1 La primarización de la economía brasileña es un hecho confirmado hasta en las estadísticas oficiales. Brasil está, cada vez más, importando productos de elevado valor agregado y exportando, con poco o ningún valor agregado, sus valiosos recursos naturales, sub facturados y descaminados.
2 Eso acarrea bajos niveles salariales en el País y también la gestación de crisis en las cuentas externas, cuyo equilibrio siempre dependió de grandes saldos en el balance de las mercancías para compensar el crónico déficit en las cuentas de “servicios” y de “rentas” de la Balanza de Pagos.
3 Tales consecuencias son el resultado de que Brasil, desde 1954, ha privilegiado las inversiones directas extranjeras con subsidios y ventajas mayores que las dadas a empresas de capital nacional. Increíble, pero verdadero, estas fueron siendo eliminadas en función de la política económica gubernamental.
4 Esa estructura de poder económico implica que las empresas “nacionales” sean serviles a intereses situados en el exterior. Ejemplo notorio es el niobio, mineral estratégico usado en número creciente de productos, además de su conocido empleo en las industrias aeronáutica y aeroespacial, en las armas nucleares y en sus vectores. La actual tecnología, en numerosas fabricaciones, hace sustituir por el niobio, entre otros metales: molibdeno, vanadio, níquel, cromo, cobre y titanio.
5 Como relatado por técnicos destacados, como el Eng. Ronaldo Schlichting, de Curitiba, el mineral de niobio bruto era comprado en la mina a 400 reales/kilo, cerca de U$S 255,00/kilo (a la tasa de cambio actual y actualizada la inflación del dólar).
6 El Brasil detiene 98% de las reservas explotables del Planeta, de aquí proviniendo, por lo tanto, la casi totalidad del consumo mundial, que, en 2004, alcanzó 37 mil toneladas. En 2006, creció para 44,5 mil toneladas. Prosiguió en ese vertiginoso crecimiento en 2007, manteniéndose en la crisis de 2008 y retomando el ascenso en 2009/2010. Es de estimar que esté en 50 mil toneladas/año.
7Además de eso, parte no despreciable del mineral retirado del Brasil es estocado en los países utilizadores. Ellos lo llevan para guardarlo, por motivos estratégicos y también económicos: acumulan reservas del mineral, cuyo precio futuro será elevado, sobre todo si un día el Brasil se torna autónomo.
8 Si el Brasil estuviera exportando el niobio al precio pagado en el local de la extracción por practicantes del descamino para el exterior (en 2010 la estadística oficial registra sólo 515 toneladas exportadas), tendríamos U$S 255,00 por kilo x 50 mil toneladas, o sea, U$S 12.750.000 (doce mil millones, setecientos y cincuenta millones de dólares).
9 Espanta también, en la estadística oficial, que, entre los países grandes utilizadores del niobio, solamente la China aparece como importador expresivo (72% del total en 2010 y 78% en 2009). La Alemania viene con 11% y 13%, completando esos dos países 83% en 2010 y 91% en 2009. Otros grandes utilizadores del niobio ni siquiera figuran en el total, ya por sí inexpresivo, de 515 toneladas (2010).
10 Esa cantidad resultó, en las cuentas oficiales, en sólo U$S 16,3 millones, aún con el precio medio oficial habiendo subido de U$S 5,18 en 2005 para U$S 31,65 por kilo, en 2010. Compárense a esas cifras los U$S 12.750 millones demostrados en el párrafo 8 arriba.
11El niobio entra con solamente 0,1% en la composición de las ligas de hierro-niobio, cuyas exportaciones oficiales fueron U$S 1.560 millones en 2010. Eso da una idea, ya muy fuerte, de la riqueza embutida en el niobio. De hecho, si la incorporación de proporción ínfima del niobio al hierro en la producción de un mero insumo genera tal elevación de valor, ¿qué decir de lo que puede ser obtenido si el Brasil cambiar de política económica y dé condiciones a las empresas nacionales de desarrollar productos intensivos de tecnología?
12 La Compañía Brasileña de Metalurgia y Mineração (CBMM) es la mayor productora mundial. 55% de sus acciones pertenecían a la “Brasil Warrant Administradora de Bienes y Empresas Ltda.”, del grupo Moreira Salles, y 45% a la transnacional Molybdenum Corporation. Su base de extracción se sitúa en Araxá (MG).
13También es grande productora la Anglo-American, que, con otras compañías extranjeras, explota minerales de todo tipo en el municipio de Catalán (GO), cuya ciudad fue transferida de local, para dar espacio a la extracción. La Anglo-American y otros exponentes de la oligarquía angloamericana controlan también las minas de oro del Brasil y de grandes productores, como el Canadá, la Australia y Sudáfrica.
14 Finalmente, están las estupendas yacidas del Norte del País (Morro dos Seis Lagos), Roraima, estado privado de la mayor parte de su territorio para abrigar reservas indígenas creadas por presión de la oligarquía angloamericana, liderada por la Corona británica. Esas yacidas oficialmente no son explotadas. Pero hay, desde hace tiempos, noticias de descamino, ahora, aún más facilitado, porque, con las reservas indígenas, las propias “autoridades brasileñas” son impedidas de entrar allí.
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*Adriano Benayon es Doctor en Economía. Autor de “Globalização versus Desenvolvimento“, editora Escrituras. [email protected]
Traducciones: [email protected]