Jovens enfrentaram a repressão na Barra da Tijuca.
Una vez más la gestión del viejo Estado intenta vender como benéfico para las masas trabajadoras brasileñas un gran crimen contra la soberanía y el patrimonio nacionales. Una vez más una supuesta “realización-maravilla” del viejo Estado necesitó ser llevada a cabo bajo a escolta de la policía, de la Fuerza Nacional, del ejército, de las tropas de choque y de todo más que pueda ser usado en la represión al pueblo.
Fue así con la Copa de las Confederaciones, recientemente. Fue así con la privatización de la Vale do Río Doce, hace casi 20 años. Acaba de ser así con la privatización del mayor campo de petróleo del pre-sal brasileño, el Campo de Libra, “rematado” por la gerencia del PT en un certamen de un único lance el último día 21 de octubre en un hotel de lujo en Río de Janeiro. Uno de los mayores crímenes ya cometidos contra el pueblo brasileño en la historia de esta vilipendiada semicolonia rica en recursos que podrían ser usados en favor de la emancipación de nuestro pueblo, pero que son codiciados por los monopolios internacionales y que a ellos regularmente les son entregados por las sucesivas gestiones serviles del imperialismo.
El crimen fue tan gigantesco que mereció movilización especial de Dilma, gerente de turno que responde por el golpe, que fue a la televisión y a la radio, en red nacional, pocas horas después de la venta del Campo de Libra para transnacionales europeas y chinas, decir que, finalmente, lo que fue hecho “es bien diferente de privatización”… y que se trata, esto sí, de una “revolución benéfica y transformadora”.
Revolucionario, ¿no?
Exército e Força Nacional garantiram a entrega do petróleo.
Veamos en que consiste la “revolución”: por los próximos 35 años monopolios extranjeros van a valerse de la tecnología y de las operaciones de la Petrobras para extraer petróleo de uno de los mayores manantiales energéticos del planeta, descubierto y mapeado con recursos del pueblo brasileño, localizado en aguas territoriales nacionales, hasta 12.000 millones de barriles de óleo recuperable y, tras descontados los costes de operación y los costes de los royalties, devolver sólo 41,65% del logro, menos de la mitad, a la nación que podría beneficiarse del 100% de toda esa riqueza. Revolucionario, ¿no?
Más temprano, mientras el golpe de la venta del Campo de Libra era transmitido en vivo para todo el Brasil, los milicos, por medio de su Mando Militar del Este, dieron el mote para la represión a los manifestantes que fueron hasta la playa de la Barra de la Tijuca, en Río, donde fue realizada la “subasta”, protestar contra el entreguismo del PT, clasificando a los que allí confluyeron en defensa del patrimonio nacional como “personas interesadas en devastar”.
Fue la seña para que petroleros en huelga y estudiantes fueran atingidos por las fuerzas de represión de Cabral y del PT en el momento en que luchaban contra un capítulo, y de los grandes, de la dilapidación promovida por este viejo Estado, garantizando con balas de goma y bombas “de efecto moral” el certamen vende patria, el buen transcurrir del golpe supervisado allí, en la Barra de la Tijuca, por la presidente de la Petrobras, Gracia Foster, por el ministro de las Minas y Energía, Edson Lobão, y por el ministro de la Justicia, José Eduardo Cardozo, cuya seguridad, así como la de representantes de una docena de compañías transnacionales, fue garantizada por la Fuerza Nacional de Seguridad y por la Policía Militar del Estado de Río de Janeiro, eso sin contar las fragatas de la Marina que patrullaban el mar, completando la infame imagen del fuerte “esquema de seguridad” para la ejecución de la rapiña.
El locutor del monopolio de la prensa apenas contuvo el constreñimiento cuando las imágenes en vivo mostraban un grupo de manifestantes que, según las palabras del periodista, “protestaba de manera pacífica, sin nadie enmascarado o vestido de negro”, empuñando banderas del Brasil y gritando lemas, fue rechazado por la Fuerza Nacional en la orilla de la playa de la Barra de la Tijuca con balas de goma y “bombas de efecto moral”.
Más temprano, en el exacto instante en que el monopolio repetía sin parar, en vivo, las injurias de costumbre dirigidas a quien sale a la calle para defender los intereses de las clases trabajadoras brasileñas, un coche de una de esas emisoras de televisión antipueblo fue volcado por las masas en las proximidades del hotel Windsor. Reporteros del monopolio fueron atacados por los manifestantes, hartos de tanta difamación.
Bajado el martillo, el resultado de la “subasta” constriñó el monopolio de la prensa, que a lo largo de los días anteriores refrendaba la mentira de que el “reparto” de Libra sería bueno para el Brasil y malo para las petrolíferas privadas, repitiendo que la subasta había atraído sólo compañías estatales de “naciones en desarrollo”.
Se hicieron de sorprendidos cuando vieron que el consorcio “vencedor” de la subasta de un lance sólo era compuesto en 40% por las mayores compañías petrolíferas del imperialismo europeo, la holandesa Shell y la francesa Total, que explotan los recursos naturales de más de 130 naciones del planeta y que figuran en la lista de las mayores compañías capitalistas del mundo.
Es el “reparto” del PT encajándose en la repartija del mundo entre los monopolios de las potencias capitalistas.
PCdoB es capataz del PT en la privatización
El mismo Partido Comunista do Brasil PCdoB que otrora disparaba, siempre “pacíficamente”, contra la “privatización tucana”, ahora no sólo apoya la, digamos, “privatización petista”, así como participa directamente del entreguismo que es una de las marcas registradas de la semicolonia Brasil, cualesquiera que sean las fracciones del Partido Único que gestionen nuestra “democracia”, como siempre fue su objetivo último desde que la sigla fue desfigurada por Renato Rabelo y João Amazonas en la secuencia de la derrota de la Guerrilla del Araguaia y de la Masacre de la Lapa, pasando a sumarse a las hileras del revisionismo y del oportunismo.
En mayo de 2013, cuando Magda Chambriard, indicada por el PCdoB para dirigir la ANP (agencia creada por FHC para llevar adelante la privatización del petróleo brasileño, y que para eso existe hasta hoy), anunció la fecha de la subasta del Campo de Libra, el propio PCdoB rápidamente publicó en su web un texto en el cual cacareó, en tono profesoral, que “reparto no es privatización”, preconizando el mote con que Dilma y su camarilla, en los meses subsecuentes y hasta la noche posterior a la venta sacramentada, intentaría iludir las masas:
“Es necesario subrayar finalmente que el régimen de reparto asegura la propiedad de la Unión – es decir, de los brasileños – sobre el petróleo del pre-sal. Reparto no es concesión y mucho menos privatización, pero un régimen – detestado por los privatistas – en que el gobierno contrata, por licitación y bajo subasta, una empresa para realizar un servicio y la remunera por eso. En el caso del pre-sal, el servicio es retirar el petróleo del fondo del mar. Que es y continuará siendo propiedad de la Unión.”
Por descontado fue por detestar el modelo de reparto que una docena de transnacionales del sector de energía volaron hecho buitres para la Barra de la Tijuca para disputar el pre-sal brasileño colocado a venta por la gerencia petista, con la valerosa participación del PCdoB, y que las dos mayores compañías petrolíferas del imperialismo europeo salieron felices del hotel Windsor con 40% del petróleo de Libra debajo del brazo.
El antecesor de Magda Chambriard en la ANP, el dirigente del PCdoB Haroldo Lima, abusó del malabarismo verborragico liberal para intentar justificar sus afirmaciones de que la lucha contra la venta de Libra es “un error”, diciendo que:
“El gran grito popular, que está viniendo con mucha fuerza es ‘mira, está habiendo demasiado injerencia del Estado en esa cuestión’; no es ‘el Estado no estar participando del proceso’. En realidad, la subasta responde de forma muy firme a los intereses nacionales brasileños, pero no quiere decir que no tiene espacio para que grandes grupos, grandes petroleras también entren y tengan sus expectativas respondidas.”
Al “comunista”-liberal Haroldo Lima no le falta coherencia. Finalmente, es para que los “grandes grupos” capitalistas transnacionales tengan sus expectativas respondidas que el PT y su propia facción seudosocialista es que están encastillados en la gestión del viejo Estado.
Un día antes de la “subasta” del campo de Libra, el comité central del PCdoB soltó una nota en la cual la agremiación resaltó, con orgullo, su papel en la planificación de uno de los mayores crímenes contra el pueblo brasileño: “En el ámbito del gobierno y del Congreso Nacional, los comunistas se empeñaron para la institución del nuevo marco regulatorio para la provincia del pre-sal, basado en el sistema de reparto.”
PCdoB, definitivamente, háganos a todos un gran favor: ¡cambie de nombre! La derecha sin rodeos ya registró el “Demócratas”, pero no faltarán otras palabras o expresiones que pueden ser escogidas para rebautizarlo…
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