La revuelta contra los paquetazos

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La revuelta contra los paquetazos

De forma muy precisa, el editorial de la edición anterior del periódico A Nova Democracia analizó como el oportunismo electorero “se esmeró para engañar los electores durante la campaña para la farsa electoral”, y entre las frases “retumbantes” y demagógicas dichas por su candidata, una rezaba que “en derechos laborales yo no toco ni que la vaca tosa”. Sin embargo, “antes aún de asumir el segundo mandato, y sin consultar la vaca”, asestó durísimos golpes en los ya convalecientes derechos laborales y de la seguridad social.

Após longa caminhada, operários do Comperj chegam ao prédio da Petrobras, no Centro do RJ

Ese mismo editorial en su conclusión apuntaba a las organizaciones clasistas, populares y revolucionarias, la necesidad de “más que nunca levantar alto sus banderas de lucha para rechazar de forma contundente toda esta vieja cantilena de los gerentes de turno del viejo Estado de grandes burgueses y latifundistas serviles del imperialismo. Deben erguir alto la bandera del levantamiento general de los campesinos pobres por la toma de todos los latifundios y de la preparación de la huelga general de duración indefinida, de la movilización de los micro, pequeños y medios empresarios y de la rebelión de la juventud combatiente, uniendo todos en torno al programa de reivindicaciones inmediatas de defensa de los derechos del pueblo trabajador de la ciudad y del campo”.

Es importante que retomemos ese análisis para comprender de forma más profunda los últimos acontecimientos y, percibir el levantamiento de las masas que ya comenzó contra los “paquetazos” y medidas antipueblo.

Ni bien fue anunciada la reelección de Dilma Rousseff/PT/PCdoB/ y congéneres y la definición de los gerentes de turno estaduales, las medidas antipueblo que ya venían siendo tramadas desde mucho antes de la farsa electoral (pero no podían ser reveladas bajo pena de fracaso en las urnas) fueron colocadas en práctica.

Las masas se levantan

El proletariado y las demás clases trabajadoras vienen de un periodo de grandes y duras batallas contra gobiernos, patronal, sindicatos vendidos y de la más brutal represión en los locales de obras del PAC, como en las usinas hidroeléctricas de Jirau y Santo Antônio, en Rondônia; usina de Belo Monte, en el Pará; complejos industriales petroleros de Suape (PE) y Comperj (RJ); la obra del Mineroduto, en Conceição do Mato Dentro (MG), entre otras.

Tiempos de rebeliones obreras por mejores salarios y contra condiciones degradantes de trabajo, de enfrentamientos entre huelguistas y la Policía Militar, Policía Federal, Fuerza Nacional de Seguridad e inclusive el ejército. Época de grandes huelgas en la educación pública en todo el país, en las redes municipales, estaduales y federales. De revueltas estudiantiles contra el aumento de las tarifas en los transportes y por pase libre, de las grandes jornadas de la juventud combatiente contra los negocios de la Fifa, olimpíadas y toda podredumbre del viejo Estado. Un periodo en que las masas en lucha confrontaron y atropellaron las direcciones vendidas, rechazaron el oportunismo y levantaron luchas y huelgas espontáneas, como los barrenderos en Río de Janeiro, los trabajadores en educación de varias partes de Brasil, obreros que expulsaron los sindicatos vendidos y las centrales gubernistas de sus asambleas y bancaron huelgas combativas.

Es justamente dentro de ese cuadro que se desarrolla la revuelta de hoy contra los paquetazos anunciados por la gestión Dilma y todas las sus crías de paquetes antipueblo, como el anunciado por Beto Richa (PSDB) en Paraná, que provocó una tempestad de revuelta de los trabajadores en educación y otros sectores.

La marcha que paró el puente Río-Niterói

Sob o sol escaldante, operários atravessam a Ponte Rio-Niterói em manifestação

En 13 de diciembre del año pasado los trabajadores de la Alumini, una de las empresas que construyen el Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (Comperj), refinería de la Petrobras en Río de Janeiro, ocupaban el Trevo da Reta, en Itaboraí, contra el atraso en el pago de los salarios, ticket alimentación, plan de salud y otros derechos. Junto a esos obreros estaban decenas de otros trabajadores del Comperj dimitidos en los meses de noviembre y diciembre que no habían recibido la última cuota del acuerdo hecho en el Ministerio Público del Trabajo para arreglar los débitos rescisorios. Cerca de tres mil obreros, incluyendo los dimitidos, exigían el pago de salarios y derechos atrasados. El Trevo fue bloqueado durante cuatro días, anunciando la revuelta latente que explotaría semanas después en una gran huelga.

En 10 de febrero de este año, la asamblea general de los trabajadores del Comperj, con tres meses sin recibir sus salarios, decidieron por la huelga. Centenares de obreros marcharon más de 15 kilómetros hasta la sede de la Petrobras, pasando por el Puente Río-Niterói bajo un sol fuerte, bloqueándolo por más de dos horas contra el despido de cerca de 500 trabajadores, exigiendo el pago inmediato de los salarios y derechos atrasados, por mejores salarios y condiciones de trabajo.

La combativa protesta no retrocedió ante el fuerte aparato policial, recorrió la Zona Portuaria de Río hasta el Centro de la ciudad. Varias calles y avenidas fueron bloqueadas.

Un manifestante intentó entrar en la sede de la Petrobras y la policía tiró bombas de efecto moral. Los trabajadores resistieron unidos, entonando cánticos de lucha y denunciando los crímenes de corrupción que roban miles de millones mientras los trabajadores están hace meses sin recibir sus salarios. La sede del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), próxima al local, cerró las puertas. Era grande la tensión.

Obreros de la Alumini denunciaban que, desde 20 de diciembre, no recibían sus salarios y tuvieron el plan de salud y otros beneficios cortados por la empresa tercereada de la Petrobras.

En 25 de febrero, fecha del cierre de este artículo, una delegación de trabajadores del Comperj estaba acampada frente al Congreso Nacional, en Brasilia, sosteniendo las banderas de lucha. El día 24 ellos habían participado del 34° Congreso del Sindicato Nacional de los Docentes de las Instituciones de Enseñanza Superior (ANDES-SN) y del lanzamiento de la campaña salarial de los funcionarios federales.

Esta manifestación de los obreros del Comperj y su repercusión nacional es la marca de la gran revuelta de las masas que se levantan en todo el país en batallas por derechos y contra las medidas antipueblo de los gobiernos.

Paraná: batalla campal contra “paquetazo”

Professores do Paraná ocupam a Assembleia Legislativa

En el inicio de 2015, la gerencia Dilma/PT decretó, entre otras medidas de aprieto económico y cortes de derechos, la disminución en los presupuestos de la salud y educación. Las medidas provisionales 664 y 665, publicadas en el crepúsculo de 2014, determinaron cortes en derechos laborales conquistados con duras luchas por el proletariado a lo largo de décadas: anticipo salarial, del seguro-desempleo, de la pensión por muerte, del auxilio-enfermedad y del seguro-defeso. A la vez fueron decretados aumentos en los intereses, precio de los combustibles, entre otras medidas.

Reproduciendo los paquetazos de Dilma, Beto Richa (PSDB), ya a finales del año pasado, bajó un primero “paquetazo”. Entre las medidas antipueblo dictadas por Richa estaban el aumento del 40% en impuestos como IPVA; aumento en el ICMS que incidió sobre más de 95 mil productos, particularmente sobre los de primera necesidad, como medicamentos, productos de higiene, electrodomésticos y varios artículos de la cesta básica. Se suma a eso el corte en el presupuesto destinado a la Defensoría Pública.

En el inicio de febrero, fue preparado un segundo “paquetazo” ampliando escandalosamente las medidas que disminuyen el poder de compra y cortes de derechos de los trabajadores, sobre todo de los funcionarios provinciales.

“Tractorazo” contra los trabajadores en educación

Después de dimitir gran número de profesores que trabajaban bajo contratos temporales (PSS), no haber pagado sus rescisiones contractuales y no haber pagado las vacaciones de más de 60 mil profesores del cuadro general del estado, la gestión Richa decidió avanzar sobre otros derechos de los servidores.

Las propuestas enviadas a la Asamblea Legislativa, travestidas como “reestructurar la máquina del Estado”, eran: I) alteraciones en el Plan de Carrera de los profesores; II) fin del Programa de Desarrollo Educacional – PDE (especie de post-graduación válida sólo en Paraná, implementado para posibilitar la progresión de los profesores en lo que concierne a la calificación profesional requerida dentro del plan de carrera); III) alteraciones en el Régimen de Sanidad Complementaria que resultarán en la pérdida del derecho a la jubilación integral por los nuevos servidores, achatamiento del techo para jubilación por el Régimen INSS y la creación de un Fondo privado Complementar de Pensión.

El “tractorazo”, como quedó conocido el paquete de medías antipopulares, fue encaminado para votación en la Asamblea Legislativa de Paraná (ALEP) el día 10 de febrero.

Explota la revuelta popular

Richa, que cuenta con base aliada que es mayoría en la ALEP, creía que conseguiría imponer sus medidas en un golpe rápido de lapicera. La maniobra urdida era intentar aprobar el paquete a través de una comisión general, lo que suprime el trámite normal de los proyectos presentados en comisiones específicas, no habiendo la discusión de pauta por pauta, siendo ellas votadas en bloque. Pero el tiro salió por la culata.

En 9 de febrero, más de diez mil trabajadores de educación, estudiantes y trabajadores de otros sectores se reunieron en asamblea y decidieron por la Huelga General por tiempo indeterminado contra el “paquetazo”, exigiendo el pago inmediato de salarios atrasados y mejorías de las condiciones de trabajo.

La pauta de reivindicaciones y lucha presentada por la asamblea constaba de:

  1. Retirada o rechazo de los proyectos de ley PLC 06/2015 y lo 60/2015 (paquetazo);
  2. Pago inmediato de los salarios en atraso (PSS, 1/3 vacacional, auxilio alimentación, convenios);
  3. Renudación de las negociaciones sobre los temas educacionales y la organización escolar;
  4. Reanudación del Porte de las Escuelas (teniendo como referencia mínima diciembre de 2014).

Y también de los siguientes puntos inmediatos para negociación:

  1. Renudación inmediata de los proyectos educacionales y programas;
  2. Apertura y reapertura de clases/matrículas, contra el abarrotamiento de las salas de aula;
  3. Nombramiento de todos los concursados.

El día 10, después de la aprobación del requerimiento que instituyó la Comisión General para la apreciación del paquete de medidas por 34 votos favorables y 19 contrarios, la revuelta explotó y los trabajadores en educación y estudiantes asumieron el frente de la radicalización de la lucha que resultó en la ocupación de la Asamblea Legislativa por centenares de personas.

Los ocupantes de la ALEP y los miles que se movilizaban del lado de fuera enfrentaron con combatividad los guardias y policías que intentaron reprimir la protesta.

El día 12, miles de trabajadores y estudiantes estaban frente a la ALEP bloqueando los portones y decididos a impedir la entrada de diputados.

Soldados de la Tropa de Choque llegaron a serrar rejas de áreas laterales de la Asamblea y algunos diputados entraron en el edificio, escondidos en un camión de la PM para, ladinamente, intentar reunirse a las escondidas en el restaurante de la ALEP. Pero fueron descubiertos, desenmascarados y hubo un nuevo enfrentamiento entre los trabajadores y la represión policial, que actuó con brutalidad lanzando bombas y haciendo disparos, agrediendo trabajadores con bastones y spray de pimienta.

Los manifestantes dieron pruebas de bravura y, aún bajo ataque, rompieron el cerco obligando el gobierno a retirar el Proyecto de Ley del paquetazo de la pauta de votación de la ALEP. Los diputados tuvieron que salir de prisa por la puerta del fondo, escoltados por la represión.

Prácticamente 100% de las escuelas públicas en todo el estado, profesores y servidores de varias universidades adhirieron a la huelga, entre ellas: Universidad Provincial del Centro-Oeste (Unicentro); Universidad Provincial del Oeste de Paraná (Unioeste); Universidad Provincial de Londinense (UEL); Universidad Provincial de Paraná (Unespar); Universidad Provincial del Norte de Paraná (Uenp); Universidad Provincial de Maringá (UEM) y Universidad Provincial de Ponta Grosa (UEPG).

36 escuelas indígenas, de los funcionarios del Detran, agentes penitenciarios y funcionarios de la salud, juntamente con familiares de policías militares, también adhirieron a la lucha prestando solidaridad y participando de las movilizaciones.

En 19 de febrero ocurrió la reunión entre representantes del gobierno y del Sindicato de los Trabajadores en Educación Pública de Paraná (APP-Sindicato). El gobierno fue obligado a retroceder en sus pretensiones, diciendo comprometerse en retirar del paquetazo las medidas contra la sanidad pública y aseguró que otras medidas serían revisadas. El tercio vacacional atrasados, segundo anunció el gobierno, serán pagados en dos cuotas (marzo y abril). Los profesionales en régimen de PSS fueron pagados el día 24 de febrero.

La escuela de la lucha educa muchas veces de las formas más duras y los trabajadores no confían en promesas de políticos. A pesar del retroceso del gobierno, la huelga continúa y los trabajadores condicionan la vuelta al trabajo al cumplimiento de los compromisos asumidos por el gobierno.

Se avecinan grandes combates

Se gestan y desarrollan en todo el territorio brasileño batallas de resistencia económica en varios sectores, contra las medidas antipueblo de los gobiernos, contra el aprieto económico, contra despidos, contra el alta absurda de los precios de los productos e impuestos. Desde el inicio de 2015, ocurrieron huelgas y movilizaciones en diversas montadoras automovilísticas contra despidos y golpes promovidos por las empresas y sus llamados planes de despidos voluntarios repletos de crímenes laborales. Profesores, profesionales de la salud pública y, más recientemente, los camioneros se levantaron en grandes luchas.

La protesta nacional de los camioneros se propagó rápidamente por todos los estados y exigió respuesta inmediata de la gerencia de turno, provocó editoriales y discursos furibundos en el monopolio de la prensa que alardearon perjuicios enormes para la nación. Eso cuando muchos conductores son jóvenes, trabajadores autónomos, que enfrentan pésimas carreteras, tasas usurpadoras de peajes, los precios extorsivos de los combustibles, enfrentan jornadas de trabajo inhumanas y condiciones subhumanas de trabajo. Se sublevaron, una vez más, y ciertamente volverán a paralizar las carreteras en momento próximo, pues las promesas y medidas del gobierno solamente objetivaron poner un fin a la paralización y no a atender las reivindicaciones de los trabajadores.

¡Se avecinan nuevos y grandes combates de las clases trabajadoras!

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