La Policía Rodoviária Federal (PRF) invadió el Sindicato de los Trabajadores de la Educación del estado de Amazonas (Sinteam) durante una reunión de organización de una manifestación contra el gobierno de Bolsonaro y de los generales, en Manaus, en la tarde del día 23 de julio. Los agentes dijeron que estaban allí “a mando del Ejército Brasileño”, segundo denunciaron los presentes.

Según denuncias vehiculadas en el periódico A Crítica, los tres policías envueltos en la acción estaban armados con fusiles e hicieron una serie de preguntas por cerca de 20 minutos. En el momento, estaban presentes en la reunión activistas populares y trabajadores. Los policías preguntaron aún “¿quién es el líder?”.

El secretario de finanzas, Cléber Ferreira, declaró para la prensa lo ocurrido y afirmó: “Conversamos con ellos [policías] muy tranquilamente y dejamos claro que protestar es permitido en Brasil libre. Y ellos informaron que estaban allí cumpliendo el papel de ellos”. Y prosiguió: “En el momento que vivimos, con el gobierno que está ahí, la presencia de la policía dentro de una entidad sindical es una obvia intimidación”. Ya la presidente del sindicato, Ana Cristina Rodrigues, dijo que “es muy preocupante, porque nuestro derecho de expresarnos queda cercenado”.

Tal operación ocurre en medio al golpe militar contrarrevolucionario que viene siendo desarrollado paso a paso en Brasil y al proceso de creciente tutela de las Fuerzas Armadas reaccionarias a las instituciones y a la sociedad en general, con generales asumiendo puestos claves del gobierno y del viejo Estado y con un fascista en el cargo de presidente. Tal hecho expresa, aún, la destrucción de las libertades y derechos democráticos.