Después de más de cuatro años en un campamento de refugiados en Jordania y poco más de un año divididos en los estados de São Paulo, Paraná y Rio Grande do Sul, la dirección de veinte refugiados palestinos — de cerca de 120 que vinieron para Brasil en 2007 — es un área en frente al Itamaraty. Antes de eso, ellos pasaron más de trece meses acampados frente a la oficina del ACNUR — Alto Comisariado de las Naciones Unidas para Refugiados, en Brasília, en protesta contra las deplorables condiciones en que se encuentran sus familias.
Foto:Antônio Cruz/Agência Brasil
Refugiados palestinos em frente à sede do Itamaraty
Los palestinos, que vivían en Irak antes de la ocupación militar yanqui en aquel país, fueron traídos por promesas de mejores condiciones de vida, no tiendo otra opción sino que separarse de sus familias para recomenzar en una tierra distante. Hoy, sin la ayuda prometida, intentan volver cerca de sus entes queridos.
Los refugiados hicieron una protesta en el estacionamiento del Centro de Convenciones Ullysses Guimarães, en Brasília, escenario de la II Conferencia Nacional de Promoción de la Igualdad Racial (II CONAPIR), que ocurrió los días 25, 26 , 27 y 28 de junio, de la cual fueron impedidos de participar. AND entrevistó uno de los palestinos presentes en la protesta con la ayuda de una brasileña de origen palestino.
Refugiados del refugio
Las familias que aquí están son de origen palestino, pero vivían en Irak hasta el inicio de la guerra imperialista, perpetrada por USA a aquel país, en 2003. Con las acciones militares en aquel país tuvieron que huir para campos de refugiados en Jordania y en la Siria, principalmente, donde permanecieron bajo las más degradantes condiciones por casi cuatro años y medio. Parte de ellos nació en Irak, muchos ni siquiera conocen la Palestina, otros vinieron expulsos de la Palestina en 1948 y 1967, durante los ataques colonialistas israelíes. Pero todos saben que son víctimas tanto del Estado sionista de Israel cuanto del imperialismo yanqui.
El descaso de la ONU y la omisión del gobierno brasileño
En la época que los sedujeron, periodo que coincide con la tentativa del gobierno brasileño de conseguir un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, todo tipo de propaganda fue hecha junto a los acampados de Ruweished, en Jordania.
De acuerdo con nuestro entrevistado, que prefiere mantenerse anónimo, las promesas de auxilio financiero, acompañamiento médico y odontológico, trabajo y clases de portugués, que eran de 24 meses, fueron olvidadas antes aún de completar un año de la instalación de esas familias aquí.
Muchos tuvieron que desistir de las clases para buscar empleo, ya que la ayuda de coste, que era de R$ 350,00 por familia (en la época en que el salario mínimo estaba en R$ 380,00), no costeaba sus gastos básicos. Y varios fueron aprovechados como mano de obra barata en los mataderos de aves en el sur del país, donde hablar nuestro idioma no es necesario en el currículo.
La asistencia médica no pasó de simples exámenes de sangre, orina y otros, mientras algunos aquí llegaron con serios problemas, como traumas en la columna y problemas de corazón, diabetes, presión alta, etc. En el caso de la joven Huda, embarazada de ocho meses a la altura de la entrevista, nunca hizo un examen prenatal, ni tuvo cualquier tipo de acompañamiento.
Mientras los directores del ACNUR celebran la más perfecta normalidad y el verdadero éxito del Programa de Asentamiento en sus informes, la gerencia del Estado brasileño — que no consiguió elegirse para el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y ya no necesita estar en las gracias de la comunidad internacional — finge que no ve y se niega a recibir los refugiados o sus representantes. Actitudes que afloran la decepción de nuestro entrevistado.
Vigilancia y control
No bastara la política de la ONU de fragmentación del pueblo palestino, que sigue siendo expulso de su tierra por más de 61 años por el Estado sionista de Israel, asentando los refugiados en los más lejanos cantos del planeta, de Canadá a Nueva Zelanda, los mismos aún son mantenidos bajo rigurosa vigilancia.
Las ONGS contratadas por el ACNUR para realizar el asesoramiento de las familias asentadas, y la propia entidad, dirigidas por elementos sionistas, controlan cada paso de los refugiados, determinando donde ellos deben quedarse y con quienes pueden mantener contacto, sujetos a que pierdan el mísero amparo que tienen en caso de desobediencia.
Nuestro entrevistado cita el caso de un palestino alojado en São Paulo, que, al intentar reparar un aparente defecto en la cerradura de su armario, encontró un aparato, parecido con una pila de reloj (vea foto). El tal aparato fue peritado en Brasília y descubrió tratarse de una escucha, pero de tecnología aún desconocida por la policía brasileña.
La solidaridad de los brasileños
Aún delante de tal situación el palestino resalta la solidaridad por parte del pueblo brasileño, siempre no queriendo parecer ingrato al criticar las actitudes de la gerencia Luiz Inácio. Ellos han recibido apoyo de diversos segmentos de la sociedad como estudiantes, obreros, servidores, campesinos y movimientos organizados. Y aún no pudiendo participar de la II Conferencia Nacional de Promoción de la Igualdad Racial (II CONAPIR), recibieron muchas demostraciones de solidaridad por parte del pueblo brasileño sensible a la discriminación que están sufriendo, no sólo ahora, pero por más de 61 años!
Los palestinos en el Oriente Medio
Cuanto a la situación de los palestinos en la Palestina ocupada; Cisjordania y Gaza, así como en el Oriente Medio en general, nuestro entrevistado se limitó a decir que toda la situación catastrófica que se encuentra su pueblo es de entera responsabilidad del Estado sionista de Israel. Él prefiere no tomar partido de ese o de aquel grupo de la Resistencia Palestina o evaluar el gobierno oficial de la Autoridad Palestina temiendo represalias.
Es bueno resaltar que los palestinos desplazados, ahora por la invasión yanqui en Irak y antes por la ocupación colonial-sionista en la Palestina, deberían, preferentemente, ser asentados temporalmente en el Oriente Medio. Por varios motivos, como la cultura, proximidad con la patria Palestina, pero principalmente para hacer con que se cumpla con La Resolución 194 (II), de 11 de diciembre de 1948. Esta resolución debería garantizar a los refugiados palestinos tres derechos fundamentales: el Derecho de retorno para Palestina, el Derecho real de restitución de sus propiedades y el Derecho de compensación.
El pueblo palestino que vive en la Palestina o en el Shatat (exilio forzado) continúa su lucha para retornar para su patria. Este individual y colectivo Derecho de retorno para una Palestina Libre es sagrado, legal y no negociable.
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