Moradores cercaram o corpo de Alielson para impedir que PMs modificassem a cena do crime

Era alrededor de las 20h y el reportaje de AND visitaba familiares de un joven asesinado por policías de la UPP en diciembre de 2012 en el Complejo del Alemán, zona Norte de Río. Fue cuando liderazgos comunitarios de la favela del Jacarezinho y el periodista André Fernandes, de la Agencia de Noticias de las Favelas, llamaron para nuestro equipo diciendo que un joven había acabado de ser asesinado por policías de la Unidad de Policía Pacificadora (UPP) que, a casi seis meses, ocupan el Jacarezinho. Se trataba del recolector de material reciclable Alielson Nogueira, de 21 años.

El muchacho comía un pancho en la localidad conocida como Beira do Río cuando fue alcanzado en la nuca por un disparo que, según relatos, había sido efectuado por policías de la UPP. Habitantes dijeron que un hombre habría sido agredido por policías y habitantes comenzaron a protestar tirando piedras contra los agentes de represión, que no hesitaron en tirar. Uno de los disparos habría acertado Alielson.

Cuando llegamos al local, había una rebelión popular. Barricadas en llamas y autobuses destrozados eran parte del escenario en la Avenida Don Helder Cámara, principal acceso a la favela y una de las vías más movidas de la ciudad. Al lado de la estación de tren de Jacarezinho, policías tiraban bombas de gas y se protegían de las piedras lanzadas por la masa enfurecida. Cerca de 300 personas avanzaban en dirección a la policía, que según denuncias, habría disparado tiros de munición real contra la multitud. El mototaxista Ivan Martins de Santos Filho, 33 años, filmaba la acción de la policía en ese mismo local y fue baleado en la barriga por un tiro de pistola.

Depois do assassinato, moradores se levantaram contra policiais da UPP

Cuando vieron la aproximación de las cámaras de nuestro reportaje, los policías rápidamente cambiaron de postura y comenzaron a esconderse en los cantos de la calle, como si hubiera un tiroteo en el local. En ese momento, el reportero cinematográfico Guilherme Chalita se dirigió a los manifestantes y el resto de nuestro equipo fue al encuentro de un grupo de habitantes que, con uñas y dientes, protegía el cuerpo de Alielson  y la escena del crimen. Policías intentaban a todo costo llegar al cuerpo del joven, pero habitantes sostenían una corajosa resistencia, tirando piedras y botellas contra los policías.

Con la llegada de la pericia de la policía civil, habitantes interrumpieron la resistencia y abrieron camino para los peritos. Por primera vez, desde el inicio del proceso de militarización de las favelas del Río, en 2008, la escena de un crimen de asesinato envolviendo policías militares de la unidad fue preservada y peritada. Alielson fue el décimo primero joven supuestamente asesinado por policías de UPP.

Cerca de una hora después de la llegada de nuestro equipo al Jacarezinho, reportajes del monopolio de los medios de comunicación comenzaron a aparecer. En los titulares de los periódicos, pocas horas después del incidente, ya era anunciado que un hombre habría sido baleado en un “enfrentamiento entre policías y traficantes”. Fotos de marcas de tiros en el conteiner de la UPP eran mostradas por el mando de la unidad como supuestas pruebas del enfrentamiento con bandidos.

Nuestro equipo fue al hospital Salgado Filho a conversar con el mototaxista Ivan Martins de Santos Filho que, a pesar de baleado, sobrevivió a las heridas y se encuentra bien. Él contó que presenció el momento en que un policía sacó su pistola y tiró contra el propio puesto policial.

– Yo estaba yendo en dirección al local de la protesta y vi cuando un policía estaba dentro de la iglesia y tiró en el conteiner de la UPP. Después ellos dijeron que estaba habiendo tiroteo con bandido. Lástima que, en ese momento, mi celular ya estaba descargado, sino yo habría filmado todo – afirma Ivan.

El trabajador dijo que fue baleado cuando estaba junto a la multitud que protestaba. Él contó que vio un policía tirar y, enseguida, sintió que había sido alcanzado en la barriga.

– Llegué del trabajo y fui allá a Riba [Riba del Río] ver lo que estaba aconteciendo. Llegué allá, el muchacho estaba muerto y el pueblo fue para la avenida Don Helder Cámara para protestar. Yo conseguí filmar alguna cosa, pero la batería de mi celular se descargó. Entré en la favela de nuevo y me quedé cerca del personal que estaba protestando frente al supermercado. Un chico me dijo “cuidado, porque ellos están dando tiros de bala de goma”. Cuando escuché la confusión, ya sentí que había sido baleado. Yo coloqué la mano y sentí la sangre. Fue entonces que vi que no era bala de goma. Era munición de verdad. Después me ayudaron con una moto para llegar hasta el auto de la policía en otro lado de la favela y los policías me dejaron aquí en el hospital – cuenta el trabajador.

En el camino para el hospital, uno de los policías que lo socorrió habría sugerido que patrullero diese algunas vueltas más antes de llevarlo al puesto de emergencia. En ese momento, el muchacho contó que ya había perdido mucha sangre. Ya en el Hospital Salgado Filho, el trabajador habría sido intimidado por policías que lo acusaron de implicación con el tráfico.

– En el camino para el hospital, yo estaba en ese patrullero, que era del 3º batallón, cuando un policía sugirió que el coche diese algunas vueltas más antes de llevarme para ser atendido. En el hospital, ellos vieron mi tatuaje y dijeron que yo era bandido, que yo era matador de policía. Yo sólo decía que era trabajador e imploraba para ser atendido y ellos me juzgaban como criminal – dice.

En el local donde Alielson fue muerto, una testigo ocular del crimen contó a nuestro reportaje como todo aconteció.

– Mi amigo estaba tomando una cerveza y resolvió salir para comer un pancho. Yo fui junto con él. Cuando salimos del bar, mi amigo fue andando y comiendo el sándwich, porque estaba habiendo una confusión entre UPP con habitante. En ese momento, un policía que estaba en el puente, tiró y lo acertó en la cabeza. Mi reacción fue correr, porque ellos estaban tirando para todos los lados. ¿Y quién va a pagar por eso? ¿Es el gobierno? ¿Es Sérgio Cabral? Esos policías se ponen locos, usan cocaína y ven  lo que no existe. A veces el habitante está con un paraguas o un celular en la mano y la primera reacción de ellos es dar tiros en nuestra dirección porque creen que es un arma. De madrugada, los policías nos patean, insultan, nos dan cachetazos  – pregunta el muchacho.

Indignada, una joven dijo que volvía de la academia cuando quedó sabiendo de lo que estaba aconteciendo.

– Yo estaba volviendo de la academia y pasé cerca de su cuerpo. Él estaba muerto en el suelo con la rodilla lastimada y con un pancho en la mano.  ¿Y entonces? ¿El crimen va a quedar impune? ¿La UPP vino para traer paz o para traer más violencia? El arma del habitante es colocar la mochila en la espalda e ir para el trabajo a las 5h de la mañana – dijo la habitante.

Novia de Alielson, la manicure Thinamar Samara de Oliveira, de 20 años, está embarazada de tres meses. En el cuarto del joven, ella exhibió certificados de conclusión de Alielson  de cursos de informática y telemarketing. El joven trabajaba en el depósito de reciclaje del primo, Josinei dos Santos Gomes.

– Él nunca se envolvió con problemas. Llegaba todo santo día a la 6h para trabajar – cuenta Josinei.

Los vídeos hechos por AND pueden ser vistos en el blog de la redacción del periódico: anovademocracia.com.br/blog.

Traducciones: [email protected]