El día 27 de agosto, el reportaje de AND fue a la oficina del abogado Marino D’Icarahy, que representa 12 de los 23 activistas que fueron perseguidos (19 presos) por el viejo Estado en el periodo de la final de la Copa de la Fifa en julio. En la ocasión, Marino comentó sobre la investigación llevada a cabo por la DRCI — Comisaría de Represión a los Crímenes de Informática —, sobre la condenación en segunda instancia del habitante callejero Rafael Braga, sobre las ilegalidades de los procesos, sobre el caso Santiago Andrade, sobre el caso Elisa Quadros, los tribunales de excepción y la policía política de Dilma, Paes y Pezão. En la entrevista, el abogado fue contundente en sus palabras y se mostró un gran conocedor de las malicias del trio ‘policía, judiciario y monopolio mediático’.
Marino, además de representar su hijo Igor y la activista Elisa Quadros en ese proceso, es también abogado de Jair Seixas, el Baiano, detenido el día 15 de octubre de 2013 acusado de incendiar un auto de la policía. En la ocasión, Baiano fue llevado a la comisaría dentro del mismo vehículo de policía que está siendo acusado de incendiar. Imágenes del periódico A Nova Democracia comprueban que el patrullero fue incendiado poco después de conducir Baiano a la 5ª Comisaría de Policía. Marino fue también el abogado que defendió el cineasta Victor Ribeiro, cuando, el mismo día 15 de octubre, también fue detenido aleatoriamente como incendiario. Delante de las incontables contradicciones en el testimonio de los policías que lo prendieron, Victor fue declarado inocente.
AND: ¿Cuál es su evaluación del proceso contra los activistas presos en la víspera de la final de la Copa del Mundo?
Marino D’Icarahy: Yo considero ese proceso como un proceso kafkiano, bizarro, producto de venganza política del ex-gobernador Cabral. Yo me quedo imaginando, por ejemplo, la irritación, el descontento de él con relación aquel movimiento que le complicó la vida durante el periodo del Ocupa Cabral, que se extendió por meses. Yo veo solamente ese odio político aquí en ese proceso. Nosotros estamos pinzando todas las citaciones en el proceso a movimientos sociales, políticos, partidos políticos, gobiernos, instituciones, etc. Todas esas citaciones muestran el peso político de ese proceso, muestran que él es fruto de venganza, es un proceso de persecución política y criminalización de opinión.
AND: ¿Usted está diciendo que el proceso es ilegal? ¿Cuáles son las evidencias que usted tiene para afirmar eso?
Marino: Sobre los aspectos de ilegalidad de ese proceso, y esa es otra cuestión evidente para cualquier observador más cuidadoso. Desde su nacimiento, yo no he identificado en los autos como ese proceso fue parar en la 27ª Vara Criminal. Hasta que prueben lo contrario, esa distribución fue dirigida para allá sin justificación. Eso no consta efectivamente en los autos. Y fue objeto de uno de mis pedidos de diligencia en la defensa previa que ya presentamos, en la cual pedimos la comprobación de la legalidad de esa distribución. Ese proceso es fruto de una verdadera red de intrigas, de delaciones dudosas, de testigos inservibles y contaminadas y hasta búsqueda y aprehensión contra testigos, que en realidad son los investigados. El hecho de haber sido relacionados como testigo fue una estrategia de la autoridad policial.
AND: ¿Pero cuál era el objetivo de ellos haciendo eso?
Marino: El cuestionario ya pre elaborado no se refería a un hecho específico. Fue en realidad una gran oportunidad para la delación, para el cierre de redes artificialmente creadas por ellos mismos [DRCI y 27ª Vara Criminal]. Usted tiene que entender que el acusado no es obligado a fabricar pruebas contra sí y, por eso, él tiene el derecho de permanecer callado. Pero la testigo teóricamente no tiene ese derecho. Ellos te presentan un álbum de fotografías y te preguntan: “¿Conoce ese aquí? ¿Y ese aquí, es su amigo?”. Y la persona que está siendo interrogada queda aterrada. ¿Percibe la maldad? ¿Percibe el requinte de crueldad de ese proceso?
AND: ¿Pero hubo testimonio al final de las cuentas?
Marino: El primer día en que Elisa Quadros fue deponer el día 11 de junio, yo no permití que ella depusiera porque ellos revelaron que ella iría a deponer en la condición de investigada y no de testigo, como ella fue conducida a la comisaría inicialmente. Yo pregunté en cuál hecho estaba fundamentada la acusación contra ella y que quería ver el interrogatorio. El delegado fue preguntar para la otra delegada, que por su parte tampoco sabía de nada. Yo pensé “pero, si no existe ningún hecho a esclarecerse, entonces no hay testimonio a hacer”. Para mí, si el delegado no sabía el hecho que fundamentaba la acusación contra ella, yo no me incomodaría de mirar el interrogatorio y analizarlo para descubrir. Ellos me dijeron que el interrogatorio no se encontraba en la comisaría, se encontraba en juicio. Una vez más, yo no tuve acceso al interrogatorio.
AND: ¿Y lo que usted hizo?
Marino: Yo dije “está bien, entonces no va a haber testimonio. Vámonos de aquí”. Cuando salimos, aún avisamos a la autoridad policial que Elisa saldría de Río e iría para Río Grande do Sul para preservarse de ese escenario de protestas. Ellos sabían. Sin embargo, el monopolio de la prensa dijo durante días que ella había huido, que estaba forajida en el sur del país. Una vergüenza, una mentira. Finalmente, indignados, yo y la doctora Luísa Maranhão fuimos directo a la 27ª Vara Criminal. El delegado había dicho que el proceso estaba allá. Pero no estaba. El proceso estaba en la comisaría sí, desde el día 5 de aquel mismo mes. Un proceso que ni tramitaba en la repartición del juzgado. Nadie en la repartición tenía cualquier información sobre él, nadie nunca manoseo ese proceso y él era procesado secretamente en el gabinete del juez Flávio Itabaiana. No es sigilosamente, es secretamente. Ni si usted tecleara el número de él en el banco de datos del tribunal usted conseguía acensarlo. Aparecía escrito ‘Proceso Inexistente’.
AND: Nosotros vimos que en ese proceso existen personas siendo apuntadas por supuesto porte de explosivos. ¿Usted cree que el caso de Rafael Braga, recientemente condenado por portar productos de limpieza, puede influenciar ese proceso?
Marino: Con certeza. Usted imagina que Rafael fue detenido con una botella de Pinho Sol (desinfectante) y otra de lavandina y en ese proceso, además de colocar las personas en la condición de cuadrilla armada, con corrupción de menores, aún atribuye el porte de artefacto explosivo a algunos de esos acusados. Siguiendo esa lógica es facil constatar el cuan grave es el precedente que se abrió con ese caso de Rafael.
AND: ¿Y en el caso de la muerte del camarógrafo de la Red Bandeirantes, Santiago Andrade? ¿Usted cree que puede haber influencia en el proceso contra los activistas presos en la víspera de la final de la Copa?
Marino: En el caso de la muerte del camarógrafo Santiago Andrade, por ejemplo, aun estando claro que ellos [Caigo y Fábio] no tuvieron la intención de atingirlo, ellos fueron pronunciados por el tribunal del jurado. La justicia, ignorando lo obvio, pronunció los dos por el tribunal del jurado. Fue decidido por el juez que es caso, sí, de homicidio doloso triplamente calificado. Ellos fueron masacrados por la prensa oficial corporativa. Eso abre otro precedente gravísimo para el derecho como un todo como ciencia aplicada, ciencia humana. Es realmente repudiable. ¿Hasta cuándo los tribunales van a ser influenciados por la prensa corporativa? ¿Hasta cuándo las leyes van a ser colocadas de lado para ceder a las presiones de empresas embriagadas por el poder económico y político? Empresas de comunicación que, comprobadamente, ya interfirieron en incontables otros episodios fundamentales de la historia del país.
AND: ¿Y como usted cree que el Estado está conduciendo las investigaciones?
Marino: Existe una portaría de la secretaría de seguridad que define la creación de cuestionario en todas las ocurrencias envolviendo manifestantes o manifestación, en el cual el policía al frente de la ocurrencia tiene que responder una pregunta referente a la pertinencia de aquella información para el interrogatorio que investiga determinados grupos y personas. Si la información es pertinente, el sistema manda esa ocurrencia para otro sector encargado por la investigación. De allí es generado un prontuario físico, con una o más fotos de las personas y todas sus informaciones, inclusive las que no constan en la policía.
AND: ¿Cuáles son las consecuencias de eso para la persona que tiene un prontuario físico en la comisaría?
Marino: La persona simplemente queda fichada sin nunca haberse envuelto en ningún crimen efectivamente. ¿Y cómo funcionan esas prisiones en las manifestaciones? El policía no gustó de usted, te lleva detenido sin ninguna acusación, inventa algo, desacato, algo del tipo. Y ese es el puntapié inicial para lo que ellos intentan colocar como una investigación seria, contra personas peligrosas. Es absurdo eso todo. Por eso que yo llamo la DRCI de Nuevo DOPS [Departamento de Orden Política y Social de la época del régimen militar fascista]. ¿No luchamos tanto en 1988 para conseguir hacer con que esos bancos de datos fueran abiertos y destruidos? Pues bien, ahora ellos están creando un nuevo. Hoy la DRCI es el departamento que asumió el frente de esa práctica de policía política y social. Nosotros estamos viviendo un periodo tenebroso de la dictadura civil del capital en el Brasil.
AND: ¿Y cuál es su plan para desmontar esa gran farsa?
Marino: Mi idea es, de la forma más profesional que yo pueda, desmoralizar ese proceso, desmoralizar la actuación de la policía. Una vergüenza. Una cosa completamente artificial. Como muchas de las farsas que ya desmontamos desde junio del año pasado.
AND: Pero es preciso cuidado, pues por lo que leemos en el interrogatorio, abogados están siendo pinchados también. ¿Qué piensa sobre eso?
Marino: ¡Eso es un descalabro! ¿Cómo puede ser que yo tenga una conversación mía con un cliente violada de esa forma? Una conversación grabada con esos propósitos de criminalización de las luchas sociales. Eso es inadmisible. Existe un mandado de seguridad de la Orden de los Abogados del Brasil contra eso. Vamos a ver qué pasa. Pero sabemos que eso forma parte de la lucha contra los poderes constituidos y llegó la hora de los abogados. Pero ya estamos preparados para eso y no vamos a retroceder ni un paso.
AND: ¿Y cuál es la participación del gobierno federal en esa persecución a los activistas?
Marino: De entrada, nosotros tenemos que entender esos mecanismos de represión como una gran orquesta. Las orientaciones siguen la cartilla del imperialismo de represión a los movimientos sociales, pasada a las policías por las representaciones regionales, en ese caso, el gobierno brasileño. La sintonía entre esas acciones en São Paulo, Río de Janeiro y Goiânia es una gran evidencia de lo que estoy hablando. Es una gran orquesta, en la cual la gerencia PT es la regente y hace tiempos viene cumpliendo con maestría su papel de minar la lucha del pueblo desde su fundación. El PT siempre fue un engaño, creado para derrumbar la organización de los comunistas e institucionalizar la historia de luchas del pueblo brasileño. Pero existen otras evidencias, como la infiltración ilegal de un agente de la Fuerza Nacional de Seguridad enviada a Río por la Dilma. El nombre de él es Maurício. Ese policía del Distrito Federal hacía transmisiones en vivo de las manifestaciones y enviaba las imágenes en tiempo real para el mando de las policías políticas. Él levantó muchas informaciones utilizadas como base para la elaboración de ese interrogatorio. Pero todas esas pruebas son ilegales, ya que existen leyes que regulan ese proceso de espionaje y ellas no fueron respetadas.
AND: ¿Usted cree que existe alguna tentativa de persecución al periódico A Nova Democracia en ese interrogatorio?
Marino: Yo no tengo dudas de que sí. Inclusive existen compañeros reporteros, periodistas, personal de redacción y miembros del comité de apoyo que están siendo citados en el proceso, o existen referencias en el documento de que ellos están siendo observados. Eso también nos remite a la condición de estado de excepción. El hecho del periódico haber sido prohibido de participar de la colectiva de prensa en la ocasión de la prisión de 23 activistas en la víspera de la final de la Copa también demuestra que el periódico, por estar siempre al lado de las luchas del pueblo, también representa una amenaza a los poderes de las clases dominantes de ese país.