Ameaçada de remoção, a favela Indiana faz parte do Complexo do Borel

El Complejo del Borel es un conjunto de favelas localizado en la zona Norte de Río de Janeiro, a los pies de la mayor floresta urbana del mundo, la Floresta da Tijuca. Desde octubre de 2010, el Complejo está ocupado por una Unidad de Policía Pacificadora (UPP).

Tras la instalación de la UPP, habitantes de la favela Indiana, que integra el Complejo del Borel, a las márgenes de la Rua São Miguel, recibieron la noticia de que tendrían que dejar sus casas, pues según el ayuntamiento, aquella sería un área de riesgo. Un grupo de habitantes, que vive a las márgenes del Río Maracanã, quiere dejar el local y aceptó los apartamentos ofrecidos por el ayuntamiento en el barrio Triagem. Pero, el grupo sigue viviendo al borde del río, debido a un impasse en el proceso de reasentamiento.

Mientras tanto, algunos habitantes dicen que está habiendo una generalización por parte del ayuntamiento y que gran parte de la favela Indiana no está en área de riesgo. Buscada por nuestro reportaje, la Secretaría de Habitación, a través de un email, afirmó que existe un acuerdo con los habitantes para que ninguna de las partes sea perjudicada. Sin embargo, según el presidente de la Asociación de Habitantes de la Favela Indiana, las negociaciones están lejos de un consenso entre el ayuntamiento, los que quieren salir y los que no quieren dejar el local.

­– Yo estoy intentando hace dos meses una reunión con el actual secretario de habitación y no consigo. Nosotros tenemos 110 familias registradas queriendo ir para Triagem, pero ellas no están consiguiendo salir. Para los que quieren quedarse, el ayuntamiento prometió una reurbanización del barrio, pero yo lucho por eso hace mucho tiempo y sé lo cuánto es difícil una área carente ser atendida por el poder público – dice el líder comunitario.

Chicão, como es conocido el presidente de la asociación, llevó el reportaje de AND a un estacionamiento de casi 10 mil metros cuadrados al lado de la favela. Enseguida, el líder comunitario mostró un proyecto hecho por los habitantes de un conjunto habitacional que podría ser construido en el local. Sin embargo, según Chicão, el ayuntamiento rechazó el proyecto. Con aires de preocupación, el presidente dice que llegó al Complejo del Borel aún niño y que no le gustaría dejar la favela.

– Yo vine de Minas Gerais aún recién nacido. Mi vida, prácticamente, está toda aquí en el Complejo del Borel. Yo trabajo en la playa y llevo 20 minutos para llegar en mi punto de ventas. Ya estoy con 61 años y no tengo condiciones de vivir lejos del trabajo – cuenta Chicão.

Otra habitante de la Indiana, Ana Cristina, es vendedora autónoma y tiene la mayoría de sus clientes en el Complejo del Borel. Ella dice que los habitantes que no quieren salir han sufrido intimidaciones del ayuntamiento.

– Ellos están haciendo presión psicológica, diciendo que aquellos que no quieran salir van a tener sus casas derribadas por el tractor. Mucha gente pasó por eso. Hay muchos habitantes que quieren ir y  muchos que no quieren. Yo soy una de las que no quiere. Pero la realidad es que nadie está siendo asistido por el ayuntamiento – dice la comerciante.

Ella cuenta también que, en el mismo local donde vive, el ayuntamiento construyó una escuela, conocida como Brizolão, y una guardería. Todo sobre el mismo local, hoy, llamado de área de riesgo por la gestión Eduardo Paes.

– Si yo vivo en área de riesgo, el Brizolão también está en área de riesgo. Donde está el laudo que comprueba que yo vivo en área de riesgo. En mi casa no cayó una gota de agua tras esa última tempestad que cayó en Río de Janeiro. Sin contar que yo soy vendedora autónoma y todos mis clientes están aquí en el Complejo del Borel. Mi marido trabaja aquí cerca y mis hijos están matriculados en una escuela aquí al lado. Yo no tengo condiciones de ir para Triagem. Es muy lejos – dice Ana Cristina.

– Sólo porque la gente es pobre, somos tratados como basura. Usted lucha para conquistar sus cosas, para después llegar el ayuntamiento y decir que usted no es dueño de nada. Su hijo venir a preguntar para usted “¿mamá, vamos a continuar aquí? ¿Vamos a tener un techo para vivir?” y usted tener que responder “mamá no sabe, mi hijo”. Es muy triste eso – lamenta.

El vendedor de playa Chicão dice que desistir de vivir en Indiana es desistir de toda una historia.

– Yo no quiero salir de aquí. Yo crié mis hijos aquí, mis nietos están aquí. No hay lugar mejor para vivir de que esta favela. Yo no cambio esto por nada. Esto es mi vida– dice el comerciante.

Tiros, protestos y prisiones arbitrarias

Depois que Fernando foi baleado, moradores protestaram e foram reprimidos pela tropa de choque

La favela de Manguinhos está situada en el corazón de la zona Norte de Río de Janeiro y fue militarizada a finales de 2012. Meses después, habitantes denuncian que la paz está lejos de ser una realidad en la favela. Según relatos registrados por el equipo de reportaje de AND, policías de la UPP estarían atacando habitantes con armas no letales y, en algunas ocasiones, usando munición real contra la población. En una de esas ocasiones, el joven Fernando Wanderley da Silva Reis, de 22 años, habría sido baleado en los dos pies y, aún, detenido por desacato, lesión corporal y daño al patrimonio público. El reportaje de AND fue a Manguinhos y conversó con el padre de Fernando, el obrero de la construcción civil, Clésio Reis, de 52 años.

– Vinieron tres personas a avisarme que estaba habiendo una confusión entre policías y habitantes y que mi hijo había sido baleado. Estaba habiendo una pelea de familia y los policías llegaron lanzando bombas de gas y spray de pimenta. Los habitantes los hostilizaron tirándoles cosas y ellos respondieron disparando. Mi hijo estaba pasando y fue baleado en los dos pies. Un chico contó que dijo para mi hijo: “¿Vamos a correr, Fernando?” y mi hijo respondió “Yo no. No tengo nada a ver con eso”. Luego enseguida, él percibió que estaba baleado – cuenta.

El padre de Fernando contestó las acusaciones de la policía contra su hijo y dijo que él y su esposa tuvieron que peregrinar por comisarías y hospitales en búsqueda del niño. En el hospital Salgado Filho, la sorpresa: Fernando estaba internado bajo custodia y no podía recibir visitas.

– En la comisaría, yo no tuve acceso a nada. Mi esposa llegó del trabajo y fue para el hospital, pero no pudo verlo, porque dijeron que él estaba bajo custodia. Aun sangrando mucho, él fue esposado a la cama. En la comisaría de la Isla, dijeron que él estaba siendo acusado de lesión corporal, daño al patrimonio público y desacato. Siendo que en la hora en que los habitantes atacaron un autobús y cerraron la calle para protestar, mi hijo ya estaba en el hospital – dice.

El obrero Clésio Reis se quejó de la rutina de opresión impuesta a los habitantes de Manguinhos y dijo que los pobres no tienen voz delante de esa triste realidad.

– Mi sentimiento es el mismo de la mayoría aquí. Nosotros vivimos a las márgenes de la sociedad, amordazados. Nuestra palabra nunca es oída, sólo la del Estado.  ¿Dónde está la policía inteligente, que respeta las personas de bien prometida por el gobernador Sérgio Cabral? Para una policía pacificadora, la forma como esos hombres actúan aquí muestra que ellos vinieron aquí sólo para reprimir. Yo no puedo parar en un bar en mi comunidad que soy tildado de vagabundo. No puedo quedarme en la puerta de mi casa que ya soy sospechoso de estar vendiendo drogas. ¿Dónde está la libertad de ir y venir prometida en las elecciones? – lamenta.

Buscado por nuestro reportaje, el comando de la UPP de Manguinhos no quiso responder las acusaciones.

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