demás candidaturas, dichas de “izquierda”, estas continúan a cumplir su papel de coadyuvantes de la farsa electoral. El pueblo está viendo todo y responderá con cada vez más rechazo, con el boicot, absteniéndose, anulando el voto o votando en blanco.