Movimiento Comunista Internacional rechaza agresión a maoistas alemanes
Varios partidos y organizaciones maoistas del Movimiento Comunista Internacional (MCI) se pronunciaron, en los últimos dos meses, repudiando una agresión sufrida por militantes y activistas revolucionarios alemanes. La agresión fue ejecutada cobardemente por un grupo oportunista autodenominado Jugendwiderstand (sigla JW – “Resistencia Juvenil”, en portugués) durante la celebración del Día del Internacionalismo Proletario, día 1º de mayo, en Berlín.
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La agresión fue un acto cobarde y de sorpresa: los delincuentes caminaron por detrás de la manifestación, junto con la policía, y atacaron los manifestantes. “Antes que los compañeros pudieran responder, huyeron escondiéndose atrás de la policía.”, afirmó el Comité Bandera Roja (CBV), en su pronunciamiento al respeto, luego después de las agresiones. Fue una acción planificada con el objetivo de intimidar los militantes del movimiento revolucionario que está emergiendo rápidamente en Alemania, en el seno del cual está dándose la lucha por la reconstitución del Partido Comunista de Alemania.
Según relata la nota, esa no fue la primera vez. Durante una brigada de ventas del periódico Correo Rojo (publicación de los revolucionarios destinada a las masas proletarias alemanas), tiempos antes de esta agresión, dos de estos mismos activistas ya habían sido amenazados por tres elementos de ese bando en Berlín. En la misma nota el CBV afirma que, en la ocasión, ellos se enfurecieron sólo porque los activistas revolucionarios habían vendido cinco ejemplares en menos de 15 minutos.
Desde que los maoistas comenzaron a avanzar sus trabajos con la juventud y otras masas en Berlín, ciudad donde actúan esos elementos, las agresiones y amenazas han sido recurrentes. Los elementos de la JW actúan con métodos y lógica de las bandas con la tentativa de impedir que los maoistas trabajen en áreas donde aquellos circulan.
A pesar de las divergencias que sostienen con el CBV, la JW nunca tuvo una postura comunista de trabar la lucha ideológico-política a través de la discusión y argumentación. “Esa banda de ratones, que siempre huyó de una lucha abierta ideológica y política, que nunca formuló ningún documento de crítica sobre nuestras posiciones comenzaron a atacar físicamente nuestros compañeros mediante la movilización de tropas de lumpesinato”, explica el CBV en el mismo comunicado.
Aún con el acto desesperado de la agresión, los maoistas alemanes destacan que seguirán trabajando bajo las difíciles condiciones de persecución policial (referente a la cacería a las brujas de la represión desatada después de la batalla contra la G-20 en julio del año pasado, en Hamburgo, donde los maoistas alemanes participaron activamente). El ataque de la banda del JW no los asustará, afirma el comunicado: “Pase lo que pasar, lo que ocurrir con nuestro cuerpo no nos intimida, porque comprendemos que nuestro ser no es el centro del universo; nuestra meta es más sencilla y tal vez hasta vulgar: queremos sólo servir al pueblo.”.
Divergencias y práctica de gansterismo
La JW – que se conformó después de romper con el CBV y capitular de la lucha por la reconstitución del Partido Comunista de Alemania – centra sus ataques contra los maoistas acusándolos con los mismos criterios de la reacción y concepciones pequeño-burguesas hostiles al marxismo. La revista maoista Posición de Clase (Alemania), en documento intitulado Apagando el fuego con gasolina, o como cavar su propia sepultura política, hizo el desenmascaramiento de tales posiciones anticomunistas.
Los elementos de la JW acusan los maoistas de ser “tiranos” y descienden al nivel más bajo del espíritu pequeño-burgués individualista, calificando la disciplina y la sujeción al colectivo, que rige el centralismo democrático, como “actitudes de siervos”. Además de eso, los elementos capitulan de la lucha para reconstituir el Partido Comunista de aquel país, tratándola como una práctica “elitista”, “fanática” y de “secta”. En consonancia con la revista, el liquidacionismo derechista de ese grupo va mas allá, pues expresa nacionalismo alemán reaccionario, antisemitismo (odio a los judíos simplemente por serlos), además de sembrar confusión y eclecticismo ideológico.
Sin embargo, los maoistas recuerdan que estos elementos nunca se posicionaron francamente sobre las divergencias o quisieron honestamente trabar una lucha ideológica para que llegaran a una unidad y mutua comprensión. Pero que, por el contrario, siempre fomentaron divisiones y cisiones, formación de pequeños grupos, intrigas en internet y otras prácticas pequeño-burguesas.
Segundo analizó el CBV, la contradicción entre proletariado y burguesía y entre marxismo y revisionismo en Alemania es necesariamente aguda y, conforme avanza la reconstitución del Partido allí, agudiza particularmente esa pugna. “Nosotros, que continuamos el trabajo de Karl Marx en este terreno, no nos someteremos. Siempre insistimos en que el partido del proletariado tiene que ser una máquina de combate. Tiene que ser una máquina de guerra de clases sin piedad. Los comunistas en este país tienen que seguir ese camino desde el principio. Este no es un camino fácil. No es un camino agradable para aquellos que quieren seguir viviendo miserablemente en este sistema. Aquellos que quieren vivir en este sistema ruinoso, moribundo y parasitario. No es para aquellos que quieren vivir como siempre. Aquellos que quieren conforto. En ese contexto, necesariamente surge la resistencia a este camino. Así surge el liquidacionismo derechista”.
Solidaridad internacionalista
La Fracción Roja del Partido Comunista de Chile fue una de las primeras organizaciones maoistas a posicionarse junto al CBV. “Tomamos posición, camaradas, por su resoluta y tenaz lucha de muerte contra el liquidacionismo derechista.”, afirma en comunicado. Los maoistas chilenos relatan que sienten “profundo odio de clase por el siniestro atentado ejecutado por los liquidacionistas derechistas”, pero resaltan que es preciso “felicitar nuestros compañeros de Berlín por hacer el trabajo que es preciso hacer, por cumplir con su deber entre las masas”, a pesar del atentado de la JW, que queria intimidarlos.
El Partido Comunista de Ecuador – Sol Rojo resaltó que “la cobarde y odiosa agresión de estos miserables” demuestra que los maoistas del CBV “están desarrollando, aplicando y defendiendo la línea ideológica correcta” y que, dentro de ese contexto, es preciso “una respuesta” que haga “que el enemigo de clase sepa que no somos mansos y pusilánimes corderos, que no daremos a otra faz”.
Los maoistas ecuatorianos mencionan también que el trabajo del CBV demuestra que es posible “forjar comunistas de nueva estirpe en las entrañas del imperialismo”, con el objetivo de desatar la guerra popular.
La Organización Maoista para la Reconstitución del Partido Comunista de Colombia argumentó que los maoistas, al avanzar la lucha por reconstituir su Partido, naturalmente confrontarán con los enemigos de clase: “Nosotros vemos que los ataques que reciben [el CBV] de la reacción, del revisionismo y, en particular, de los liquidacionistas derechistas muestran que alcanzaron notables éxitos en su trabajo”.
El Movimiento Popular Perú (Comité de Reorganización) reafirmó, en saludo enviado al acto político en celebración internacional por los 200 años de Karl Marx realizado en Bremen, que el CBV demuestra avances en la lucha por reconstituir el Partido Comunista. Los peruanos condenaron el atentado de la “gang oportunista y liquidacionista”, refiriéndose al JW. “Esos elementos, asumiendo el papel de lacayos de la reacción, del revisionismo y del oportunismo, desesperados por los avances seguros de los maoistas, los atacaron en plena marcha proletaria.”.
Y concluyeron: “Condenamos, rechazamos y marcamos a fuego estos elementos que perpetraron esta acción de represión a la revolución, e igualmente a las fuerzas siniestras de la más negra reacción y revisionismo que están por detrás.”
El Partido Comunista de Brasil (Fracción Roja) declaró públicamente: “Condenamos, rechazamos tales actitudes”. El PCB (FV) menciona que este ataque cobarde es parte de agudas contradicciones de la lucha de clases y que todos los verdaderos comunistas y demás revolucionarios están obligados a tomar posición sobre él. Añadieron que este hecho se reviste de gran importancia para el MCI, pues estos agresores están siendo insuflados por algunas fuerzas derechistas dentro del MCI.
“Ya hace algún tiempo que ciertos derechistas y recalcitrantes se aprovecharon del surgimiento de esas tendencias y quieren oportunistamente erigir la JW como la ‘verdadera organización maoista en Alemania’. Este patrocinio generoso e inmediatista no obedece a cualquier verificación de los principios proletarios, sino en función de la mera conveniencia política de servirse de este tipo de agrupaciones como punta de lanza para contraponerse al avance del MCI, unidos bajo el viejo cacareo del revisionismo de todos los tiempos de acusar la izquierda de ‘dogmatismo’”, apuntan los maoistas brasileños. Y prosiguen: “La JW, en su afán de publicidad y protagonismo, aceptó el miserable papel de peón en el tablero y fue tirado por sus patrocinadores en la ‘cueva de los leones’, mientras los verdaderos responsables por el incidente de Berlín guardan silencio cómplice.”.
La derecha del MCI y el hegemonismo
El PCB (FV) afirma también que “ante la marcha de los partidos maoistas por la reunificación de los comunistas en todo el mundo, algunos recalcitrantes basados en su afán de hegemonismo pasaron a oponerse a esta marcha, haciendo de todo para detenerla. Aquellos que rechazan la lucha ideológica franca y activa y se niegan a trabajar colectivamente con aquellos con los cuales discuerda, como vulgares liberales, preconizan la cisión, pregonan la unidad sin principio para imponer sus puntos de vista, preconizan y practican, por lo tanto, el nefasto hegemonismo”. Y apunta: “Esta parece ser la actitud de la alta dirección de la ILPS (sigla en inglés para Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos), ante el movimiento comunista en Alemania y Movimiento Comunista Internacional. Esta aparenta haber dos pesos y dos medidas sobre lo que ocurre en Alemania.”.
Los maoistas brasileños mencionan que la alta dirección del Frente Nacional Democrática de las Filipinas e ILPS pasaron a calumniar los revolucionarios alemanes y a “pintar con las más bellas colores” los liquidacionistas. El PCB (FV) recuerda que después de diversas organizaciones populares y democráticas de Brasil romper con la ILPS, por tener sus divergencias sofocadas por su alta dirección, esta pasó a patrocinar políticamente, en Brasil, un pequeño grupo juvenil denominado Unión Reconstrucción Comunista – “una organización eclética sin cualquier vínculo con masas” que “lanza cizañas sobre nuestro Partido entre la juventud”, caracteriza.
Y recuerda: “La alta dirección de la ILPS se apresuró a promover este grupo como de más importante organización revolucionaria de Brasil. En conversaciones veía internet (skype) con dirigentes de este grupo, la dirección de la ILPS atacó las organizaciones democráticas de Brasil, afirmando que ellas habían sido alejadas “por ser organizaciones sectarias y ultra izquierdistas”. El Partido denuncia aún: “Y, en el afán de injuriarlas, [la alta dirección de la ILPS] no contuvo su lengua y, refiriéndose al Centro Brasileño de Solidaridad a los Pueblos (Cebraspo), pasó a insinuaciones policialescas afirmando que ‘el problema con el Cebraspo es el partido por detrás de él’, dando a entender que por detrás de esa organización estaría el PCB (FV). Tras eso sugirió a sus nuevos pupilos que era preciso trabajar junto al PT, PCdoB y MST”.
Sobre las acusaciones de “ultra izquierdismo” y “dogmático” que la izquierda del MCI es siempre blanco, los maoistas brasileños recuerdan que de hecho tales acusaciones no son algo raro, que “al contrario, son palabras frecuentes cuando el movimiento revolucionario sufre derrotas, atraviesa periodos de duras dificultades y cuando la situación revolucionaria gana mayor desarrollo. Por esto aún la utilización de estas palabras no son novedad alguna en el MCI. Lo que la experiencia histórica nos comprueba es que ellas nunca fueron deferidas contra gente de la clase de los Bernstein y Kautsky, del Trotsky, Kruschov, Liu Shao-chi y Teng Siao-ping, y sí contra Lenin, Stalin, el Presidente Mao, Chiang Ching y el Presidente Gonzalo”.
Y sigue argumentando: “Este viraje crítico de partidos, como bien observa Lenin, antes ‘ortodoxos’ está acompañada de su propensión al revisionismo. Recordemos el miserable Prachanda, cuando en el inicio de la Guerra Popular en Nepal afirmaba: ‘odio el revisionismo!’, pero cuando se prenunciaba su vil traición, entrando a los sucios ‘acuerdos de paz’, pasó a predicar que el peligro principal para el MCI y a la revolución proletaria era el ‘dogmatismo’”.
Según el Partido, el hegemonismo de la alta dirección de la ILPS precisa ser denunciado y combatido para avanzarse rumbo a la Conferencia Internacional Maoista Unificada y para conformarse una Nueva Organización Internacional del proletariado – embrión de la Internacional Comunista.
Repercutiendo la declaración del PCB (FV), en artículo publicado en el blog Dazibao Rojo, el comunista gallego Miguel Alonso afirmó que “existir diferentes posiciones y discrepancias no es un problema, pero sí contradicciones en el seno del pueblo se transformen en antagónicas por causa del trabajo solapado y fraccionista impulsado por la ILPS”, calificando sus métodos como “intrigas y desclasificaciones sin un auténtico debate o crítica científica”.