“Este es un 1º de mayo sin sindicalistas vendidos y sin patrones, aquí no están siendo sorteados departamentos ni coches. Es el día del proletariado, de las clases trabajadoras, no de la banda oportunista y gobiernista, es un día de lucha celebrado por los trabajadores en todo el mundo. Es el día del internacionalismo, de celebrar los lazos indestructibles de la clase obrera de todos los países. ¡Viva el 1º de mayo clasista!”
Centenas de pessoas celebram o 1º de maio classista no centro de SP
Centenares de campesinos, obreros y estudiantes de diversas regiones del país habían celebrado encuentros y reuniones de sus coordinaciones nacionales en São Paulo en las vísperas del 1º de mayo. La Liga Obrera, La Liga de los Campesinos Pobres y el MEPR habían acertado el día 2 de mayo, lunes, y no en el 1º de mayo, un domingo, para reunirse después de sus respectivos encuentros y realizar una combativa manifestación en el centro de la capital paulista. En el día 1º, como de costumbre, las centrales gobiernistas irían a promover shows, sorteos de regalitos y promover su festival de lisonjas a las clases dominantes, despilfarrando degeneración y colaboración de clase.
Hace semanas, la Liga Obrera y la Liga de los Campesinos Pobres ya habían convocado la manifestación. Panfletos y carteles eran divulgados en São Paulo y otras regiones. El plan era realizar una combativa demostración de clasismo, organización, firmeza y combatividad en pleno centro de São Paulo para todos los trabajadores. Una convocatoria para la lucha.
Los que luchan
En los días 30 de abril y 1º de mayo, la Liga de los Campesinos Pobres realizó una reunión nacional de dirigentes y activistas del movimiento campesino combativo de todo el país. En su reunión estaban representantes de las áreas revolucionarias de diversos estados. Estos, por su parte, representando miles de campesinos organizados bajo la bandera de la revolución agraria. Son familias que tomaron latifundios, realizaron el corte popular de las tierras y ahora producen. Entre ellos están los campesinos que retomaron, a mediados del año pasado, el latifundio Santa Elina, en Corumbiara — RO, tierras de la histórica resistencia campesina de 9 de agosto de 1995, lucha que dio origen a la Liga de los Campesinos Pobres. Campesinos de todo el Brasil, que luchan de Norte a Sur, evaluaron y planificaron la lucha por la destrucción del latifundio, por la conquista de la tierra y por la producción.
En el día 10 de mayo la Liga Obrera reunió sus núcleos organizados en diferentes regiones del país y evaluó las recientes rebeliones obreras en las obras del PAC y en diversas obras esparcidas por todo el país. Debatieron la necesidad de profundizar la propaganda de la lucha clasista y como expandir su organización, de modo a alcanzar un número mayor de trabajadores, correspondiendo así a las luchas cada vez más combativas y radicalizadas que se suceden.
El MEPR participó del 1º de mayo clasista movilizando las escuelas y universidades del centro de São Paulo, participó del panfleteo y divulgación de la manifestación en los días que la antecedieron y, después del cierre de su VII encuentro nacional montaron grupos de agitadores que convocaron estudiantes secundarios y universitarios para sumarse a las hileras obreras y campesinas en la manifestación.
Una demostración de clase
En la mañana del día 2 de mayo, en el espacio libre del Museo de Arte de São Paulo — MASP, en la Avenida Paulista, región central de São Paulo, delegaciones de estudiantes, profesores y obreros de Minas Gerais se juntaron a representantes de organizaciones clasistas, de asociaciones de habitantes, de favelas de Río de Janeiro, así como trabajadores ferroviarios, estudiantes, vendedores ambulantes de São Paulo. A ellos, después del cierre de sus respectivos encuentros y reuniones nacionales, se unieron los campesinos, obreros y estudiantes.
También atendieron a la convocatoria del 1º de mayo clasista el Frente Revolucionario de Defensa de los Derechos del Pueblo — FRDDP, el Movimiento Femenino Popular — MFP, el Centro Brasileño de Solidaridad a los Pueblos — Cebraspo, la Liga Internacional de Lucha de los Pueblos — ILPS, la Asociación Brasileña de Abogados del Pueblo — Abrapo, entre otras organizaciones clasistas.
Estaban reunidos, en aquel 2 de mayo, representantes de organizaciones que expresan la lucha de miles de trabajadores en lucha en todo el país. Su manifiesto se dirigía a todos los trabajadores del Brasil y de todo el mundo, rescatando la historia de los mártires de Chicago caídos en el 1º de mayo de 1886 y exaltando la lucha del proletariado en todo el mundo.
Columnas de obreros, campesinos y estudiantes ocuparon la Avenida Paulista con banderas rojas y pancartas. La celebración del 1º de mayo llamó la atención de miles de trabajadores que pasaron por las calles del centro de São Paulo por la organización y por el contenido de los lemas: “Vivan las clases trabajadoras, abajo la CUT vendida y traidora”, “Dilma delatora, entreguista y traidora”, “Viva el internacionalismo proletario”, “Abajo la carestía, la cacerola está vacía!”, “Viva la alianza obrero-campesina”, “Muerte al imperialismo, viva la resistencia popular”.
Los cerca de 400 manifestantes, por algunos minutos, paralizaron la principal avenida de uno de los mayores centros económicos del país. Una gran demostración clasista. Grupos de campesinos distribuían un manifiesto a la población celebrando el 1º de mayo. El Frente Revolucionario de Defensa de los Derechos del Pueblo divulgaba una nota contra la agresión yanqui a Libia.
Los manifestantes recorrieron las calles donde se concentra gran parte del comercio del centro de la capital, los operarios se dirigían para las puertas de las tiendas y las personas en la calle extendían las manos para recibir los manifiestos. Saludaban la manifestación, daban sus opiniones, saludaban de dentro de los coches y de las motocicletas.
En el final, un acto político realizado frente a la municipalidad de São Paulo denunció la política de criminalización de la pobreza llevada a cabo por las administraciones de turno, denunció la corrosión salarial y las políticas antioperarias llevadas a cabo por Luiz Inácio y Roussef — PT. Los oradores convocaron los trabajadores para seguir el ejemplo de las rebeliones obreras de la construcción civil y a rebelarse, los convocó a fortalecer la organización clasista, desenmascarar el oportunismo y desarrollar la lucha combativa.
El 1º de mayo clasista e internacionalista realizado en São Paulo no tuvo la cobertura del monopolio de las comunicaciones, lo que ya era de esperarse. Las farras oportunistas tampoco merecen nota de la prensa democrática y popular. Pero ciertamente el 1º de mayo obrero-campesino quedó registrado en la memoria de los trabajadores de São Paulo, demostró que es posible romper la costra de oportunismo y de la reacción y practicar el clasismo y no la conciliación, que el proletariado, el campesinado y las clases revolucionarias están forjando sus organizaciones de combate, y convocando el pueblo a ingresar en sus hileras.
Solidaridad y homenajes a la revolución en la India
Aún en la Avenida Paulista, la manifestación se detuvo delante del consulado de la India en São Paulo. Un representante de la Abrapo leyó un documento condenando el viejo Estado hindú por las atrocidades cometidas contra los campesinos y pueblos tribales de aquel país. El documento explicaba la lucha de los pueblos adivasi, campesinos y de los naxalitas, como son conocidos los militantes del Partido Comunista de la India (maoísta), que dirige la guerra popular en aquel país. La Abrapo manifestó la solidaridad y apoyo de los demócratas y revolucionarios, así como del pueblo brasileño a la lucha de liberación del pueblo hindú y condenó la Operación “Cacería Verde”, desencadenada por las fuerzas de represión del viejo estado para perseguir y masacrar campesinos, pueblos tribales y maoístas en las regiones de selva de la India.
Un representante de la ILPS leyó un documento en inglés, reafirmando el apoyo no sólo del pueblo brasileño, pero de los pueblos en lucha en todo el mundo a la revolución en la India. Un representante del Cebraspo, por su parte, leyó un documento condenando al Estado reaccionario hindú por la persecución y prisión de liderazgos populares y militantes comunistas en aquel país.
Estos documentos fueron protocolados y entregados a los representantes del consulado hindú, registrando el repudio del pueblo brasileño a las atrocidades cometidas contra aquellos pueblos y el apoyo del pueblo brasileño a su lucha.
Los manifestantes irguieron pancartas y gritaron lemas en solidaridad a los pueblos de la India en apoyo a la revolución en aquel gigantesco país asiático.
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