Los castos tutores de la República

Los castos tutores de la República

Las Fuerzas Armadas reaccionarias, hacen una propaganda envidiable de sí mismas. Sus altos comandantes intentan aparentarse como los incorruptibles, las vestales y los únicos con espíritu público y nacional, por lo tanto, los potentados de la república por derecho y consecuencia. Escrachan los parlamentarios y los políticos; atribuyen todos los problemas de la Nación a la incompetencia, corrupción y falta de espíritu  público de estos, y aspiran  ejercer reconocidamente su papel de guardianes  y tutores del país. El Ejército se atribuye la proclamación  de la República, usurpa la memoria  y el heroísmo del rebelde Movimiento Tenentista que le impuso fragorosas y vergonzosas  derrotas, se enorgullece del golpe de estado de 1° de abril de 64 y su  régimen fascista, a los cuales  descaradamente llama de “Revolución Democrática de 31 de marzo”; oculta los genocidios practicados contra Canudos, Contestado y los episodios deshonrosos e infames de Porongos y Clevelândia , para quedar sólo en algunos.

 

Pero basta ver el histórico – pasado y reciente  – de esa institución con respecto a la corrupción para constatar que se tratan, las Fuerzas Armadas reaccionarias y todo el sistema político podrido, del  mismo montón de basura  secularmente acumulada, siendo aquellas las principales responsables por la inmoralidad  de ese último. Pues son ellas que han combatido a hierro, fuego y sangre  todas las tentativas de nuestro  pueblo en realizar la revolución  democrática y de independencia  nacional, actuando en el mantenimiento del sistema de explotación, opresión y de subyugación  de la patria.

 

Paseando por el lodazal verde oliva

 

La historia  del régimen militar-fascista de 64 suministra ejemplos abundantes de corrupción, de la alta cúpula y demás  patentes de la oficialidad de esa fuerza. En 1970, era sabida la implicación  entre oficiales del Ejército y el contrabando, entre los cuales  el capitán Ailton Guimarães Jorge, que había recibido la medalla de honra como “Pacificador” por el combate a la resistencia armada. El delegado Fleury – que, aunque civil, actuaba dentro régimen militar en el combate a los revolucionarios – fue acusado de conexión  y trabajo  conjunto con grupos de traficantes de drogas,  además de los  genocidios que practicó junto de los “Escuadrones de la muerte”, siendo apuntado como su líder.

 

Las grandes contratistas como la Camargo Corrêa – tenidas en la “Lava-Jato” como exponentes de la corrupción – fueron también bastante agraciadas por el gobierno de los generales y sólo  debido a  eso se hicieron esos carteles monopolistas generadores de toda la indecência  política. En 1974, Delfim Netto, ministro en varios gobiernos militares, fue acusado de beneficiar tal contratista para que ella ganara el derecho de construir la hidroeléctrica  de Agua  Vermelha, en Minas Gerais (MG). Después, como embajador, fue acusado de perjudicar  un banco francés porque ese habría se rechazado a suministrar 60 millones de dólares para construir la hidroeléctrica  Tucuruí, también conectada a la Camargo Corrêa.

 

Dos años después, en nuevo escándalo de corrupción  envolviendo el régimen, la General Electric admitió haber pagado propina a altos funcionarios y autoridades del gobierno Geisel para obtener contratos.

 

La falcatrua  pública y notoria  de los generales envuelve hasta ejecuciones como “quema de archivos”. En 1982, el periodista Alexandre von Baumgarten, colaborador del régimen, fue muerto después de publicar  un dossier en  que acusaba el general Newton Cruz de planear  su muerte. Motivo: el periodista conocía denuncias contra el general y otros  altos funcionarios sobre casos de corrupción  en el monopolio gestionado por los militares, la Agropecuaria  Capemi, que comercializaba la madera de la región del lago de Tucuruí. Más de 10 millones de dólares fueron desviados para beneficiar agentes del Servicio Nacional de Información, conectados al Ejército, en la década de 1980. El general fanfarrón niega las acusaciones, naturalmente.

 

Pero los casos no paran en el pasado. Más recientemente, el gobierno militar de Bolsonaro  y generales  gastó más de R$ 15,6 millones con leche condensada. El Ministerio de la Defensa justifica que tal adquisición se refiere a la alimentación de los soldados. No es aquí donde reside el escándalo, pero en el hecho de unidades de la lata hayan salido por R$ 162, típico caso de sobreprecio  para robo de dinero  público. También fueron gastados R$ 31,5 millones con gaseosas y R$ 21 millones en yogurts. Sólo con el valor gastado en leche condensado sería posible adquirir 8 mil cilindros de oxígeno  de 50 litros (patrón industrial), evaluados entre R$ 1,8 mil y R$ 2 mil la unidad, lo que resolvería la situación  de mortandad  horrenda que perdura en Manaus. ¿Se trata o no  de   un crimen?

 

Y no  para por ahí. Ahora mismo, una operación de la Policía Federal investiga uso de aviones  de la Fuerza Aérea Brasileña en el tráfico internacional de drogas, en especial en el sector del Gabinete de Seguridad  Institucional (GSI), directamente conectado a la Presidencia de la República y comandado por el desequilibrado general Augusto Heleno (el mismo que dijo, en convención del PSL en 2018, que aliarse al centrão – a quien  llamó de basura  y que, ahora mismo, se hace aliado del gobierno militar en el parlamento – sería lo mismo que abrir las puertas para la corrupción general). Diez personas y tres  empresas fueron objeto de 15 mandados de búsqueda y captura  y medidas cautelares. El caso remite a la prisión del sargento de la Aeronáutica Manoel Silva Rodrigues, en Sevilla, en junio de 2019, sorprendido con 39 kg de cocaína en un avión que componía la comitiva de Bolsonaro. La investigación  apunta un oficial militar del GSI, teniente-coronel Piovesan, como posible envuelto, ya que  él “prestaba dinero” a menudo  al sargento que, según su esposa, no tendría dinero para bancar el “negocio” solo.

 

Lo que hay por detrás de los uniformes

 

Estos señores son, al contrario de lo que intentan aparentar, los perpetuadores de toda la desgracia  que pesa sobre la Nación. Aplastadores de los levantes populares de aspiración  democrática – levantes que aspiraban justamente destruir esa vieja orden –, ellos son, de hecho, los tutores y guardianes: de la podrida orden de explotación  y opresión. Perros adiestrados a sueldo  – y que gordos sueldos! –, el generalato  tiene orgullo por ser la soldados de estimación  del imperialismo yanqui, tropa de ocupación  local y de intervención  rápida en la región. Son burócratas, mandones especialistas en el ocio, patrioteros baratos, vendedores de la patria enterrados en la corrupción  y en la inmoralidad.

 

Son, las Fuerzas Armadas reaccionarias y todo el sistema político putrefacto, partes del  mismo montón de basura  a ser incendiado y barrido. Tanto por la corrupción  – aunque sólo corone la práctica  nefasta de esa institución – como, y principalmente, por el papel que cumplen, de genocidas, valientes para coaccionar y matar masas desarmadas y desorganizadas, lo que revela, por sí sólo, su cobardía.

 

Por hablar en cobardía, ahora aún están, a través de la Operación “Verde Brasil 2”, realizando reconocimiento, cerco y agresión , incursiones clandestinas y auxilio  a las acciones ofensivas de bandos paramilitares contra las masas campesinas y los pobres del campo que luchan por  un pedazo de tierra  y contra el latifundio ladrón de tierras  de la Unión. Nuevamente, están defendiendo la clase  de los latifundistas y, por consecuencia, perpetuando toda la podredumbre  del sistema político y preparando, para el corto plazo, un gran genocidio en la guerra  contrarrevolucionaria preventiva a las rebeliones que fermentan por todo el País.

 

De cierta  forma es una repetición de la misma actuación que tuvo esta institución reaccionaria durante el Imperio y los primeros años de la república – cuando  operaban impunemente en los lugares más remotos del país, siendo jefes y ejecutores  de las expediciones de “poblamiento” del centro-oeste y del extremo norte bajo la divina misión de enlodazar  sus botas en osadas, sangre y saqueo, de miles  de vidas humanas y de riquezas naturales.

 

Se trata de   un enfrentamiento imposible de evitar. Unos defienden el sistema de explotación  y opresión, siendo sus guardianes y beneficiarios  directos; otros, las masas, sometidas a toda clase de humillaciones  y frustraciones, sólo tendrán sus derechos garantizados con  el fin de ese sistema. El resultado sólo puede ser, bajo la dirección  estratégica de los revolucionarios proletarios, la imposición  de la pendiente y atrasada Revolución Democrática, Agraria y Antiimperialista, que barrerá todo eso e instaurará el gobierno verdaderamente popular, surgido de las masas y con  el Poder por ellas ejercido.

 

Nota:

 

* Jailson de Souza sustituirá el compañero Fausto Arruda, ausente por licencia médica.

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