“Sin conversación, multar y golpear!”
Linda Martins, asesora del alcalde de Sete Lagoas
PM vigia manifestação dos operários
En la mañana de 31 de marzo, la población de Sete Lagoas (Región Metropolitana de Belo Horizonte), trabajadores, directores del Sindicato de los Trabajadores de la Construcción de BH y Región – Marreta y miembros de la Liga Operaria protestaban contra el no pago de los salarios y finiquito de la rescisión laboral de los obreros que trabajaron en la construcción de las casas del programa “Mi Casa Mi Vida” en el Conjunto Residencial Dueña Silvia.
La entrega de las llaves de las 498 casas fue hecha en un palenque electoral que tendría la presencia de Dilma Rousseff y del alcalde Marcio Reinaldo. Con la ausencia de la presidente y del alcalde la entrega de las llaves fue hecha, aún con 96 obreros que trabajaron de sol a sol en la construcción de las casas sin haber recibido sus debidos salarios y la liquidación.
El día 27 de febrero, a través de la acción del Marreta, el Ministerio del Trabajo ya había obligado a la constructora Copermil, responsable por la obra, a pagar los salarios atrasados desde diciembre. Ocurrieron muchas irregularidades y retrasos en los pagos de salarios y 40% del salario de marzo aún no fue pagado ni el acierto de la rescisión que tendría que ser hecho el día 24 de marzo. Obreros accidentados fueron ilegalmente dimitidos, como fue el caso del obrero Tiago, peón de obras, que sufrió caída de camión; y de una obrera con cáncer.
Y no son sólo esas las irregularidades de la obra. Según denuncian los obreros, antes aún de ser entregadas, las casas ya presentaban serios problemas estructurales, como rajaduras, infiltraciones, problemas en los tejados, fugas de agua en inodoros y canillas, etc. Varias familias pobres de Sete Lagoas también denuncian que en el sorteo de las casas, realizado en el gimnasio Vinício Días Avelar, ocurrió un gran fraude y familias que habían recibido señas fueron impedidas de participar del sorteo por funcionarios del ayuntamiento de Sete Lagoas. Varias familias pobres no recibieron las casas mientras que personas que tienen casa propia y conexión con el ayuntamiento fueron sorteadas.
Contra todo eso, el Marreta, la Liga Operaria y la población de la ciudad protestaban y realizaban un panfleteo del sindicato exigiendo el pago de los salarios y arreglos con los trabajadores y denunciando la fraude en el sorteo de las casas frente al ayuntamiento cuando los guardias municipales recibieron orden de la asesora del alcalde, Linda Martins, para reprimir la protesta. Otro funcionario del ayuntamiento, Gilmar Gonçalves, que según informaron los vecinos sería guardaespaldas del alcalde, también instigaba guardias municipales y PM contra los obreros. Los guardias daban golpes de bastón en los trabajadores y después policías militares también atacaron los dirigentes sindicales y personas disparando balas de goma, lanzando spray de pimenta y efectuaron prisiones.
Cinco directores del Marreta y miembros de la Liga Operaria fueron arbitrariamente detenidos en el ejercicio de su actividad sindical. Uno de los directores del Marreta tuvo la cabeza pisada por un policial cuando ya se encontraba esposado e inmovilizado, otro fue alcanzado por golpes de bastón en la cabeza. Directores del sindicato también fueron heridos por disparos de balas de goma. Personas que asistieron las agresiones denunciaron la acción truculenta del funcionario del ayuntamiento, Denizard, y de un guardia municipal a paisana contra los manifestantes y ellos también fueron detenidos por la PM.
Esa acción truculenta y arbitraria de la policía ocurrió a la víspera de completar 50 años del golpe militar en nuestro país y son prueba de que para los trabajadores y el pueblo nada cambió. El Estado sigue defendiendo los ricos y masacrando los pobres. Las fuerzas policiales utilizan de toda violencia para mantener la súper explotación, la opresión, el maltrato y todo tipo de crimen cometido por contratistas y por ese gobierno que se dice “de los trabajadores”, pero que ordena que las favelas sean invadidas por el ejército, manda la fuerza nacional para reprimir huelgas y agrede el pueblo de todas las formas, persiguiendo, criminalizando y encarcelando dirigentes sindicales clasistas y luchadores del pueblo.
Esa acción ocurrió dos días después del obrero Fábio Hamilton da Cruz ser asesinado en la Arena Corinthians por las pésimas condiciones de trabajo y por la aceleración de la obra impuesta por la Fifa para su Copa del Mundo. En esas obras también ya fueron comprobados incontables crímenes laborales, ocurrieron muertes y mutilaciones de trabajadores. También en esas obras todas las veces que los obreros se levantaron en huelgas y luchas contra los pésimos salarios y condiciones de trabajo, contra las condiciones degradantes de los alojamientos, contra la explotación de trabajo semejante a la esclavitud cometida contra obreros brasileños y extranjeros (haitianos, portugueses, etc.), todas esas veces las fuerzas policiales reprimieron con brutalidad.
¡Basta de crímenes cometidos contra el pueblo!
El Marreta y la Liga Operaria repudian vehementemente la acción truculenta de la policía y exigen el inmediato pago de lo que se les debe a los obreros de la Copermil!
¡Exigimos punición de Linda Martins, otros funcionarios del ayuntamiento, guardias municipales y PM que cometieron abusos y agredieron los compañeros y la población!
Denunciamos una vez más la esclavitud y los crímenes laborales cometidos por la gestión Dilma (PT) y contratistas contra los trabajadores en las obras del PAC, de la Copa de la Fifa, “Mi Casa, Mi Vida” y en todas las obras del país.
“¡No va a haber copa!”