Guaranis se armam para sua defesa

Cerca de 500 indígenas Guarani Kaiowá y Nhandeva  retomaron, en la mañana del 3 de septiembre, parte de las 4.025 hectáreas en Potrero Guasu, a 10 km del municipio de Paranhos, Mato Grosso do Sul.

El área fue declarada territorio indígena desde 13 de abril de 2000, pero aún hoy el proceso administrativo de demarcación está inconcluso. Desde que fueron expulsados de Potrero Guasu, a cerca de 40 años, los indígenas pasaron a vivir en la aldea Pirajuí, también en Paranhos.

Los indígenas retomaron sólo uno de los latifundios que invadieron el territorio. En total, 709 Guarani Kaiowá y Nhandeva ocupan el área.

El Potrero Guasu es vecino de otra área denominada Arroio Korá, que también fue retomada por los indígenas el último día 16 de agosto y, desde entonces, ha sido blanco constante de ataques de pistoleros a sueldo del latifundio.

En 10 de septiembre, los Guarani Kaiowá sufrieron un nuevo ataque de pistoleros. Según liderazgos Kaiowá, cerca de 30 pistoleros fuertemente armados sitiaron el campamento, destruyeron barracas y robaron las pertenencias de las familias desamparadas.

De acuerdo con reportaje de Ruy Sposati, publicada en cimi.org.br en 10 de septiembre, ese fue el segundo ataque de pistoleros contra los indígenas en menos de dos semanas en el mismo local, y el cuarto desde la reanudación, realizada el día 16 de agosto. En uno de esos ataques, conforme denuncia ya publicada en AND, los pistoleros asesinaron un bebé de menos de un año y un guaraní Kaiowá está desaparecido desde entonces.

Así Dionísio Guarani, liderazgo local, describió el último ataque: “Llegaron disparando para arriba. Viniendo en nuestra dirección. Destruyeron dos barracas y llevaron todo. Para quemar en algún lugar. Nosotros gritamos mucho“.

“Ellos están todos armados, y nosotros no. El patrón de la hacienda esta juntando gente [pistoleros] aquí. Paraguayo, brasileño. Estamos esperando alguna noticia [de los órganos públicos]” – declaró el líder Kaiowá a Ruy Sposati.

“Todo el conflicto demuestra la inoperancia del gobierno federal para revertir esas crisis y también una aparente falta de voluntad política en solucionar el problema” – protestó Cléber Buzatto, secretario ejecutivo del Consejo Indigenista Missionário [fuente: cimi.org.br].

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