Desde el inicio de las remociones en Río de Janeiro para la Copa del Mundo y las Olimpíadas en el Brasil, en 2010, cerca de 25 mil personas ya fueron expulsadas de sus casas por el ayuntamiento. Uno de esos casos de remoción es el de la Favela del Metro, que se hizo un ícono de la resistencia a los tractores del ayuntamiento.
La presidente de la asociación de vecinos, Francicleide Souza, cuenta a AND un poco de la historia de la lucha contra la remoción de las mil familias que vivían en el local. Gracias a la corajosa resistencia de los habitantes, la mayoría de esas familias fue reasentada en un local a 200 metros del Metro-Mangueira y las que aún viven en el local esperan, en medio a las montañas de escombros, un lugar en los nuevos condominios que están siendo construidos en los alrededores de la favela – Mangueira II y Triagem.
– Nosotros de la comunidad Metro-Mangueira estamos a 500 metros del Maracanã y estamos pasando por un proceso de remoción debido a la Copa y a las Olimpíadas. En el inicio, ellos venían aquí, marcaban las casas y alegaban que era para el proyecto Bolsa Familia y otros programas sociales. Ellos escribían en las paredes “SMH”, Secretaría Municipal de Habitación y hacían las personas firmar un laudo de interdicción alegando que las casas estaban en área de riesgo. Yo me negué a firmar y dije que no iba a firmar un laudo diciendo que mi casa está cayendo porque ella no está cayendo. Los funcionarios del ayuntamiento dijeron que si no firmase, yo sería la única que no tendría derecho a nada – denuncia.
– Después que ellos anunciaron la remoción, querían mandarnos para Cosmos, a 70 kilómetros de aquí. Un lugar sin escuela, sin hospital, sin guardería, nada. Las personas que aceptaron ir para allá están pasando malos momentos. Es de esa manera que ellos tratan la gente. En el ayuntamiento, yo no soy Francicleide, soy el SMH 403. Cuando yo llego allá, ellos gritan: “Llegó la 403” – cuenta.
Otra violenta acción del ayuntamiento que marcó los preparativos para los megaeventos fue la remoción de la favela Vila Armonía, en la zona oeste de la ciudad, donde vivían cerca de 120 familias, muchas de ellas en el local desde el inicio del siglo XX. Todas fueron removidas para la construcción de la vía expresa de autobús Transoeste. Cerca de 100 familias, amedrentadas, aceptaron casas en Campo Grande, en un condominio del programa Mi Casa, Mi Vida, en la Carretera de la Cachamorra, a 40 Km de distancia de Vila Armonía. Las 20 familias que resistieron, recibieron indemnizaciones en el valor de míseros 8 mil reales. Una de esas es la familia de Suelly Afonso da Costa, de 60 años.
– Vila Armonía era como una sola familia. No había diferencia. Era todo el mundo una cosa sólo. Si usted no tiene cómo hacer la fiesta de navidad en su casa, la gente la hacía en la calle. Vila Armonía, cuando ella comenzó a ser modificada, ella tenía una media de 260 casas. Ellos llegaban derrumbando las casas. Intentaron derrumbar mi casa conmigo adentro. Yo desmayé, fui parar en el hospital y ellos diciendo que yo estaba fingiendo. Yo tengo documentos que muestran que desde 1908, mi familia vivió en aquel lugar. Y yo fui removida siendo llamada de invasora – lamenta.
En São Paulo, está siendo construido el Itaquerão, futuro estadio del Corinthians que será uno de los escenarios de la Copa del Mundo de 2014. Pero para eso, cerca de 1,2 mil personas están siendo removidas de la favela Vila Progreso. Una de ellas es la jubilada Doña Maria Nilza.
– La Copa va a venir para acá y nosotros estamos a 25 minutos del estadio del Corinthians. Quieren removernos para la Copa, pero en agosto de 2014, cuando la Copa acabar, nadie va a acordarse de quien vivía aquí. Si nos tiran de aquí, los mayores perjudicados seremos nosotros. Yo quería que ellos piensen bien lo que van a hacer con la gente porque sino nosotros tendremos un embate terrible aquí. A mí no me gustaría salir, porque nosotros tenemos una vida aquí. Ellos podían hacer unos edificios, casas aquí cerca para el pueblo. Ellos pueden y saben hacer eso. Aquí la gente ya tiene todo, escuela, guardería para los niños, puesto de salud, cuando yo necesito de remedio, recibo el remedio en casa. Entonces, ellos no pueden sacarnos de aquí y colocarnos en cualquier lugar. Ellos saben del proyecto, pero no dicen nada para nosotros. También, en víspera de elección, claro que ellos no van a revelar lo que planean para nuestras vidas – dice.
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