Nueva Intifada contra la ocupación de Jerusalén.
El Hamas (sigla en árabe para Movimiento de Resistencia Islámica) convocó una nueva Intifada contra el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por USA, el día 7 de diciembre. La Intifada, levante de masas que combina protestas y acciones armadas, intenta frenar el avance sionista.
La Intifada fue convocada en respuesta al anuncio de Donald Trump, que oficializó el inicio de la transferencia de la Embajada yanqui de Tel Aviv para Jerusalén, reconociendo así esta ciudad, reivindicada capital de la Palestina, como capital del Estado invasor de Israel. El anuncio fue hecho en la Casa Branca, el día 6 de diciembre.
El principal dirigente del Hamas, Ismail Haniyeh, hizo un pronunciamiento en la Faja de Gaza un día después del anuncio de Trump .
“Debemos convocar y trabajar en el lanzamiento de una Intifada delante del enemigo sionista. La decisión de Trump marca el final de una fase política y significa un punto de inflexión histórico para la causa palestina. Afirmamos que Jerusalén está unida, no es oriental u occidental, y va a seguir siendo la capital de la Palestina – de toda la Palestina”, declaró él, afirmando aun que “Donald Trump se arrepentirá de su decisión.”.
“Sólo podemos enfrentar la política sionista apoyada por Estados Unidos con una nueva Intifada.”, disparó, nombrando aún la Intifada como “la liberación de Jerusalén ”.
Hubo violentas protestas en la Faja de Gaza y en Ramallah, Qalandia, Belén y otros lugares de Cisjordania o alrededores de Jerusalén. Fueron realizados ataques con cocteles molotov y piedras contra puestos militares y tropas sionistas. Combatientes del Hamas lanzaron cohetes contra Israel, en retaliación a la represión contra las protestas.
En las protestas, las consignas entonadas eran No necesitamos de palabras vacías, necesitamos de piedras y fusiles y Jerusalén es nuestra capital.
El día 14 de diciembre, centenas de millares de palestinos salieron a las calles de armas en puño para celebrar los 30 años del Hamas, como parte de la campaña contra el invasor sionista. A la vez, Israel cerró sus fronteras con la Faja de Gaza.
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La mudanza de la Embajada
El anuncio de la transferencia de la Embajada representa el reconocimiento de Jerusalén como sede administrativa (capital) de Israel. Esa decisión tomada por Trump fue postergada por más de 22 años por las “autoridades” yanquis, por recelo de incitar la Resistencia . Una vez tomada, da base para el Estado genocida de Israel impulsar aún más la invasión y ocupación de la Palestina con su aparato de guerra.
El anuncio viene a oficializar la aplicación de una ley formulada en 1995 sobre el asunto. Según esa ley, la delegación diplomática yanqui debe ser acogida en Jerusalén, sin embargo, los respectivos presidentes yanquis han postergado su aplicación por recelo de una respuesta contundente de la Resistencia Nacional palestina.
El súper reaccionario Donald Trump, durante el anuncio de la transferencia, dijo que afirmar Jerusalén como capital de Israel es “reconocer lo obvio”.
Ese anuncio tiene singular importancia, pues USA venia intentando colocarse como “neutro” y “mediador internacional” del conflicto, aunque siempre haya sostenido al Estado sionista de Israel para celar por sus intereses estratégicos en Oriente Medio Ampliado.
Repercusión internacional
Varias autoridades se pronunciaron contrarias a la decisión de Donald Trump.
En la región de Oriente Medio Ampliado, representantes de varios Estados se posicionaron contra el anuncio. Jordania, Turquía, Arabia Saudí, Egipto, Irak, Qatar, Siria, Turquía, Marruecos, Líbano y otros están entre los que rechazan la decisión.
En todo Oriente Medio, las masas se solidarizaran. Levantes en el Libano, Irak, Irán y Afganistán fueron los más importantes. En Afganistán, centenas de manifestantes se concentraron en la capital Cabul contra la ofensiva yanqui-sionista. Bajo el grito unido de Muerte a América! Muerte a Trump e Israel!, los hombres y mujeres marcharon y quemaron la bandera yanqui.
Histórico de la resistencia
La decisión de USA y de Israel subestima profundamente la capacidad de Resistencia de las masas palestinas. La Intifada, según todo indica, tendrá gran incorporación de las masas de la región y encuentra en la historia una amplia participación.
La Primera Intifada se inició en 1987, espontáneamente, como levante de masas contra el Estado sionista. El gatillo para la revuelta fue el asesinato de niños palestinos por soldados del Ejército israelí, por estar tirando piedras en los tanques. Nace ahí el Hamas, con el objetivo de liberar toda la Palestina y expulsar el invasor sionista.
En 1990, es creada la Autoridad Palestina para administrar los fragmentos de los territorios palestinos en la Faja de Gaza y en Cisjordania, áreas que Israel no consiguió ocupar.
En 2000, ocurrió la Segunda Intifada convocada por el Hamas, durando cuatro años. En 2004, 7.366 palestinos se encontraban detenidos por Israel, siendo 386 niños, buena parte sin juicio. Más de 4 mil casas palestinas fueron destruidas en Cisjordania y Faja de Gaza.
En junio de 2017, tres jóvenes palestinos emprendieron una acción armada contra agentes de la policía sionista, aniquilando dos e hiriendo uno. En la ocasión, ellos exigían la reabertura incondicional del Domo de la Roca – parte de la identidad nacional palestina –, en la Ciudad Vieja, entonces cerrada arbitrariamente por Israel.
El tormento de las prisiones sionistas
Las prisiones políticas masivas son una de las expresiones de la opresión desenfrenada del Estado sionista contra el pueblo palestino. Desde la expansión de la ocupación sionista en 1967, un quinto de la población palestina que vive en los territorios ocupados ya fue preso político, incluyendo niños y adolescentes. El número absoluto es de 750 mil palestinos. En 2013, el número oficial era de 5 mil palestinos detenidos en Israel.
Uno de los casos que la Redacción de AND tuvo conocimiento es el del joven palestino Sameh Abu Hamayel, hoy con 17 años, detenido en un territorio palestino llamado Ofra, ocupado por los sionistas. El local es tenido cómo uno de los más brutales campos de concentración.
Sameh Abu Hamayel fue detenido en mayo de 2017, con 16 años, durante una protesta que entró en conflicto con las fuerzas sionistas. Según su prima, Ashjan Sadique Adi, joven palestina residente en Brasil, en entrevista a AND, él fue preso por luchar contra la ocupación sionista y por la liberación del pueblo palestino.
Su detención ocurrió en el poblado donde residía, llamado Koformalek, en Cisjordania. Él fue alcanzado por un tiro en la rodilla disparado por un soldado israelí. “Sabemos que los soldados israelíes son entrenados para tirar en los ojos o en las rodillas para que sus víctimas no puedan más andar o ver”, revela Ashjan.
En la cárcel, los prisioneros son víctimas cotidianamente de torturas. “En búsqueda de confesiones, los soldados golpearon en la rodilla de mi primo”, denuncia ella. “Después que inflamó, ellos no ofrecieron medicamento. Mío primo fue llevado a un hospital sólo tres meses después”, prosiguió, resaltando que ese es el modus operandi en las prisiones.
Visitas restrictas, aislamiento en cubículos, alimentación inadecuada y agua no potable incrementan la lista de crímenes.
“Mío primo, adolescente, fue preso sin juicio, sin previsión de salida, sin acceso a medicamentos, con derecho restricto a visitas y sufriendo torturas.”, sintetiza Ashjan.