Reunión internacional de partidos “comunistas” en São Paulo

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Reunión internacional de partidos “comunistas” en São Paulo

Picnic revisionista internacional al servicio de la contrarrevolución

Los días 21, 22 y 23 de noviembre del año pasado se reunió en la ciudad de São Paulo el autodenominado X Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros, que contó con la presencia de 65 organizaciones de 55 países. El extenso y ambicioso título dado al tema general del encuentro – "Nuevos fenómenos en el cuadro internacional. Contradicciones y problemas nacionales, sociales, ambientales e interimperialistas en agravamiento. La lucha por la paz, la democracia, la soberanía, el progreso y el socialismo y la unidad de acción de los partidos comunistas y obreros" – para un evento que congregaba tantos y notorios partidos revisionistas(1) y contrarrevolucionarios suena tan falso, para decir lo mínimo, como el enunciado del marxismo-leninismo de sus estatutos y programas.

Basta tomar algunos discursos pronunciados y la declaración final del encuentro para encontrar el viejo cacareo revisionista y oportunista de los tiempos de Kruschov y de Brezhnev, en la URSS pos XX Congreso del PCUS, además de las "actualizaciones" siempre oportunas cómo las del socialismo de mercado del pensamiento tengsiaopinguista y otras "novedades".

La variedad de revisionismo es grande, pero la base es la misma, por más que se sirva de terminologías diferentes y la inmensa mayoría de estos partidos, a ejemplo de la agrupación brasileña que sigue bajo la sigla PCB, ya respaldaba las tesis Kruschovistas de los "Dos todos" (Partido de todo el pueblo y Estado de todo el pueblo) y de las "Tres pacíficas" (transición pacífica, coexistencia pacífica y emulación pacífica) desde cuando ellas fueron lanzadas en 1956, actualizando siempre estas podridas teorías con nuevas fraseologías.

En este campo están los partidos de los países imperialistas, principalmente de Europa occidental (PC francés, PC portugués) y Oriental, el PCFR. Otros son de los que después de liquidaren el partido revolucionario crearon otros grupos oportunistas sirviéndose de la historia de lucha de estos. Y de estos tenemos ejemplo también en Brasil, el de la agrupación que se utiliza de la sigla PCdoB, que liderados por Amazonas y Rabelo actuaron activamente en la liquidación del Partido Comunista de Brasil cuando este levantó y luchó decididamente por aplicar la línea revolucionaria de la guerra popular. Y consiguieron la hazaña aprovechándose de la situación pantanosa que resultó de la eliminación por la represión fascista de los mejores y más firmes dirigentes y militantes del partido (derrota de la Guerrilla del Araguaia, Masacre de la Lapa, etc.). Tuvieron así terreno libre para crear en su lugar, principalmente con base en los cuadros egresos de la AP (grupo originario de militantes católicos), una otra organización revisionista, bajo el engañoso cuento de la continuidad del partido a través de su sigla.

Aún sobre este campo revisionista es necesario destacarse entre los presentes la trayectoria de un Partido Comunista Chino opuesto en todo al heroico Partido Comunista de China, que bajo la jefatura del Presidente Mao Tsetung escribió una de las páginas más gloriosas del proletariado internacional, dirigiendo tres revoluciones (la revolución de nueva democracia, la revolución socialista y la gran revolución cultural proletaria). Este partido fue completamente liquidado después de la muerte de Mao, en 1976, a través del golpe restauracionista burgués de la camarilla de Teng Siao-ping.

Desde el golpe sangriento que prendió y asesinó miles de cuadros maoístas, Teng lideró otro partido cuyo programa de reformas capitalistas aplicado de forma sistemática y acelerada destruyó todas las conquistas del socialismo. Impuso a la clase obrera un régimen de explotación sin par que permite a las mercancías chinas no tener concurrentes en lugar algún del mundo.

Liquidó el sistema de las comunas populares retornando la tierra a la condición de mercancía, arrebatando todo de los campesinos y obligándolos a la migración a los grandes centros industrializados como fuerza de trabajo barata y para formación de un gigantesco ejército industrial de reserva.

De manera general la restauración capitalista en China se hizo en la forma de un capitalismo de tipo burocrático, bajo un régimen político de corte fascista y que en el plano internacional desarrolla sus acciones bajo el prisma de gran potencia hegemonista, a través de connivencia y pugnas con las demás potencias imperialistas. Los continuadores de Teng no esconden sus ambiciones y dejan muy claro sus posiciones reaccionarias en el Consejo de Seguridad de la ONU, callándose criminalmente frente a las más escandalosas agresiones del imperialismo yanqui y europeo contra naciones y pueblos, cuando no dando su "de acuerdo".

Como evento revisionista, tal encuentro no podría más que repetir las acostumbradas prácticas de la retórica sofisticada de su día a día. Sin embargo, siendo evento internacional, gana la elocuencia de un escenario donde cada uno, en sus contorsiones, exhibe su particular dominio en el arte de la tergiversación, del engaño y de los invencioneros, como a Lenin le gustaba referirse sobre gente de esta estirpe, como los "héroes de la II Internacional". Veamos que sus discursos en la tentativa de encubrir sus prácticas colaboracionistas, principalmente con el imperialismo yanqui, y contrarrevolucionarias apuntan para el socialismo sin reivindicar la revolución y, cuando hacen mención a un supuesto movimiento revolucionario proletario de que forman parte, eluden sus aspectos más esenciales, en el caso, la violencia revolucionaria y la Dictadura del Proletariado.

De la misma forma, lo que presentan como autocrítica es en realidad la negación a los principios del marxismo, cuando no como otra oportunidad para engrosar el coro de la reacción en su irrenunciable tarea de mentir, difamar y enlamar el pasado de la revolución proletaria y hacer eco un poco más a la gritaría histérica anti-estalinista. Y obvio, ninguna palabra contra el oportunismo y el revisionismo, no llegan hasta tal punto de esquizofrenia. Al contrario, lo que se vio fue el alabo del capitalismo burocrático (capitalismo engendrado por el imperialismo) y del nacionalismo burgués en el apoyo a lo que ellos denominaron semejante a los analistas burgueses, de avance "de los gobiernos de izquierda en América Latina".

En la declaración final del encuentro, divulgado pelo sitio vermelho.org, como que ofreciendo una prueba de su marxismo, se destaca la genial afirmación de que "el socialismo es la alternativa". Socialistas en palabras, sin embargo la práctica, como criterio de la verdad, es reveladora. Partiendo de su colaboracionismo activo y militante con los gobiernos que han aplicado las políticas dichas neoliberales y que en palabras dicen combatir, aún se dan al descaramiento de criticar sus compañeros en el parlamento y en los gobiernos como si ellos, por su acción o por su omisión, no tuvieran nada a ver con la situación de explotación y represión brutal que tales gobiernos presiden. Para citar un sólo ejemplo tomemos uno conocido de los brasileños como el del PCdoB, cuyo dirigente Haroldo Lima, en la calidad de presidente de la ANP – Agencia Nacional de Petróleo, comanda las subastas para entrega del petróleo brasileño al imperialismo. No vamos a repetir aquí la lista sin fin de malos tratos, torturas y matanza de pobres que se incrementaron con el gerenciamiento de nuestra "izquierda".

En el plan internacional es ilustrativo de este descaramiento el del autodenominado Partido Comunista de India (Marxista) que gerencia algunos estados de la federación y allí comanda una represión sanguinaria contra campesinos y minorías étnicas y contra el movimiento revolucionario de aquel país que crece de forma avasalladora, como en el estado de Bengala Occidental donde se aplica el fascismo contra la guerra popular dirigida por el Partido Comunista de India (Maoísta).

Algún mérito por lo menos hay que reconocer de esa canallada de traidores, como la actitud del Partido Comunista Chino que asumió abiertamente, lo que hace mucho practicaba en ideología y política, al abrir sus puertas para los capitalistas de cartera. Así dejan más claro su carácter de clase, aunque esto no sea hecho sin intensificarse las campañas de difamación de los verdaderos comunistas en China y de la criminalización y represión brutal contra las mínimas tentativas de las masas en organizarse, particularmente de los maoístas. Pero de poco han servido, pues las masas obreras y campesinas chinas se levantan cada vez más, obligando la camarilla burguesa a más y más maniobras y nuevos cuentos sobre revigorar la vida del partido para mantenerse en el poder.

Sus discursos de constatación de la crisis del capitalismo y de proclamación del socialismo caen, por lo tanto, en el vacío. Constatación y reconocimiento que se encuentran a montones en los discursos de los más descarados revisionistas y traidores del socialismo como Bernstein, Kautsky, Tito, Kruschov, Brezhnev, Liu Shao-chi, Gorbachov y Teng Siao-ping. Una proclamación genérica sin, sin embargo, colocarse al frente y apuntar cuáles son las tareas y el método de combate a ser puesto en práctica por el proletariado y sus aliados en la tarea de destrucción de la vieja orden.

Y por coherencia en la Declaración "de solidaridad a los pueblos de América Latina y Caribe" sin mención alguna a la intervención imperialista en Haití, de la cual el ejército brasileño y de otros países como Argentina, Uruguay, Bolivia, Turquía, Nepal, etc., representados en el evento, no pasan de marionetas. Menos aún cualquier mención a la situación revolucionaria que se desarrolla de forma desigual en la región y en todo el mundo. Sus llamamientos son para seguir cabalgando las masas en su creciente descontento y para traficar con su miseria, buscando conducirlas para el camino electorero de fortalecer el capitalismo burocrático en vez de seguir el camino de su efectiva liberación. Y claro, "la declaración" está mucho más dirigida a engrandecer los gerentes de turno, dichos de izquierda, de que propiamente la lucha del pueblo latinoamericano. Es vicio del oportunismo y del revisionismo, a través de sus partidos, auxiliaren en la manipulación de las masas para el favorecimiento de proyectos de fracciones del imperialismo (véase acuerdos Rusia-Venezuela) y de fortalecimiento de fracciones de la burguesía dentro de cada uno de estos países. Siguen, pues, como serviles de los verdugos de los campesinos, de los pueblos indígenas y otras minorías étnicas, de la clase obrera y de las masas populares en general.

Resáltese también en la evaluación del cónclave revisionista, en el sitio vermelho, el revisionista jefe del PCdoB, Renato Rabelo, cita el empodrecido partido colaboracionista de la vieja orden de Nepal , el UML, como agente de la construcción de una nueva sociedad. Quién acompaña, sin embargo, la realidad nepalesa, sabe que lo que posibilitó la derrocada de la monarquía fue fundamentalmente la guerra popular, que por diez años barrió las vastas regiones rurales del país a través del Ejército Popular de Liberación, dirigido por el PCN(M)-Partido Comunista de Nepal (Maoísta). Y, más aún, que los partidos oportunistas y revisionistas como el UML, se han constituido, mucho más, en obstáculos para el avance de las conquistas del pueblo del que impulsores de las mismas. Pero por hablar en Nepal, dadas a la posiciones que la dirección del PCN(M) – ahora después de fusiones con otros grupos se denomina Partido Comunista de Nepal Maoísta Unificado – condujo con el Acuerdo con los 12 partidos oficiales para la Constituyente, poniendo fin a la guerra popular, desarmando el Ejército Popular, estancando la revolución, no desentonaría en nada su presencia en tal evento.

Al combatir los socialistas de palabras y liberales en los actos, Lenin ya argumentaba que combatir el imperialismo sin, simultáneamente, dar combate al revisionismo y al oportunismo es pura charlatanería. También el Partido Comunista de China, en la época dirigido por el Presidente Mao Tsetung, al enfrentar el revisionismo moderno de Kruschev lo destacaba como continuador de Bernstein, afirmando: "La traición de Bernstein al marxismo se caracterizó principalmente por la difusión del camino legal parlamentario, por la oposición a la revolución violenta, a la destrucción del viejo aparato estatal y a la dictadura del proletariado."(2)

El auténtico PCCh afirmaba que "La revolución violenta es una ley universal de la revolución proletaria" y añadía: "Toda la historia del movimiento obrero nos dice que reconocer o no la revolución violenta como una ley universal de la revolución proletaria, reconocer o no la necesidad de destruir el viejo aparato estatal y reconocer o no la necesidad de sustituir la dictadura de la burguesía por la del proletariado, ha sido siempre la línea divisoria entre el marxismo y el oportunismo y revisionismo de toda índole, entre los revolucionarios proletarios y todos los renegados del proletariado". Y más adelante "el marxismo siempre proclamó abiertamente la inevitabilidad de la revolución violenta. Destaca que la revolución violenta es la partera de la sociedad socialista, el camino inevitable para la sustitución de la dictadura de la burguesía por la del proletariado es una ley universal de la revolución proletaria."(3)

Cómo esta no es su práctica, en otros eventos como en este encuentro internacional no podría haber lucha de dos líneas, crítica y autocrítica y, mucho menos, preconizar la revolución, delante de la crisis que asola el imperialismo, el capitalismo empodrecido, a través de la educación de las masas en el combate a todo oportunismo y en la violencia revolucionaria. De ahí que un picnic de 65 partidos revisionistas y oportunistas de todo naipe, de nada sirve sino para lanzar confusión e infundir temor a las masas, lanzando más agua en el molino de la contrarrevolución y de toda reacción mundial.

La tendencia histórica y política, aún dentro de la ofensiva general contrarrevolucionaria en boga, sin embargo en franco declino, es la de que se levanta una nueva ola de la revolución proletaria mundial. Y que ya se inició a través de la resistencia popular en los encarnizados combates en la Palestina, Irak y Afganistán, como en la guerra popular prolongada, que contra viento y marea se desarrolla, hoy, en Turquía, en las Filipinas, en el Perú, en India y en preparación en otra cantidad de países, además de las luchas masivas que el proletariado ensaya en las propias metrópolis imperialistas. Pero es otra historia, que revisionistas encallecidos no pueden comprender.


Notas
1 – Revisionismo: Corriente oportunista en el movimiento obrero revolucionario, es hostil al marxismo, sin embargo se presenta bajo su bandera. Recibió su nombre por someter a la "revisión" la teoría marxista, su programa revolucionario, su estrategia y su táctica. El revisionismo apareció a fines del siglo XIX cuando el marxismo había obtenido una victoria completa sobre todas las variedades del socialismo en el seno del proletariado y se difundía cada vez más entre las masas obreras. Los principales representantes del viejo revisionismo (final del siglo XIX – comienzos del siglo XX) fueron los alemanes Bernstein y Kautsky, los austríacos Victor Adler y Otto Bauer, los socialistas derechistas de Francia y otros. En Rusia hubo los "economicistas", mencheviques (minoría), y después de la revolución de Octubre (1917) el trotskismo y el bukarinismo. La esencia del revisionismo consiste en introducir la ideología burguesa en el movimiento obrero, en adaptar el marxismo a los intereses de la burguesía, en extirpar de él el espíritu revolucionario. Los revisionistas, como afirmó Lenin, se dedican a la "castración burguesa" del marxismo en todas sus partes componentes: filosofía, economía política y comunismo científico. La base social del revisionismo formada por la pequeña burguesía que se va incorporando a la clase obrera, así como por la capa alta del proletariado – la denominada aristocracia obrera – sostenida por el imperialismo. Después de ser desenmascarado por completo por Lenin, el revisionismo entró en bancarrota y la revolución proletaria avanzó. Stalin también desempeñó gran papel en el combate a los revisionistas, principalmente después de la muerte de Lenin, llevando la revolución a otros países. Posteriormente, ya en la década de 1940 y 1950 el revisionismo comenzó a levantar la cabeza nuevamente con Togliatti (del Partido Comunista de Italia) y Tito de Yugoslavia. Pero el principal formulador del nuevo revisionismo fue Nikita Kruschev, del Partido Comunista de la Unión Soviética y que a partir del XX Congreso del PCUS (1956) traicionó el socialismo e inició la restauración capitalista en la URSS. El Presidente Mao Tsetung definió el nuevo revisionismo de Kruschev como la teoría de los "Dos Todos" (Estado de todo el pueblo y Partido de todo el pueblo) y las "Tres Pacíficas" (Transición pacífica, Coexistencia pacífica y Competición pacífica). Como el viejo revisionismo, el revisionismo moderno niega la lucha de clases, la dictadura del proletariado, el partido revolucionario del proletariado y la violencia revolucionaria.
2 – "La Revolución Proletaria y el revisionismo de Kruschov" VIII Comentario sobre la Carta Abierta del CC del PCUS, el PCCh a través de la Redacción del Renmim Ribao y de la Redacción de la Revista Hongqi, reproducido en La Carta China, Núcleo de Estudios del Marxismo-Leninismo- Maoísmo – Río de Janeiro.
3 – Ídem
Traducciones: [email protected]

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