As instalações da usina após a revolta dos operários
Por el tercer año consecutivo, obreros se rebelan exigiendo derechos y luchan contra las pésimas condiciones de trabajo en una de obras del Programa de Aceleración del Crecimiento – PAC del gobierno federal. El día 11 de febrero, los obreros de las obras de la Usina Hidroeléctrica Colíder, en el Norte de Mato Grosso, fueron sorprendidos con la noticia de que no recibirían íntegramente por el trabajo que deberían realizar durante el carnaval. Fue lo suficiente para desencadenar una nueva revuelta.
La obra de la Usina Hidroeléctrica Colíder está localizada al margen del río Teles Pires, entre los municipios de Colíder , Itaúba y Nova Canaã do Norte, a 700 kilómetros de Cuiabá. En un balance realizado a finales del año pasado, la Compañía Paranaense de Energía – Copel, que detiene la concesión de la obra, divulgó que 2.600 obreros trabajan en la construcción de la Usina. De esos, aproximadamente mil están instalados en alojamientos en el perímetro de las obras. La ejecución de la obra es realizada por el Consorcio Colíder, compuesto mayoritariamente por las contratistas J. Malucelli y CR Almeida.
Hay denuncias vehiculadas en periódicos y páginas en internet de que, desde el día 10 de febrero, circulaba entre los trabajadores la noticia de que las empresas no pagarían íntegramente por los trabajos realizados durante el carnaval. Pero esa no fue la única razón de la revuelta. El año pasado, por lo menos por dos veces, una en enero, la otra en junio, los trabajadores de la UHE Colíder ya habían paralizado las obras por varios días exigiendo mejores salarios y condiciones de trabajo, mejorías en la alimentación, descansos y pasajes para visitar sus ciudades de origen. Además, la obra presenta condiciones inseguras de trabajo y ya fue embargada por no poseer un plan de gestión de residuos sólidos. En junio del año pasado, hubo un gran derrumbamiento en un depósito irregular de escombros en el patio de obras que resultó en la muerte del obrero Jonas da Silva Santos. Su cuerpo aún no fue rescatado y permanece bajo toneladas de tierra y escombros [ver más detalles en AND n° 93 – Matanza en las de obras del PAC].
En la tarde de 11 de febrero, la insatisfacción acumulada era general y explotó la revuelta. Varios trabajadores con los rostros cubiertos dieron inicio a la protesta, enfrentaron los guardias privados e incendiaron coches de la empresa. Como en las huelgas y revueltas anteriores en las Usinas de Jirau y Santo Antônio – RO, Belo Monte – PA, en los complejos industriales de Suape – PE y Pecém – CE, entre otras, los alojamientos, restaurante, autobuses, camionetas y coches, además de edificios administrativos de la Copel y de empresas del consorcio constructor fueron incendiados.
Las protestas prosiguieron el día 12 y la fue ocupada por los trabajadores y cercados por la Policía Militar de Colíder, por soldados de la fuerza táctica de la PM de Sinop, Alta Floresta y ciudades próximas.
También fueron vehiculadas noticias de que los obreros habrían rendido vigilantes de la empresa y tomado sus armas, además de utilizar bananas de dinamita para explotar dos cajeros electrónicos en las obras. Dos obreros fueron detenidos acusados de portar dinero recogido después de la explosión y llevados para Alta Floresta.
Trabalhadores tratados como criminosos
En 12 de febrero, después de negociación intermediada por la PM, y con dos días sin recibir alimentación, sin ningún posicionamiento del consorcio constructor sobre las razones que llevaron a la revuelta, los obreros concordaron en desalojar las obras. De acuerdo con la Policía Civil, la Copel cedió los autobuses para el transporte de los operarios, pero no suministró alimentación o alojamientos [fuente: jornalacidade.con.br en 13 de febrero de 2013]. Los obreros fueron llevados para alojamientos improvisados cedidos por el ayuntamiento de Colíder y una reunión entre representantes de los obreros y el consorcio Colíder fue marcada para el día 14.
Luego después de la revuelta, la Copel, en nota oficial, se apresuró a descalificar la lucha de los obreros por derechos y criminalizar la revuelta. Siguiendo el tono dictado por el Gilberto Carvalho después del conflicto obrero de Jirau en marzo/abril del año pasado, la empresa tildó la protesta como “vandalismo y violencia”. El delegado Bruno Abreu, de la comisaría de Nova Canaã do Norte, acusó los obreros detenidos de crímenes comunes y afirmó que serán acusados de sospecha de robo armado, formación de cuadrilla, incendio y amenaza [fuente: diariodecuiaba.con.br en 13 de febrero de 2013].
A finales de la tarde de 13 de febrero, se reunieron en el gabinete del gerente municipal Nilson Santo (PMDB), en Colíder, representantes de la Copel, Ministerio Público, policías Militar y Civil etc. Entre ellos estaban los fiscales Washington Borrere y Ana Carolina Fernandes; el coronel Evangelista de la Policía Militar; el delegado de Policía Civil Silvio do Vale; José Ricardo Junqueira, responsable por el consorcio de empresas que construyen la Usina y el director de ingeniería de la Copel; y Jorge Andriguetto Junior [fuente: altanoticias.con.br en 14 de febrero de 2013].
Aún de acuerdo con materia publicada en altanoticias.con.br en 14 de febrero, el responsable por el consorcio constructor afirmó que “sólo los operarios que residen en la región de Colíder y Nova Canaã do Norte tendrán sus empleos mantenidos” y que los trabajadores oriundos de otros estados, cerca de 1.400 personas, serán dimitidos y deberán retornar para sus ciudades de origen.
Él aún declaró que “las personas dimitidas irán a recibir sus salarios y serán embarcados en autobuses pagados por la empresa”. El Coronel Evangelista declaró que “policías de fuerzas especiales” actuarán en Colíder “por tiempo indefinido”.
Otra revuelta. Una vez más sus razones quedan sin solución. Una vez más la lucha de los obreros por derechos es tratada como crimen por los patrones y gestores de turno del viejo Estado. Terminada una rebelión, se enciende la mecha de una próxima aún mayor.
Usina Belo Monte – PA: secuestradas y forzadas a prostituirse
Con informaciones de Verena Glass del Reporter Brasil
As mulheres viviam em regime escravo no prostíbulo, em Belo Monte
Después de la denuncia de una chica de 16 años, que consiguió huir del cautiverio, en 13 de febrero, catorce mujeres y un travesti fueron liberados en Altamira – PA en situación de esclavitud y cárcel privado en un prostíbulo localizado en área limítrofe del perímetro obras de la hidroeléctrica de Bello Monte.
Las mujeres eran confinadas en pequeños cuartos sin ventanas ni ventilación, con solamente una cama. Candados del lado de fuera cerraban las puertas. Ellas tenían entre 18 y 20 años – además de la joven de 16, y eran provenientes de Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul.
La policía también encontró en el local un cuaderno donde eran anotadas las deudas de las mujeres, como gastos con pasajes, alimentos y vestimentas, además de “multas” por motivos diversos.
Según Lucenilda, del Consejo Tutelar, las chicas dijeron tener mucho miedo de retaliaciones, ya vez que el dueño de la boîte habría amenazado sus familiares que vivían en el Sur. Una de las jóvenes rescatadas contó que, cuando la adolescente de 16 años consiguió huir, el gerente la siguió con una arma.
As mulheres viviam em regime escravo no prostíbulo, em Belo Monte
“De comida, teníamos almuerzo y cena. Si una estaba trabajando en la hora del almuerzo, tenía que esperar la cena. Si tuviese mucha hambre, tenía que comprarse algo. El gerente de la boîte decía que teníamos que dedicarnos a pagar todas las deudas, y que no nos serviría reclamar porque nadie iba a ayudarnos, que él era amigo de la Justicia y nunca nadie iba a hacer nada contra él. Pero también dijo que si los denunciásemos, ellos iban atrás de nuestros hijos y parientes allá en el Sur” – declaró una de las jóvenes liberadas al Reporter Brasil.
La consejera Lucenilda Lima relató que, para llegar a la boîte, fue preciso atravesar el terreno de Pimental , uno de los principales de la Usina Belo Monte, y considera que “la boîte está en el área de la Usina”.
El comisario de Altamira, que efectuó la prisión de dos empleados de la boîte en la noche pasada, afirmó que además de explotación sexual de menor, cárcel privada y trabajo esclavo, el caso podrá ser caracterizado como tráfico de personas.