100 años de la gran Revolución Socialista de Octubre
Con la ofensiva contrarrevolucionaria desatada entre los fines de julio e inicio de agosto – mediados de agosto en el calendario occidental gregoriano1 — por el Gobierno Provisional, la burguesía comenzó a preparar sus planes de aplastar los Sóviets — ya impotentes y convertidos en apéndices de la burguesía, en las manos de las direcciones oportunistas de mencheviques2 y socialistas-revolucionarios3 — con el propósito de instaurar una dictadura contrarrevolucionaria.
Los consejos de guerra hacían estragos en el frente de batalla, distribuyendo la pena de muerte contra los soldados. En 3 (16) de agosto de 1917, el general Kornilov determinó que fuera implantada pena de muerte también en la retaguardia.
La contrarrevolución movilizaba abiertamente todas las fuerzas anti proletarias y contrarrevolucionarias para atacar los revolucionarios y su dirección, los bolcheviques.
La supresión de los derechos democráticos sumada a la represión contra los revolucionarios y las masas campesinas y obreras, lejos de parar la revolución, al contrario inflamaba las clases revolucionarias. Para estas quedaba cada vez más claro que el camino a ser tomado sólo podría ser el de la insurrección armada rumbo al socialismo y que el Partido Bolchevique sería el único partido capaz de guiarlas con este fin.
La reacción moviliza sus fuerzas
El día 12 (25) de agosto, se abrió la contrarrevolucionaria Conferencia de Estado convocada por el Gobierno Provisional para movilizar las fuerzas de la burguesía y de los latifundistas. La Asamblea aconteció en el gran Teatro de Moscú (Bolshoi) y asistieron a ella, principalmente los representantes de los latifundistas, de la burguesía, del generalato, de la oficialidad y de los cosacos. Se sumaron a estos las ratas mencheviques y los socialistas-revolucionarios “representando” los Sóviets.
Como era esperado, el Congreso fue escenario para la contrarrevolución presentar abiertamente su vil programa: supresión de los Sóviets y de todos los comités de soldados del ejército; el proseguimiento de la guerra imperialista al lado de los demás países “aliados” hasta la “victoria”; rechazo de todas las reformas sociales; lucha enérgica contra el Partido Bolchevique mantenido en la ilegalidad y represión maciza contra sus miembros.
El general contrarrevolucionario Kornilov pidió sin rodeos que se “suprimieran los Comités y los Soviets”. Alrededor de este se acercaban banqueros, industriales, además de representantes de Inglaterra y Francia imperialistas, que exigían un ataque rápido contra la revolución. Así tomó forma la conspiración contrarrevolucionaria del general Kornilov que resultaría posteriormente en un fracasado golpe.
Bolcheviques frustran planes de la reacción
La burguesía depositaba en la instauración de un régimen militar contrarrevolucionario la esperanza de destruir las fuerzas revolucionarias por vía armada. Prepararon la realización del golpe reaccionario para los días de 12 a 14 (25 a 27) de agosto, es decir, durante la Conferencia de Estado de Moscú.
Subestimando las masas y las fuerzas revolucionarias, la contrarrevolución había escogido Moscú como local para su siniestro plano, creyendo que las gloriosas Jornadas de Julio no habían tenido gran impacto en esta región y que el espíritu revolucionario del pueblo no estaría despierto. Pero tuvieron sus planes completamente frustrados.
También en Moscú, como por todo el país, el enorme trabajo organizativo de los bolcheviques entre las masas elevaba el nivel de la conciencia revolucionaria de obreros y campesinos.
Así, el mismo día de apertura de la Conferencia de Moscú, 12 (25) de agosto, en señal de protesta, los bolcheviques organizaron una huelga general en la ciudad, en la cual tomó parte la mayoría de los obreros. El masivo movimiento envolvió 41 sindicatos de la ciudad, además del Bureau Central de los Sindicatos y contó con la adhesión de más de 400 mil personas. Los transportes fueron interrumpidos, restaurantes y cafés no abrieron las puertas.
Aunque los reaccionarios habían cercado el Teatro Bolshoi por un anillo triple de soldados y alumnos de las escuelas militares para intimidar el pueblo y proteger la Conferencia de Estado, más de 10 mil personas se reunieron en una vigorosa manifestación frente al teatro. Estallaron también huelgas, manifestaciones y comicios de protesta en otra serie de ciudades.
Así las fuerzas revolucionarias conjuraron la primera tentativa de golpe reaccionario del general Kornilov y toda la reacción.
El fracaso de la intentona de Kornilov
Sólo 15 días tras la grandiosa Huelga de Moscú haber frustrado los planes de la reacción, en 27 de agosto (9 de septiembre), Kornilov y su camarilla intentarían un nuevo golpe para tomar el Poder. Y así lo hicieron.
Desesperados para crear las condiciones que justificasen la instauración de su régimen militar con Kornilov al frente, los burgueses, latifundistas e imperialistas esparcieron rumores de que los bolcheviques de Petrogrado prepararían un levante para el aniversario de los seis meses de la Revolución de Febrero. El Gobierno Provisional, por su parte, con el socialista-revolucionario Kerenski al frente, se puso en consonancia con Kornilov y lanzó una furiosa persecución contra los bolcheviques, acentuando el terror contra el Partido del proletariado. A la vez, el general Kornilov concentraba tropas para hacerlas marchar sobre Petrogrado, con el objetivo de acabar con los Sóviets e instaurar un régimen militar sanguinario.
Aunque habían firmado un acuerdo acerca de la acción contrarrevolucionaria de Kornilov, Kerenski modificó su orientación en el momento en que el general reaccionario comenzó a actuar, y se separó de su aliado. Este cambio de posición se dio principalmente porque Kerenski temía las masas populares y, principalmente, temía que estas, tras repeler los kornilovistas, lo barrieran también junto con su gobierno burgués.
En 25 de agosto (7 de septiembre), Kornilov envió sobre Petrogrado el 3° Cuerpo de Caballería, bajo el mando del general Krimov, con la directiva de “salvar la Patria”. Como respuesta a la intentona de Kornilov, el Comité Central del Partido Bolchevique hizo un llamado a los obreros y a los soldados para oponer contra estos una resistencia activa y armada. Atendiendo al llamado bolchevique, obreros comenzaron a armarse y se prepararon rápidamente para la lucha. Se multiplicaron los destacamentos de guardias rojos y los sindicatos movilizaron sus miembros.
Las unidades revolucionarias de tropas de Petrogrado se prepararon también para el combate. Trincheras fueron abiertas en el entorno de la ciudad, se extendieron cercas de alambre y se arrancaron los rieles de las vías férreas. De Kronstadt llegaron algunos miles de marineros armados para la defensa de la capital.
Fueron enviados delegados revolucionarios al encuentro de la “División salvaje” que avanzaba sobre Petrogrado, bajo las órdenes de Kornilov. Estos delegados cumplieron la misión de explicar a los soldados de esta división la intención del movimiento kornilovista y persuadir aquellos soldados montañeses a no cumplir las órdenes contrarrevolucionarias. Se enviaron también agitadores a otras unidades kornilovistas. Fueron creados Comités revolucionarios y Estados Mayores para la lucha contra los sublevados en todos los lugares donde había algún peligro.
En aquellos días, los líderes socialistas-revolucionarios y mencheviques, entre ellos Kerenski, muertos de miedo, fueron buscar amparo con los bolcheviques, convencidos de que estos eran la única fuerza efectiva de la capital capaz de enfrentar Kornilov.
Los bolcheviques, movilizando las masas para aplastar el movimiento de Kornilov, no cesaron su lucha contra el Gobierno Provisional de Kerenski , desenmascarándolo ante las masas como un apéndice de los intereses de la burguesía, del imperialismo y de sus dirigentes oportunistas mencheviques y socialistas-revolucionarios que, con toda su política, ayudaban objetivamente la intentona contrarrevolucionaria de Kornilov .
Gracias a la intensa movilización y organización bolchevique en medio a las masas fue aplastada a intentona kornilovista. El general Krimov se suicidó con un tiro y su líder Kornilov fue prendido juntamente con sus cómplices (a pesar de haber sido puestos nuevamente en libertad por Kerenski).
Una victoria para los revolucionarios
El fracaso de la intentona kornilovista puso al desnudo y clareó de pronto la correlación de fuerzas entre revolución y contrarrevolución. Demostró el fracaso total de todo el campo contrarrevolucionario, desde los generales y el partido Kadete hasta los mencheviques y socialistas-revolucionarios, prisioneros de la burguesía y enflaqueció definitivamente la influencia de los partidos defensivistas5 entre las masas populares.
El aplastamiento de la Korniloviada revelaba también que el Partido Bolchevique se había convertido ya en la fuerza decisiva de la revolución, capaz de deshacer las maniobras de la contrarrevolución, cualesquiera que fueran. El Partido Bolchevique no era aún un partido gobernante, pero durante los días de la Korniloviada actuó como dirigente y verdadera fuerza de gobierno, pues sus instrucciones eran seguidas sin vacilar por los obreros y soldados.
Y finalmente, el aplastamiento de la intentona kornilovista demostró que aquellos Sóviets que parecían impotentes, concluían en su seno, en realidad, una grandiosa fuerza de resistencia revolucionaria. No se podía dudar que habían sido precisamente los Sóviets y sus Comités revolucionarios que habían detenido el pasaje de las tropas de Kornilov. Quedaba así demostrado que: el problema presentado por los Sóviets hasta entonces era la dirección oportunista a la que estaban sometidos; que carecían de la dirección revolucionaria bolchevique; y que, cuando encontraron esta justa dirección, se plasmaron convirtiéndose en una fuerza revolucionaria sin precedentes.
La victoriosa lucha contra la Korniloviada infundió un nuevo aliento a los desanimados Sóviets de Diputados Obreros y Soldados, los arrancó de la política oportunista de mencheviques y socialistas-revolucionarios que los mantenía prisioneros, los empujó para el gran camino de la lucha revolucionaria y los colocó junto al Partido Bolchevique.
La influencia de los bolcheviques dentro de los Sóviets era mayor que nunca y esta comenzó también a ganar terreno rápidamente en el campo.
También en el campo la victoria bolchevique sobre la sublevación kornilovista despertó la conciencia de clase en las grandes masas campesinas, que pasaron a percibir los verdaderos intentos de los latifundistas y generales de atacar los campesinos tan prontamente hubieran destruido los bolcheviques y los Sóviets.
Como resultado los campesinos pobres comenzaron a agruparse cada vez más estrechamente en torno a los bolcheviques. Los campesinos medios, cuyas vacilaciones habían frenado el desarrollo de la revolución durante los meses de abril a agosto (abril a septiembre) de 1917 comenzaron a volverse de un modo decidido para el Partido Bolchevique, uniéndose a las masas de los campesinos pobres.
Las grandes masas campesinas comenzaron a comprender que el Partido Bolchevique, bajo la jefatura de Lenin, era el único que podía liberarlas de la guerra, el único capaz de acabar con los latifundistas y el único que estaba dispuesto a dar la tierra a los campesinos. Los meses que se siguieron después de agosto registrarían una elevación enorme en el número de tierras de latifundistas de las cuales los campesinos se apoderaban. El cultivo de las tierras de los latifundistas por decisión de los propios campesinos adquirió un carácter general. Persuasiones y ni aún expediciones punitivas ya no eran capaces de contener los campesinos en su marcha demoledora para la revolución.
La revolución había entrado en un grande ascenso.
Comenzó a desarrollarse la fase de animación y renovación de los Sóviets, la fase de bolchevización de los Sóviets. Las fábricas y empresas industriales y las unidades militares, al elegir sus diputados, ya no enviaban mencheviques y socialistas-revolucionarios a los Sóviets, pero representantes del Partido Bolchevique. El día siguiente al aplastamiento de la intentona de Kornilov, 31 de agosto (13 de septiembre), el Sóviet de Petrogrado se pronunció a favor de la política bolchevique formulada por Lenin de “Todo Poder a los Sóviets” y el antiguo Presidium, formado por mencheviques y socialistas-revolucionarios, con Chkeidse al frente, se retiró desmoralizado, dejando el puesto libre a los bolcheviques.
Se abría una nueva fase de la revolución, la ofensiva por la toma del Poder e instauración del socialismo.
1– Referencias a los 13 días de diferencia del antiguo calendario juliano adoptado en Rusia zarista con el calendario occidental gregoriano, fechas entre paréntesis.
2– Mencheviques: Significa “minoría”, en ruso. Designación de la línea reformista-economicista pequeño burguesa, derrotada en 1903, en el II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, que reunía los opositores a la línea revolucionaria representada por Lenin y la mayoría de los cuadros dirigentes del partido (bolchevique). Los mencheviques refutaban la hegemonía del proletariado en la Revolución democrático-burguesa y sostenían que la clase obrera debería someterse a la dirección de la burguesía.
3– Socialistas-Revolucionarios: El Partido Socialista-Revolucionario fue un partido pequeño-burgués que surgió en Rusia en los fines de 1901 y principios de 1902, como resultado de la fusión de varios grupos y círculos populistas y se hizo el principal partido de base campesina. Los socialistas-revolucionarios no veían las diferencias de clase entre el proletariado y el campesinado, obscurecían la diferenciación de clase y las contradicciones dentro del campesinado, rechazaban el papel dirigente del proletariado en la Revolución. Durante los años de la intervención militar extranjera y de la guerra civil, los socialistas-revolucionarios apoyaron los intervencionistas y los guardias blancos, participaron en las conspiraciones contrarrevolucionarias y organizaron actos terroristas contra personalidades del Estado soviético y del Partido Comunista.
4- Como eran denominados los partidarios de la continuación de Rusia en la guerra de la “Entente” (alianza militar de Inglaterra y Francia) contra Alemania.
Referencias:
– Historia del Partido Comunista (Bolchevique) de la U.R.S.S. [Redactado por la Comisión del Comité Central del PC de la U.R.S.S., aprobado en 1938]. Río de Janeiro: Victoria, 1945.
– Historia Ilustrada de la gran Revolución Socialista de Octubre – 1917 en Rusia, mes a mes. Nenárokov, Albert. Moscú/Lisboa: Ediciones Progreso, Editorial Adelante, 1987.
– Obras Escogidas en tres tomos, V.I. Lenin. Ediciones Adelante, Lisboa, 1981.
– Breve Diccionario Político. Moscú: Editorial Progreso, 1983.