Miles de familias amenazadas de desalojo en Río de Janeiro

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Miles de familias amenazadas de desalojo en Río de Janeiro

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Grafitti em repúdio à remoção da Favela do Metrô para a Copa do Mundo de 2014

En las vísperas de una nueva farsa electoral en Río de Janeiro, los gerentes de turno estacionaron sus tractores y salieron en campaña para reelegir el alcalde Eduardo Paes, declarado enemigo del pueblo pobre. Sin embargo, las familias que resisten al desalojo forzado en las favelas y barrios pobres de la ciudad continúan sufriendo amenazas e intimidaciones. En la favela del Metro — a 200 metros del estadio Maracaná —, habitantes están viviendo al lado de los escombros de las casas ya demolidas, en medio a ratas, insectos, cobras y mucha humedad. En el Morro de la Providencia, centro de la ciudad, uno de los miembros de la comisión de resistencia a la remoción tuvo su casa violada e invadida por policías.

Mientras la Copa del Mundo y las Olimpíadas en el Brasil no comienzan, en Río de Janeiro, el ayuntamiento sigue en su misión contra las favelas y barrios pobres de la ciudad. Según el urbanista y profesor del Instituto de Investigación y Planificación Urbana de la UFRJ, Carlos Vainer — entrevistado por AND en la edición nº 90 — 80 mil personas ya fueron removidas compulsoriamente de sus casas en todo el Brasil. Y ese número, de acuerdo con él, no para de aumentar. En Río, el objetivo de los gestores de turno es expulsar las favelas que ocupan regiones nobles de la ciudad para lugares remotos.

Con la proximidad de una nueva farsa electoral, el alcalde Eduardo Paes estacionó sus tractores para no correr el riesgo de perder votos. Pero las intimidaciones y amenazas contra los liderazgos de la resistencia en las favelas amenazadas continúan a todo vapor. En el Morro de la Providencia, centro de Río, la habitante e integrante de la comisión contra la remoción, Márcia Regina de Deus, de 53 años, tuvo su casa violada, allanada y revuelta por policías civiles en la noche del día 4 de julio.

Como AND informó en su última edición, en el Morro de la Providencia, 832 familias están amenazadas de desalojo por el ayuntamiento. La remoción es parte del cronograma de las obras del proyecto Vivir Carioca.

Moradores da Vila Autódromo e ativistas contra as remoções protestam durante a RIO+20

— Ellos entraron en mi casa por la ventana. Violaron y saltaron para dentro. Reviraron algunas cosas, pero hasta ahora yo no sentí falta de nada. Estoy segura que eso fue una retaliación, ya que estoy al frente junto con otros compañeros en la lucha contra la remoción aquí en la Providencia. El personal de los derechos humanos llegó a ir conmigo a una comisaría, pero hasta ahora nada fue hecho para identificar los policías que hicieron eso. Ellos vinieron a ofrecernos departamentos del Mi Casa Mi Vida, pero yo les dije: Esta es mi casa. Esta es mi vida y, por eso, de aquí yo no salgo — dijo la habitante.

Miles van a las calles en defensa de Vila Autódromo

En 20 de junio, miles de personas participaron de una manifestación contra las remociones de favelas llevadas a cabo por el Estado reaccionario en todo el Brasil. Mientras centenares de jefes de Estado se reunían para la conferencia de la Río+20, habitantes de varias favelas amenazadas de remoción, movimientos campesinos e indigenistas protestaban del lado de fuera. En la noche del día anterior, decenas de autobuses ya llegaban a la favela Vila Autódromo trayendo manifestantes. Habitantes y apoyadores del movimiento produjeron pancartas y carteles durante la madrugada. Cuando amanecía, helicópteros sobrevolaban la favela y francotiradores de élite observaban el movimiento de cima de los edificios vecinos. En la puerta del Riocentro, en el inicio de la mañana, las tropas de choque de la PM y del ejército ya aguardaban la llegada de los manifestantes.

El presidente de la asociación de habitantes de Vila Autódromo habló para los manifestantes sobre los 20 años de lucha contra la remoción de la favela. Altair también criticó la realización de la Río+20 y denunció las precarias condiciones de saneamiento de Vila Autódromo y la degradación del río que existe en torno a la favela.

Moradores da Vila Autódromo e ativistas contra as remoções protestam durante a RIO+20

— Lo que quiere el alcalde Eduardo Paes es remover esta comunidad y entregarla a la especulación inmobiliaria, a los grandes empresarios de la construcción civil. Ellos quieren acabar con nuestra historia, con nuestro sudor. Cada habitante de esta comunidad sufrió para comprar su cemento, su ladrillo y construir su casa. Y entonces vienen a ofrecer un departamento de 40 metros cuadrados del proyecto Vivir Carioca. Un condominio que parece un campo de concentración. La gente vive aquí muy bien. Estamos a muchos años aquí, al lado de la laguna, viviendo de ella. Eso porque este terreno fue dado para nosotros por el gobierno del estado hace 40 años, y más: con títulos de posesión. Por eso y, obviamente, por causa de nuestra organización, que ellos aún no consiguieron removernos — dice el presidente de la asociación.
Aún con los bloqueos hechos por la policía en el camino, miles de personas participaron de la manifestación que marcó los 20 años de la heroica resistencia de los habitantes de Vila Autódromo.

— Hoy, este acto es para hablar de mi comunidad y de todas las comunidades que pasan por proceso de remoción. La Río+20 está aconteciendo y el alcalde está allá hablando de desarrollo sustentable para los jefes de Estado. Mientras nosotros estamos aquí en esta comunidad hace 40 años sin asfalto y sin saneamiento, mientras que la gente está hace 40 años en el entorno de la laguna de Jacarépagua  viviendo de ella y ella está siendo degradada. Nuestros pescadores no pueden más pescar. Pero él no trata la laguna porque laguna no da voto. Él está allá posando de buen muchacho y gastando el dinero público para hacer Río+20. Si hicieron la Eco92 y nada cambió, no es ese circo que va a cambiar alguna cosa — protesta.

Otra integrante de la asociación de habitantes de Vila Autódromo y miembro del Consejo Popular contra las remociones, Jane Nacimento también habló para los manifestantes y cobró la organización del pueblo pobre para la resistencia a los desalojos forzados.

— Nuestra comunidad está lista para ser reurbanizada, no desalojada. Con la ayuda de Carlos Vainer estamos montando un plan popular, totalmente independiente. Pero el ayuntamiento no quiere saber. Quién vive es que sabe de sus necesidades. Quién vive en el lugar es que tiene que hacer planes para el lugar. El gobierno no existe en las favelas y si nosotros no nos organizamos no vamos a tener nuestros derechos. Aún organizados, ya no tenemos, imaginen si desorganizados — Protestó Jane.

Favela del Metro: el pueblo vive en la basura

Tras dos años de lucha contra la remoción de la favela del Metro-Mangueira, zona norte de Río de Janeiro, gran parte de los habitantes sigue viviendo en el local en condiciones subhumanas. Eso porque las casas de las personas que aceptaron salir fueron demolidas o descaracterizadas por el ayuntamiento, pero la mayor parte de los escombros provenientes de esas demoliciones sigue en el local, sirviendo de abrigo para ratones, cucarachas y cobras. Además, la acumulación de humedad ha causado infiltraciones y manchas de moho en las casas de los habitantes que siguen resistiendo. Como si no fuera lo bastante, por causa de la despoblación de la favela, muchas casas han sido objeto de asaltos.

O traçado da obra com a qual tentam justificar a remoção da Vila Autódromo

El reportaje de AND volvió al local recientemente para conversar con la presidente de la asociación de habitantes, Francicleide Souza.

— La estrategia del Ayuntamiento es minar. Cuando ella fue derrumbando las casas, comenzaron los asaltos. Las personas quedaron aisladas y eso facilita la acción de los ladrones. Algunos habitantes fueron para casas de parientes con miedo. Los que quedaron están con sus casas llenas de infiltraciones por causa de la humedad. Sin contar con los ratones, cucarachas y cobras que comenzaron a vivir en medio de los escombros. Y quien sale, pierde el derecho sobre su inmueble. Yo ya fui allá en el ayuntamiento reclamar, pedir que ellos quiten esos escombros, pero ellos no quieren  saber. Yo soy presidente de la asociación y ellos ni saben mi nombre. Para ellos yo soy un número. Cuando yo llego allá, la secretaria dice “la 217 llegó”. Ese es el número que ellos marcan en nuestra casa para mapear la remoción — explica la presidente.

— Y lo peor: los planes del ayuntamiento no son compartidos con la gente. Ellos no muestran lo que quieren hacer en este lugar porque están armando alguna cosa. Cuando uno juega limpio, ¿cual la razón para no mostrar? Hablan en construir una plaza de recreación, pero, si los habitantes serán retirados de aquí, ¿para quienes va a ser la plaza? — pregunta Francicleide.

Traducciones: [email protected]

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