Represión sin tregua en Rio de Janeiro

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Represión sin tregua en Rio de Janeiro

Desde el inicio de las operaciones del ‘choque de orden’, AND trae mes a mes un balance general y puntual de la secuencia de crímenes cometidos contra las masas, principalmente en la zona Sur de la ciudad, como la represión y ataques a los derechos del pueblo al trabajo, a la vivienda e incluso a la vida. Compañeros inseparables, Luiz Inácio, Cabral y Paes prometen seguir ininterrumpidamente con su política genocida de "limpieza social" y criminalización de la pobreza.

Agentes da prefeitura do Rio acordam moradores de rua
enquanto o povo repudia as ações do prefeito Eduardo Paes

En la ciudad de Río, 2009 es un año que será penosamente recordado, no sólo por el inicio del mandato de Eduardo Paes al frente de la municipalidad, pero principalmente por las medidas fascistas que trajo en el equipaje. Se inauguraban los tiempos más sombríos en la vida de millones de trabajadores pobres, ya masacrados cotidianamente por la policía asesina de Cabral.

Con el ‘choque de orden’ destruyendo casas populares, prendiendo y robando el pueblo y atacando ocupaciones; muros y ‘unidades pacificadoras’ para cercar y oprimir los barrios proletarios con agresiones, torturas y ejecuciones sumarias; gracias al franco patrocinio de la gerencia de turno del viejo Estado — Rio de Janeiro se convirtió en el mayor laboratorio de Brasil para el incremento de las políticas de criminalización de la pobreza y ataque a los derechos del pueblo.

Prohibido trabajar

El día 11 de julio, más de 200 agentes de la municipalidad recorrieron las calles en el entorno del estadio de Maracanã para reprimir cuidadores de automóviles y vendedores ambulantes. Centenas de productos — entre capas de lluvia, paraguas, bolsas, camisas y franjas del cantante Roberto Carlos — fueron robados de los trabajadores y cerca de 60 cuidadores fueron detenidos.

Habitante del Morro da Mangueira, el entregador de comida Nathan Azevedo, de 23 años, trabaja como cuidador en la región para complementar su renta mensual y por suerte consiguió escapar de la represión

— Hoy en día no hay empleo para pobre. Cuando hay, pagan poco. Con dos hijos para criar, tengo que arreglármelas de otra manera. Varios amigos en la misma situación ya fueron detenidos en vuelta del Maracanã. ¿Por qué? ¿Por qué se preocupan en tener lo que dar de comer para los hijos? Nuestro crimen es haber nacido pobre — lamentó Nathan al reportaje de AND.

Desde el inicio de las operaciones anti pueblo, más de 400 cuidadores de automóviles ya fueron presos en el entorno del estadio y otras 29 personas por desacato en situaciones diversas.

Los días 15 y 16 de julio, fue la vez del Centro de Rio de Janeiro recibir la visita del ‘choque de orden’. En la ocasión 92 habitantes callejeros, que ya viven en la calle porque fueron violentamente despojados de los mínimos derechos por las clases reaccionarias, fueron expulsados de la propia calle por agentes de la municipalidad, encaminados hacia la comisaría y enseguida para uno de los 30 refugios públicos ( léase depósitos de indeseados por la burguesía) existentes en la ciudad. Más que insuficientes (poco más de 1.100 lechos), los refugios son como mazmorras inmundas y están lejos de justificar las criminales acciones de represión a la población callejera, promovidas por la municipalidad. Solamente en 2009, más de 3 mil personas fueron recogidas por el ‘choque de orden’. Solamente los 763 niños ‘recogidos’ ya llenarían dos tercios de los lechos disponibles en los refugios de la ciudad.

El día 30 de julio, agentes de la municipalidad realizaron una ronda de pillaje en un lugar destinado a la venta de artículos en Cocotá, en la Ilha do Gobernador, y robaron 747 DVDS y CDS que estaban siendo vendidos por trabajadores que también acabaron presos.

La cocinera Noêmia Nascimento tiene 38 años y vende DVDS y CDS en las calles del Centro desde que se quedó desempleada. Ella cuenta que su trabajo se hizo un riesgo diario desde el inicio del ‘choque de orden’.

— Ellos (los agentes de la municipalidad) siempre tienen un motivo para robarnos o prendernos. O es piratería, o es contrabando, o es comida, siempre encuentran una manera de impedir al trabajador de ganar el pan. Para mí no hay otra manera, o continúo vendiendo que ni delincuente, o paso hambre — dijo Noêmia.

Demoliciones continúan

Y las demoliciones de viviendas populares también siguen quitando el sueño de los trabajadores. En la mañana del día 2 de agosto, decenas de agentes de la municipalidad fueron a las márgenes de la avenida Niemeyer, entre Leblon y São Conrado, y destruyeron 13 casas dichas ‘irregulares’ dejando varias familias en la calle. Para no alterar el protocolo de represión a los vendedores ambulantes, un depósito usado por ambulantes que trabajan en la playa de Leblon también fue destruido y sillas, sombrillas y cajas de telgopor fueron robadas por los agentes.

Recordando que, desde enero, el ‘choque de orden ya destruyó 63 inmuebles y 413 unidades habitacionales. En el episodio más emblemático, un edificio con 24 apartamentos en la favela de la Rocinha, conocido como ‘minhocão’ fue destruido por equipos de la municipalidad en la presencia del secretario especial de la (des)Orden Pública, Rodrigo Bethlem, que necesitó de escolta policial para dejar la favela.

Los muros de la discordia

No bastara esa lista de agresiones promovidas por la gerencia municipal, en el mismo rumbo, Cabral continúa irguiendo muros en el entorno de las favelas, cercándolas y aislándolas de los reductos de la burguesía. Como AND publicó en sus últimas ediciones, muros de tres metros de altura ya fueron erguidos en torno de los Morros Santa Marta, Chapeú Mangueira, Babilônia y Rocinha, todos en la zona Sur de la ciudad.

En esos mismos barrios fueron implantadas las llamadas ‘unidades pacificadoras’ de la PM, con el objetivo obvio de vigilar y desarticular el pueblo pobre con agresiones y otras intimidaciones, promoviendo toques de queda e invadiendo casas.

Mientras tanto el monopolio de los medios de comunicación se empeña en enmascarar las atrocidades cometidas por la actual gerencia provincial, exponiendo la similitud de sus metas: anestesiar y oprimir las masas prolongando su dominación.

En una materia del periódico O Globo del día 9 de agosto, con el título "Democracia en las favelas", las unidades pacificadoras de la PM son clasificadas como el acceso del pueblo pobre a una "ciudadanía lenta y gradual". Aún así, a lo largo del texto, diversas contradicciones se quedan evidentes, como la narración de un abuso sufrido por un operario público, habitante del Morro Santa Marta, agredido y humillado por policías que, torpemente, reparaban un fusil en lo alto de la favela. Según la materia, el habitante fue atacado simplemente por mirar para los PMs. Lo que, según O Globo, es parte integrante de una supuesta democratización de esos espacios, anteriormente "ocupados por delincuentes fuertemente armados" y ahora sustituidos por otros criminales, estos al servicio del Estado policial, corrupto y fallido.


Policía de Cabral sigue matando

Al mismo tiempo en que Paes destruye casas y establecimientos comerciales en las favelas, impide su población de trabajar o dormir en las calles y arma la Guardia Municipal, el exterminio de pobres sigue siendo dinamizado por la gerencia estadual en los barrios proletarios. Estudiantes y trabajadores son sumariamente ejecutados, incluidos en ingeniosos ‘autos de resistencia’ y sepultados como traficantes.

Apenas dentro de los límites de la capital del estado, 16 personas fueron asesinadas el último mes en criminales operaciones policiales. Solamente el día 16 de julio, diez hombres murieron en dos invasiones de la PM al Morro da Mangueira y a las favelas Fallet y Fogueteiro, en el barrio de Santa Tereza, donde el BOPE buscaba el asesino del cabo Ênio Roberto Santiago dos Santos, muerto en un asalto en la Tijuca. Aún sin capturar el criminal que buscaba, el Batallón de Operaciones Especiales asesinó seis personas.

En la mañana del día 22 de julio, cerca de 300 policías invadieron la favela de Manguinhos, en la zona Norte de la ciudad, mataron una persona y hirieron otras tres, además de dejar más de 800 estudiantes aislados dentro de casa e impedidos de ir a la escuela. Lo mismo sucedió en el Morro da Pedreira, en Costa Barros, el día 27 del mismo mes, cuando una operación policial dejó tres hombres muertos.

En el inicio de agosto dos invasiones de la policía a la favela das Pixunas, en la Ilha do Gobernador, día 1º, y al Morro do Ururbu, en el barrio de Pilares, día 4, terminaron con dos personas muertas.

Y así sigue vigorando el terror estatal contra trabajadores en barrios pobres y el sucesivo proceso de criminalización de la pobreza y de los movimientos populares que luchan por el derecho de los pueblos.

En la tarde del día 20 de julio, conductores de vans volvieron a protestar contra el pliego de licitación para el transporte complementario, elaborado por el Detro — Departamento de transportes viales — a mando de Cabral. La medida tiene como objetivo reducir en casi dos tercios, el número de vans que hacen los itinerarios intermunicipales y que son responsables por el transporte de miles de trabajadores todos los días. De acuerdo con el pliego, de los actuales 1.805 vehículos en circulación, a partir del día 30 de agosto sólo 641 continuarán en las calles.

Más de mil conductores participaron de la manifestación en la puerta del Ministerio del Trabajo. En la ocasión, la Avenida Presidente Antônio Carlos fue bloqueada por los manifestantes entre las calles Araújo Porto Alegre y Santa Luzia, en el Centro de la ciudad. Ellos exigieron una audiencia con el ministro del trabajo Carlos Lupi que, forzado a atenderlos, nada hizo además de falsas promesas.

Momentos antes de la manifestación fueron encaminadas al Ministerio Público una serie de denuncias contra policías que estarían extorsionando conductores de vans, forzándolos a pagar tasas diarias como permiso para circular.

El día 23 de junio los conductores de vans realizaron una combativa manifestación en la puerta del Palacio Guanabara, sede del gobierno estadual, y fueron severamente reprimidos por la tropa de choque de la PM. En el enfrentamiento, varios trabajadores se quedaron heridos y otros fueron presos, pero la gran mayoría no se intimidó y continúa en las calles luchando por el irrefutable derecho de continuar trabajando.

Según la séptima edición de la Estudio de Informaciones Municipales realizada por el IBGE en lo inicio de 2009, el transporte alternativo hecho por vans y kombis fue el que presentó mayor crecimiento en el periodo comprendido entre enero de 2005 y diciembre de 2008. De acuerdo con el estudio, el aumento del número de vehículos en circulación fue del 7,6% y en municipios que poseen entre 20 y 50 mil habitantes, una media del 74,4% de la población depende de ese transporte. En algunos municipios de la región noroeste del Estado el índice llega a un 86,6%.

Al mismo tiempo en que hace todos los esfuerzos para perseguir choferes de vans en todo el estado, en menos de un año, Cabral ya aumentó en un 10,2% el valor de las tarifas de autobuses, suscribió contratos de concesión para inaugurar nuevas líneas — como el trayecto Duque de Caxias / Barra da Tijuca — y mantiene una estrecha relación con las empresas de autobuses grandes aliadas en su campaña para gobernador.

Masacre de Candelária: Dieciséis años después, nada cambió

El día 23 de julio de 1993, ocho niños fueron sumariamente ejecutados por policías militares mientras dormían debajo de marquesinas al lado de la Iglesia de Candelária, en pleno Centro de la ciudad de Rio de Janeiro. Fueron ellos, Paulo Roberto de Oliveira, 11 años, Marcelo Cândido de Jesus y Valdevino Miguel de Almeida, ambos con 14 años, Anderson de Oliveira Pereira, 13 años, Marcos Antônio Alves da Silva, 19 años, Paulo José da Silva, 18 años, Leandro Santos da Conceição y otro niño no identificado, ambos con 17 años. En el primer semestre de aquel mismo año, en todo el Estado, 320 niños ya habían sido asesinados en situación semejante.

Hasta 2003, sólo los ex policías Marcos Vinícius Emanuel, Nelson de Oliveira dos Santos Cunha y Marcos Aurélio Dias Alcântara estaban cumpliendo pena, de un total de 52 que fueron formalmente acusados y juzgados por el crimen.

El día 25 de julio, cerca de 400 personas participaron de una manifestación en memoria de las víctimas de la masacre. El acto recorrió la avenida Rio Branco, en el centro de la ciudad, partiendo de la Iglesia de Candelária y llegó a ser reprimido por la PM, que intentó impedir la exhibición de una franja contiendo un dibujo del viñetista Latuff, donde un niño durmiendo en la calle es ejecutado por un policía militar.

Diversos movimientos participaron de la manifestación entre ellos el Cebraspo (Centro Brasileño de Solidaridad a los pueblos). En la ocasión, el presidente del Consejo Estadual de Defensa del Niño y del Adolescente (CEDCA), Carlos Nicodemos condenó el Estado, que hasta hoy continúa ejecutando niños y trabajadores en masacres como la del Complexo do Alemão, del Morro do Estado y de la Baixada Fluminense.

— La criminalización de los jóvenes es política de los gobiernos. La prueba es que el proyecto de reducción de la mayoridad penal resuena positivamente. Las personas prefieren ignorar hechos como la masacre de Candelária y apuntar siempre el adolescente pobre como autor y no como víctima de la violencia — afirmó.

Traducciones: [email protected]

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