Traducción: Enrique F. Chiappa
En 5 de febrero de 2005, en el municipio de Quipapá-PE, el líder campesino José Ricardo Rodríguez — conocido por su dedicación en la lucha por la tierra en el Estado de Pernambuco — fue víctima de una frustrada tentativa de asesinato. José Ricardo escapó con vida y fue preso arbitrariamente y hasta hoy no fue juzgado. La acción fue una nueva maniobra del latifundio y de sus serviciales para desmovilizar el movimiento campesino en la región, protagonista de diversas conquistas fundamentales para la vida de los trabajadores.
Desde lo ocurrido no cesaron las protestas de los campesinos de todos los asentamientos de la región por la liberación inmediata de José Ricardo. Apoyado por trabajadores de la ciudad, estudiantes y demócratas en general, el movimiento obtuvo una importante conquista en los últimos días. En la ocasión el Comité de Apoyo a los Campesinos de Quipapá realizó una vigorosa Audiencia Pública en la Cámara Municipal como forma de denunciar para toda la población las injusticias que José Ricardo viene sufriendo y conseguir apoyo para su lucha.
Momentos antes de la audiencia, una comisión formada por familiares y apoyadores de José Ricardo, seguida de doscientos campesinos, fue al forum con el propósito de presionar al juez para que fuese marcada la fecha del juzgamiento postergada varias veces. Mismo con la ausencia del juez, el promotor, impresionado con la determinación y la firmeza de la comisión, marcó para el día 2 de abril, en el Forum de Quipapá, el juzgamiento de José Ricardo. Después de tres años preso sin juzgamiento y sin el derecho de aguardar en libertad, el líder campesino, en fin será juzgado.
La Liga de los Campesinos Pobres y el Movimiento Estudiantil Popular y Revolucionario prestaron solidaridad y reafirmaron que la campaña en defensa del líder campesino solo tendrá fin el día en que él sea suelto.
El Núcleo de los Abogados del Pueblo y el Centro Brasileño de Solidaridad a los Pueblos también enviaron una nota de apoyo e incentivo a la lucha de los compañeros por la liberación de José Ricardo.
La audiencia pública realizada después que la decisión del promotor fue anunciada, tuvo la participación de cerca de 180 personas. Gran parte de los presentes era de campesinos pobres de la región, de los municipios de Lagoa de los Gatos, Catende y Jaqueira, que conocen José Ricardo de cerca y ya lucharon diversas veces a su lado.
Al final del día, para consolidar el suceso del movimiento, una caminada en dos columnas recorrió las calles de la ciudad, irguiendo carteles y entonando consignas como, "¡El juez, puede esperar, el día 2 vamos volver!"
El episodio es apenas una muestra de la disposición de los campesinos pobres pernambucanos en endurecer la lucha por la tierra y contra las atrocidades cometidas por el latifundio, con el total respaldo del Estado.
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